Cultura Islamica

La cultura islámica:

El islam fue fundado por Mahoma a quien los practicantes de la fe islámica consideran su único profeta, nacido en 570 D.C., Alá su único dios y el Corán su única verdad.1 En realidad la religión islámica comparte las raíces comunes del Judaísmo y Cristianismo. EL bíblico Abraham del antiguo testamento es el patriarca común de las tres religiones y es nombrado y respetado en el Corán. Sin embargo difiere del judaísmo y cristianismo por que predica el expansionismo para sus seguidores, de hecho el islam se propago rápidamente en el mundo árabe por su doctrina de ofrecer el paraíso a quien muriera combatiendo por su fe. El islam fue clave para el establecimiento de califatos, donde el califa era el monarca, dichos califatos estaban unidos política y comercialmente a través de la fe en el Islam.2 Dicha organización política fue clave para su renacimiento cultural y científico que a más de dar paso a la primera revolución agrícola (siglo VI), permitió el dominio de los califas desde Mesopotamia hasta en África del norte, incluso España y Portugal por varios siglos. Las cruzadas e invasiones mongólicas debilitaron el poder de los califatos y el avance cultural y tecnológico del mundo árabe.

En la actualidad se estima que existen entre 1.000 y 1.200 millones de musulmanes en todo el mundo. Según estadísticas del Vaticano se asegura que supera al número de católicos a nivel mundial. Los musulmanes tienen al Islam como una forma de vida, ya que el Corán les dice lo que deben o no deben hacer. Cada acción hecha con la conciencia que cumple con la voluntad de Dios es considerada un acto de adoración en el Islam. Pero el acto específico de adoración es aceptar los Pilares del Islam, los cuales proveen la estructura o sistema de la vida espiritual de los musulmanes. Estos pilares son: “La profesión de la fe, La oración, El ayuno, La limosna, La peregrinación a la Meca”.3

El Islam con respecto al arte, heredó la tradición judía de evitar el culto a las imágenes. En los libros del Éxodo XX, 4 y Deuteronomio V, 8 se prescribe: “No te esculpirás estatua ni figura alguna de las cosas que hay arriba del cielo, o acá abajo en la tierra, o se mantienen en las aguas más abajo de la tierra”. Y en Levítico XXVI, 1: “Yo soy el Señor, Dios vuestro. No fabricaréis ídolos ni estatuas, ni erigiréis columnas o aras, ni pondréis en vuestra tierra piedra señalada, con el fin de adorarla: porque yo soy el Señor Dios vuestro”.

Según Vicente Hayaen su conferencia: LA IMAGEN IMPOSIBLE: EL DIOS SIN ROSTRO DEL ISLAM4, dice que “las imágenes están prohibidas no porque representen lo sagrado sino precisamente porque no lo representan”. Se cree que el hombre puede crear belleza con sentido de trascendencia, para ser idolatrado a través de su arte por el mundo, pero eso es precisamente lo que el Corán prohíbe, ya que para el Islám existe un solo Dios a quien adorar. El ser humano en la tradición islámica puede crear belleza con sentido de trascendencia, pero no para afirmarse a sí mismo a través de su obra. Por tanto, el rechazo del figurativismo no podría considerarse propiamente una limitación que el Islam impone al mundo del arte sino un reto. El Islam simplemente le exige al hombre que “lo que haga sea verdadero Arte, es decir, que trasparente lo que está detrás de las cosas y que no se ocupe simplemente de la apariencia de las cosas”. 4 Los musulmanes tienen fiel convicción en que el único instrumento para trascender, entender el Corán y a Alá, es la imaginación, porque la imagen plasmada en la realidad reduce dicho instrumento que solo los humano poseemos.5

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