¿Cómo saber si Dios me oye?

¿Cómo saber si me escucha Dios?

2 Reyes 20:1-7

Buen día amados Hnos. Hnas. Damos gracias a Dios por permitirnos continuar estudiando su palabra.

Hoy probablemente usted sienta incertidumbre por el mañana, por los acontecimientos de este mundo, tiene preguntas de que va a pasar y quisiera una respuesta, esta misma pregunta se las hacen muchas personas a nivel mundial, no importando posición económica, raza o nacionalidad.  Es por el cual le desafío a poner en contraste nuestra vida a la luz de la Palabra con el tema de hoy, donde estudiaremos una persona que tenía riquezas pero estaba enfermo de muerte. Vamos a la palabra 2 Reyes 20:1

V.1 En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás

Esto pasó en el tiempo de la invasión Asiria de Judá, porque Jerusalén aún no había sido liberada de la amenaza de Asiria (Los eventos de este capítulo también están registrados en Isaías 38). Por la comparación de 2 de Reyes 18:2 con 2 de Reyes 20:6 que Ezequías tenía 39 años cuando se enteró de que moriría pronto.

Vemos aquí en la lectura que un Rey que por un lado tenía la responsabilidad de su pueblo, fuera económica, militar, social, religiosa, etc. donde toda decisión tenía que ser tomada por El,  y por otro lado también estaba la amenaza de ser conquistado por otra nación fuerte y al mismo tiempo enfrentaba una enfermedad de muerte, es decir estaba pasando por una gran aflicción, y por si fuera poco recibe la noticia que va a morir…….  

Cuando recibimos malas noticias, cuando las cargas se vuelven más pesadas y ya no vemos una salida, muchos entran en la desesperación, la depresión, la perdida de esperanza diciendo: “¿y para qué orar?” “¿Para qué ir a la iglesia?”, y quienes pierden la fe, abandonan a Dios, dando lugar al engañador y caer en temor y terror. Usted ¿qué haría? ¿Cómo actuamos? ¿Qué decisiones tomamos?

Continuemos leyendo V.2 Entonces él volvió su rostro a la pared, y oró a Jehová y dijo: Te ruego, oh Jehová, te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequías con gran lloro.

a. Volvió su rostro a la pared: Esto muestra lo sincero que fue Ezequías en su oración.

1. Dirigió su oración en privado a Dios, tal como dijo Jesús, orar al Padre en lo secreto. No orando para el los demás escuchen, ni las muchas palabrerías que quiero que oigan de mí.
2. No busco la ayuda en ninguna persona, la busco solo en Dios, en el único y verdadero.

b. Jehová, te ruego que hagas memoria: Aclarando la forma de orar de Ezequías

1. Bajo el antiguo pacto, este era un principio válido en el cual acercarse a Dios. La bendición y la maldición eran enviadas bajo la base de la obediencia y la desobediencia Pasajes como Levítico 26 y Deuteronomio 28 muestran que bajo el Antiguo Pacto.
2. Pero bajo el Nuevo Pacto, somos bendecidos en el principio de la fe en Jesús (Gálatas 3:13-14), Nosotros oramos en el nombre de Jesús (Juan 16:23-24).

c. Y lloró Ezequías con gran lloro: La actitud de Ezequías, es de humillación, de un corazón contrito y sincero, este pasaje nos enseña:

1. Que debemos reconocer que somos el barro y que hay un Alfarero, recordar las palabras de Jesús que somos la rama y dependemos del árbol de la vida, que sin El no podemos hacer nada.
2. Que nuestra oración debe ser sincera, con un corazón abatido y arrepentido. Este tipo de oración es el que Dios escucha.

Vemos la respuesta de Dios.

V.4-7 He oído tu oración y he visto tus lágrimas. He aquí la respuesta de un corazón contrito y humillado, de una oración sincera, ante un Dios que examina los pensamientos.

...