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DIA DE MUERTOS EN LA COLONIA


Enviado por   •  8 de Enero de 2015  •  2.244 Palabras (9 Páginas)  •  455 Visitas

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Introducción

Una de las festividades más importantes en México, sin duda alguna son los Días de Muertos, la cual se llevan a cabo el 1 y 2 de noviembre; en estos dos días la tradición es poner una ofrenda con una serie de elementos que la caracterizan, los cuáles podrás leer su significado en este ensayo.

“El día de los fieles difuntos se empezó a celebrar en la segunda mitad del siglo XVI, cuando restos de santos europeos y asiáticos empezaron a ser traídos, estos fueron recibidos desde el puerto de Veracruz hasta su destino final, eran transportados en medio de arcos de flores, oraciones y procesiones.” En romerías festivas durante mas o menos 300 trescientos años sé bendijeron en las iglesias, “reliquias de pan de azúcar” antecesoras de nuestras calaveras de azúcar y el pan de muerto, estos después se guardaban como protección anual.

La Colonia implicó la suma de dioses y demonios de las culturas indígena y española, pero también de sus ingenios y sensibilidades. La influencia de la vida ritual española se consolidó a través de la religión, al instituirse todas las fiestas propias del catolicismo. En cuanto al culto a los muertos, se establecieron los días de Todos Santos y Fieles Difuntos.

En el año de 1521, México fue conquistado por los españoles. La caída de Tenochtitlán, capital de los antiguos mexicanos, fue el símbolo del exterminio de las culturas indígenas. Nuevas ideas acerca de la muerte se implantaron. La ideología de los conquistadores, sustentada en el catolicismo, modificó ritos y cosmovisiones.

La idea de una prolongación de la vida en el más allá se mantuvo, si bien es cierto que sustancialmente distinta. Las dos regiones a las que iban los muertos en la mitología mexica, se sustituyeron por el cielo y el infierno, cambio que traería consigo una diferente valoración del concepto de la muerte. El destino del alma se determinó en atención al bien y al mal, al comportamiento de una ética cristiana basada en las buenas o en las malas acciones que se hubiesen realizado en vida. Un nuevo dios apareció que premiaba o castigaba.

De los ritos funerarios mexicanos, la cremación y el entierro, el último devino una ceremonia común, en tanto que la cremación fue prohibida, pues con ella se destruía al cuerpo, tan necesario en el futuro día del juicio final. Y el entierro, al mantenerse, dio lugar al hasta entonces desconocido concepto del cementerio, del ataúd, de la tumba acicalada, de epitafios, del catafalco y de los primarios entierros en los atrios de las iglesias.

“Con los españoles llegaron también las nuevas fechas para los rituales de la muerte el 1º y 2 de noviembre- que venían a sustituir a las dos fiestas indígenas dedicadas a los muertos: la Miccahitontli o Fiesta de los Muertecitos, celebrada el noveno mes del calendario nahua; y la Fiesta Grande de los Muertos, del décimo mes del año.” ( http://www.uv.mx/cienciahombre/revistae/vol25num1/articulos/altar/)

Concepción de la muerte

La muerte también fue utilizada como ejemplo para las personas que delinquían o “pecaban”, las ejecuciones eran públicas y era obligatoria asistir, yo diría que fue un instrumento para provocar temor entre la población y así tenerlos subyugados, cuando algún miembro de la monarquía moría, sus funerales eran muy fastuosos, más que entierro parecían preparativos para una fiesta. Con la llegada al trono de España de los Borbones, en el 1700, la iglesia católica perdió bastante poder, la ilustración trajo una nueva forma de ver la vida y por supuesto la muerte, se buscaba vivir bien, así la muerte y las enfermedades fueron alejadas de la vida cotidiana, se le considero al cuerpo Laico y a la enfermedad como consecuencia de la mala alimentación, se buscó tener más higiene en las ciudades y apartar los panteones del centro de estas. A estas medidas se opuso fuertemente la iglesia, que veía perder su lucrativo negocio de los lutos.

También tenían la concepción de la Muerte como generadora de vida y que participaba en la concepción.

En México se tiene una perspectiva diferente hacia la muerte, ya que en ningún otro país del mundo se colocan ofrendas en panteones o en las casas, y mucho menos compartir con el difunto la comida, bebida, quemar copal y un momento de convivencia con el ser querido como si estuviera vivo. A algunas personas esto les puede parecer macabro, pero es una tradición tan antigua y arraigada a la cultura popular de México, que esto simplemente ya es parte de nosotros

Preparación de la ofrenda

los días 1 y 2 de noviembre todo mexicano que se precie tiene la obligación moral de poner una ofrenda para recordar a sus difuntos como se merecen, no importa en tamaño de esto sino la voluntad, la buena fe y el cariño con que se haga.

Desde los últimos días de octubre, se empiezan a realizar los preparativos para llevar a cabo estas celebraciones, esto lo podemos ver en poblaciones como los Alfareros de Chililco en Hidalgo, los de Amozoc en Puebla, Atzompa en Oaxaca, Santa Fe de la Laguna en Michoacán; en estos pueblos también se produce hermosa cerámica ornamental como candeleros, ollas, calaveras y recipientes utilizados en las ofrendas.

Colocación

El altar de muertos es un elemento fundamental en la celebración del Día de Muertos. Los deudos tienen la creencia de que el espíritu de sus difuntos regresa del mundo de los muertos para convivir con la familia ese día, y así consolarlos y confortarlos por la pérdida.

El altar, como elemento tangible de tal sincretismo, se conforma de la siguiente manera. Se coloca en una habitación, sobre una mesa o repisa cuyos niveles representan los estratos de la existencia. Los más comunes son los altares de dos niveles, que representan el cielo y la tierra; en cambio, los altares de tres niveles añaden a esta visión el concepto del purgatorio. A su vez, en un altar de siete niveles se simbolizan los pasos necesarios para llegar al cielo y así poder descansar en paz. Este es considerado como el altar tradicional por excelencia. En su elaboración se deben considerar ciertos elementos básicos. Cada uno de los escalones se forra en tela negra y blanca y tienen un significado distinto.

En el primer escalón va colocada la imagen de un santo del cual se sea devoto. El segundo se destina a las ánimas del purgatorio; es útil porque por medio de él el alma del difunto obtiene el permiso para salir de ese lugar en caso de encontrarse ahí. En el tercer escalón se coloca la sal, que simboliza la purificación del espíritu para los niños del purgatorio. En el cuarto, el personaje principal es otro elemento

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