David un lider modelo

EL MODELO DE UN GRAN LÍDER

DAVID... CONFORME AL

CORAZÓN DE DIOS

Régulo A. Montero

Morón 18 de Abril de 1999DAVID... CONFORME AL CORAZÓN DE DIOS

1. INTRODUCCIÓN

Uno de los personajes más polifacéticos que presenta la Biblia es David, rey de Israel. Este hombre llego a ser entre otras cosas pastor, músico, poeta, soldado, hombre de estado, profeta y rey. Fue valiente luchador en el campo de batalla y supo enfrentar las dificultades con gallardía y coraje.

Además fue un hombre humilde que supo reconocer y enfrentar sus debilidades y errores. En David vemos a un hombre tipo de muchos de los cristianos luchadores de hoy que a veces pasan por situaciones difíciles en la vida y que a veces cometen errores y pecados que les amargan espiritualmente.

Algo que es de destacar en la vida de David fue su potencial, sus destrizas y habilidades en muchos aspectos de su vida Fueron esos potenciales que a la vista de muchas personas eran insignificantes los que Dios usó a favor de su misión.

En este estudio conoceremos algunos aspectos interesantes de este insigne personaje de las sagradas escrituras y aprenderemos que hay muchas similitudes en cuanto a nuestro carácter como cristianos y a nuestras debilidades, errores y pecados como seres humanos. De igual manera aprenderemos aspectos que nos ayudarán en nuestro caminar en la vida como cristianos fieles para la honra y gloria de nuestro Señor Jesucristo.

1. ASCENDENCIA Y PRIMEROS AÑOS

1. FAMILIA

David descendía de la tribu de Judá, su padre se llamó Isaí y era el menor de ocho hermanos, aunque también tenía dos medio hermanas (1ra. Samuel 16:10; 1ra. Crónicas 2:16). De su madre no aparecen registros claros en la Biblia.

Su lugar de habitación fue Belén de Judea (1ra. Samuel 16:4) donde habían vivido también sus antepasados.

1. SU NOMBRE

El nombre de David quiere decir “Amado” o en otras traducciones “Bienamado”.

1. NACIMIENTO Y PRIMEROS AÑOS

David nació probablemente hacia el año 1100 a. C. La primera vez que aparece en la historia bíblica, estaba pastoreando las ovejas de su padre Isaí (1ra. Samuel 16:11). Su apariencia era física hermosa, y esto le destacaba (1ra. Samuel 16:12).

Al parecer su trabajo era en el campo, al aire libre, en contacto directo con la naturaleza donde desarrolló grandes destrezas y habilidades físicas, espirituales e intelectuales ya que incluso pudo enfrentarse a animales salvajes que atentaron contra el rebaño a su cargo (1ra. Samuel 17:34-36). Fueron precisamente estas habilidades las que le ayudaron a enfrentar con éxito al gigante Goliat cuando nadie apostaba a que podía vencerle (1ra. Samuel 17:39-50). De igual manera observamos la preparación de David cuando fue llamado por el mismo rey a tocar para él cuando estaba en tormento (1ra. Samuel 16:14-23).

1. LA IMPORTANCIA DE LA RESPONSABILIDAD Y LA PREPARACIÓN

La narración anterior nos da dos lecciones muy importantes. La primera tiene que ver con la responsabilidad. David era pastor de las ovejas de su padre. No eran suyas pero él era quien las cuidaba. Su grado del valor de la responsabilidad era tan grande que aún se disponía a poner en peligro su propia vida con tal de cumplir su trabajo a la altura.

En segundo lugar está la preparación. Nunca sabemos cuando vamos a usar o cuando vamos a necesitar usar nuestras habilidades. David seguramente en su trabajo se dedicaba a aprovechar el tiempo ejercitándose y en sus ratos libres no estaba de holgazán sino ocupado en algo provechoso para sí mismo y en función de su mejoramiento personal. De igual manera nosotros debemos acostumbrarnos a aprovechar bien el tiempo y ejercitarnos en nuestro trabajo a fin de cumplirlo a la altura de la excelencia (1ra. Timoteo 4:7-8). Sea como sea debemos estar preparados para cuando llegue el momento las usemos de la mejor manera (1ra. Pedro 3:15-16); y la fuente básica de nuestra preparación es la palabra de Dios (2da. Timoteo 3:16-17).

1. ESCOGIDO PARA UNA GRAN MISIÓN DESDE MUY JOVEN

La aparición de David en el escenario bíblico fue el resultado de una crisis espiritual y política dentro de la nación de Israel. El rey para ese momento, Saúl, había sido desechado por Dios por su desobediencia (1ra. Samuel 16:1). Dios pues ordenó a Samuel que buscase un sustituto.

Dios le dio las instrucciones claves a Samuel de donde debería ir exactamente (1ra. Samuel 16:1). De igual manera le indicó la familia a la cual iría (1ra. Samuel 16:3).

1. UNA SELECCIÓN DIRIGIDA POR DIOS

Algo que se debe resaltar es que Dios no dejó que Samuel se dejase llevar por su vista sino que en todo momento hubo la dirección de Dios (1ra. Samuel 16:6-11). Se debe resaltar también que esa dirección de Dios no fue por casualidad. Samuel fue dirigido por Dios porque antes de iniciar su trabajo de búsqueda y selección buscó la dirección de Dios (1ra. Samuel 16:5).

Lo anterior nos enseña que siempre seremos dirigidos por Dios siempre y cuando busquemos su dirección de una manera obediente y sincera (Job 37:1-3; Romanos 8:14; Juan 16:13; Salmo 48:14).

Esta guía espiritual fue tan exacta que cuando le fue traído David a su presencia Samuel no actuó como lo hizo al principio con el primer hijo de Isaí al hablar declarando que ese era el escogido (1ra. Samuel 16:6) sino que fue el mismo Dios quien dijo: “Levántate y úngelo, porque éste es” (1ra. Samuel 16:12). Con este anuncio Samuel le ungió como rey en ese mismo instante de una manera íntima y humilde delante de sus hermanos (1ra. Samuel 16:13).

En aquel mismo instante destaca la Biblia que: “el espíritu de Jehová vino sobre David” (1ra. Samuel 16:13).

1. CONVERTIDO EN HÉROE NACIONAL

El tiempo de Dios siempre llega y cuando llega es para bendición. Había pasado algún tiempo desde que fue ungido sin embargo no se había manifestado como lo que era delante de Dios. Pero el día llegó y fue de la mejor manera.

Es posible que Dios haya permitido este tiempo a fin de seguir preparando a David para las situaciones que tenía que enfrentar en el futuro, y esa preparación, como lo observamos anteriormente se desarrollo mientras David estuvo en el campo pastoreando las ovejas de su padre Isaí.

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