Dios Todopoderoso

Dios Todopoderoso

  Dios creó el universo y todas las cosas que hay sobre, dentro y fuera de la Tierra y luego descansó para contemplar la belleza de su Obra. Él no interviene constantemente en los ciclos de la naturaleza, deja que las cosas sigan su proceso, al crearlas Él ya puso dentro de cada ser vivo las condiciones para que funcionaran por sí solos. Al igual que lo hizo con el hombre “varón y hembra los creó” a “Su imagen y semejanza”.

   Para comprender el papel de Dios en nuestra vida debemos pensar y analizar cómo actúan los padres en la vida de sus hijos. Un padre no se pone debajo del niño cuando comienza a caminar y se cae, porque eso impediría que el niño caminara por sí solo y sería un estorbo en el camino, pero sí lo levanta y le da ánimo, lo consuela y lo anima a volver a intentarlo, y la naturaleza del niño responde a seguir haciéndolo.

   Dios nuestro Padre Celestial hace lo mismo, permite que Sus Hijos aprendan por sus propias experiencias y cuando es necesario interviene, pero si no hubiera rodillas rotas no se conocería el dolor y tampoco el gozo. Si los hombres no experimentan por sí mismos no aprenderían, del fracaso y del éxito se obtiene experiencias.

   Todos los hijos de Dios están dotados de un don divino, su albedrío. Una de las características de esa cualidad es la iniciativa personal, es decir la facultad de iniciar determinadas actividades o resolver situaciones, retos o desafíos que se presentan a lo largo de la vida.

   Es peligroso creer que Dios tiene que proveer todo, el ser humano sería solo un consumidor, mantenido y cuidado por Su Padre, esta inactividad traería perjuicios, y sería totalmente contraproducente, hay que ser industriosos, trabajadores. El trabajo es un principio asociado con lo divino desde el comienzo de todo, y se marca un día de reposo para descansar del trabajo, o sea Dios espera que el hombre trabaje y sea productor y no meramente consumidor. Es la única forma de lograr la medida de la creación.

   Dios es un productor; Él ha “creado” los cielos y la tierra. Ha “creado” el gran milagro de la vida humana. Ha puesto en práctica un programa de actividad, del cual El mismo es el centro, y quiere que se sea como El, que el hombre se pare sobre sus propios pies y trabaje con sus propias manos. “Dios ayuda a quienes se ayudan a sí mismos”. Dios ama los productores.

Los grandes placeres no provienen de un viaje gratis o de un pan no ganado. No es realmente agradable vivir continuamente de la caridad de Dios o de otras personas. Antes bien, para triunfar y ser feliz es menester estar capacitado para dar, y es precisamente la correcta capacidad para producir la que desarrolla la más extensiva y constructiva actividad.

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