ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Discurso Del Locoo

olmijku23 de Septiembre de 2013

4.943 Palabras (20 Páginas)233 Visitas

Página 1 de 20

(…) El enfermo se siente a sí mismo como un extraño y

sin embargo, no es posible darse cuenta de la experiencia

patológica sin referirla a estructuras sociales (...)"

Michel Foucault

Sinopsis

El film estadounidense “La isla siniestra”, Shutter island, fue dirigido por Martin Scorsese. La película se inicia con un viaje en Ferry que realizan los agentes federales Ted Daniels y Chuck Aule (Leonardo DiCaprio y Mark Ruffalo) hacia la isla Shutter, dónde se encuentra ubicado un sanatorio-prisión (Ashecliffe) para criminales con desórdenes mentales.

Al arribar en la isla los agentes federales son recibidos por el personal de seguridad quienes les indican las medidas cautelares que deberán acatar durante su estadía. Más tarde, son dirigidos hacia el consultorio del médico psiquiatra Doctor Cawley (Ben Kingsley) quien los pondrá en conocimiento de la supuesta desaparición de una interna que asesinó a sus pequeños hijos y que ha escapado sin dejar rastros.

Durante el desarrollo de la investigación ambos agentes se encontrarán rodeados de psiquiatras sagaces y peligrosos pacientes psicóticos que harán sospechar a Ted Daniels de una posible conspiración en su contra.

Acercándonos al final del film se producirá un giro en el argumento de la película revelándose el secreto: Ted Daniels es un veterano de guerra y ex alguacil federal, actualmente es paciente psiquiátrico del hospital. De acuerdo con el médico psiquiatra, Ted Daniels presenta un cuadro con alucinaciones y desarrolla sucesos imaginarios para no enfrentar la realidad de sus actos. Su compañero Chuck Aule es, en realidad, su médico psiquiatra y el doctor Cawley, miembro del consejo directivo. Este último es quien pone en marcha la más radical escena simulada que se hubiera intentado en psiquiatría con la finalidad de confrontar a su paciente con su verdadera identidad “Andrew Laeddis” y con ella recuperar su historia como último intento para lograr “la cura”.

Cabe destacar que si bien la lectura del film tiene múltiples aristas nos resulta ineludible abordar las cuestiones ético-clínicas que se ponen en juego durante el tratamiento de la locura y de la investigación psicológica. Para ello recortaremos dos escenas que nos servirán como recurso didáctico para abordar la problemática elegida.

Ted Daniels y Chuck Aule ingresan al sanatorio-prisión, ubicado en la isla Shutter, con la finalidad de investigar la desaparición de una reclusa. Ambos detectives son presentados al doctor Cawley, psiquiatra encargado de la institución; con la finalidad de iniciar la investigación. Se entabla el siguiente diálogo entre los personajes:

Dr. C: Inspector Daniels…

Ted: Doctor…

Dr. C: Inspector Aule…

Ted: ¿Exactamente qué hacen?

Dr. C: Una fusión moral de la ley, el orden y el cuidad clínico…

Chuck: Perdón doctor, pero, ¿una qué de qué y qué?

Dr. C (dirigiéndose a Ted mientras mira unas fotografías ubicadas en la pared): Esos dibujos no son ficción, hace tiempo la clase de pacientes que llegaban aquí eran encadenados y abandonados, los golpeaban, creían que los azotes curarían la psicosis, metían tornillos en su cerebro…los sumergían en agua helada hasta que se desvanecían o… ahogaban.

Chuck: …y ahora…

Dr. C: Los tratamos, intentamos curarlos, si eso falla al menos les damos un cierto grado de comodidad en sus vidas… calma…

Ted: ¿Todos son criminales violentos, no es verdad?, han herido personas y matado en muchos casos…

Dr. C: en su mayoría sí…

Ted: en lo personal doctor yo diría que al diablo con su tranquilidad…

Dr. C: Mi trabajo es tratar a mis pacientes, no a sus víctimas, no voy a juzgar

Ted: Y esta prisionera que escapó…

Dr. C: Paciente…

Ted: Disculpe, paciente. Eh… Rachel Solando, escapó en las últimas 24 hs.

Dr. C: anoche, entre las 10 y las 12…

Chuck: ¿la considera peligrosa?

Dr. C: yo diría que sí, asesinó a sus tres hijos. Los ahogó…

La naturaleza de la locura: una disputa discursiva

Según Zlotnik (2008) “cuando un fenómeno es desconocido se torna necesario comenzar a apropiarse de él a través de un universo simbólico, por el cual se produce una variedad de significaciones, interpretaciones y la proliferación de las nosologías”. Durante mucho tiempo se sostuvo la imposibilidad de determinar una causa para el surgimiento de la locura, por ejemplo, en el siglo XVII los alienados eran consideraros los poseídos del demonio. Desde este postulado religioso “se desarrollaron en el siglo XVII las nuevas prácticas hospitalarias, en las que “el régimen de fuerzas” no tiene el sentido de castigo sino de la salvaguardia” (Foucault, 1961:90)

Recién en el siglo XVIII el discurso médico–jurídico instaló un dispositivo de control social y de experimentación en torno de la locura que posibilitó el desarrollo de un nuevo campo de prácticas y saberes.

El asilo no sólo resultó el lugar de encierro del “loco” sino también de todo aquel sujeto considerado improductivo para la sociedad. Las nuevas prácticas de control social establecieron un viraje que va “de una política de aniquilación del transgresor, a una política de reintegración del que se ha puesto fuera del pacto social” (Varela, Sarmiento, Puhl, Izcurdia 2010:183)

En el sanatorio-prisión Ashecliffe el paciente psiquiátrico comparte el encierro con los criminales convirtiéndose en “el objeto de la violencia institucionalizada, la que actúa en todos los niveles, (…) pues el fin es justificar el control de los antisociales en un mundo civilizado” (Varela, Álvarez, Sarmiento 2011:11).

Durante el siglo XVIII aquel despojado de toda condición de existencia humana se transformó en la vía regia para toda una proliferación discursiva que fue configurando un nuevo escenario circunscripto al campo de la “alienación mental” brindando las condiciones de posibilidad para el nacimiento de la psiquiatría; ciencia que se ocupará de brindar una descripción exhaustiva del fenómeno de la locura bajo lo que Foucault denominó como el dispositivo de “la clínica de la mirada”.

En la primera parte del film el doctor Cawley instruye a los agentes federales a cerca de las modalidades de tratamiento psiquiátrico que se les administraba a los “alienados” en épocas pretéritas “hace tiempo la clase de pacientes que llegaban aquí eran encadenados y abandonados, los golpeaban, creían que los azotes curarían la psicosis, metían tornillos en su cerebro…los sumergían en agua helada hasta que se desvanecían o… ahogaban”.

Serán los siglos venideros los que, al decir de Foucault (1961), restituirán a la enfermedad mental su naturaleza humana, pero, enajenando al enfermo mental del mundo de los hombres y cercenándolo de la sociedad.

¿La locura o las locuras?

El primer médico psiquiatra dedicado al diagnóstico, tratamiento y atención de quienes comienzan a ser llamados “alienados” es el psiquiatra francés Phillippe Pinel, quien pone el acento en la observación clínica para describir lo real. En su Traité médico-philosophique sur l´aliénation mentale (1800) sostiene que “los alienados, lejos de ser culpables a quienes hay que castigar, son enfermos cuyo penoso estado merece todas las consideraciones debidas a la humanidad sufriente, y hay que buscar por los medios más simples el restablecimiento de su razón extraviada”.

Asimismo, encontramos en Pinel una mirada organicista de la locura; consideraba a la misma como una perturbación de las funciones intelectuales y la incluía dentro de las neurosis cerebrales, siendo el cerebro el asiento de la mente. Sin embargo, no pudo establecer una causa única y clara para la locura; admitió, además de las causas orgánicas, la existencia de causas morales para su surgimiento. Es por esa razón que se establece un tipo de tratamiento específico para la locura “el tratamiento moral” que consistía en aislar al alienado de sus lazos familiares y de los problemas del mundo con la idea de evitar las pasiones que agravan la alienación mental. Sobre la base de sus fundamentos, “la locura” se introducirá en el mundo de la medicina adquiriendo el estatuto de “enfermedad”.

En la misma escena que fue citada con anterioridad el discurso del doctor Cawley pareciera estar en sintonía con el enunciado Pineliano al explicar el tipo de tratamiento que se realiza en la institución psiquiátrica “Una fusión moral de la ley, el orden y el cuidado clínico… Los tratamos, intentamos curarlos, si eso falla al menos les damos un cierto grado de comodidad en sus vidas… tengo la idea radical de que si se trata a un paciente con respeto, se le escucha y se le entiende puede curarse…”

A partir del descubrimiento realizado por Bayle, en el siglo XIX, quien ubica en la meningitis la causa de la parálisis general progresiva (síntoma ubicado dentro de la locura como género único) se produce un viraje en la historia de la enfermedad mental. El descubrimiento de una causa precisa y clara que determina la enfermedad permite repensar el origen de la locura; abandonándose la idea de la misma como género único y dando origen a “las enfermedades mentales”.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (32 Kb)
Leer 19 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com