EL CONCEPTO DE DESCENDENCIA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO: UN ARGUMENTO EN CONTRA DEL ABORTO

Por: ANDREA CAROLINA VIRGÜEZ CARRILLO

La práctica del aborto se ha convertido desde hace aproximadamente 4 décadas en un tema que genera controversia en todas las esferas de la sociedad entre laicos y comunidades religiosas. Es posible que muchos cristianos sepan cuál es su posición pero no saben cómo defenderla. Otros, “no saben usar su Biblia para analizar los asuntos éticos contemporáneos. Para muchos, la Biblia no es relevante. Pero esta situación no puede continuar así. Los cristianos debemos aprender a pensar bíblicamente y cristianamente acerca de asuntos éticos.” (NYENHUIS & ECKMAN, 2002, pág. 195). El objetivo de este escrito es plantear algunos argumentos basados en el concepto de descendencia del Antiguo Testamento para tomar una posición en contra del aborto en cualquier circunstancia.

En el contexto bíblico-religioso, es legítimo y necesario preguntarnos, “¿cómo explicamos el silencio que guarda la Biblia acerca [de la práctica intencional] del aborto? La respuesta es muy sencilla. El aborto era algo tan impensable para una mujer israelita, que no hubo necesidad de mencionarlo en el código criminal,[…] era un acto impensable para ellas, porque los hijos se consideraban herencia del Señor […] además, según la Biblia, Dios es el que abre y cierra la matriz y es quien decide la concepción […] Así mismo, la esterilidad se consideraba una maldición […] porque podía provocar que se extinguiera el nombre de la familia” (Kerby, 2003, pág. 13). El salmo 139 “contiene el registro inspirado de David donde alaba a Dios por la soberanía divina en su vida […] en este pasaje David describe la relación de Dios con él, durante su crecimiento y desarrollo en el vientre de su madre. La Biblia no dice que la vida fetal es simple bioquímica, ni que David fue un pedazo de protoplasma que se convirtió en hombre” (Kerby, 2003, pág. 13).

También podríamos notar que bíblicamente son muchas las historias en las que la concepción y el tiempo de gestación fueron importantes para Dios, dado que durante ese momento llamó a personajes como Jeremías, Sansón, Isaías o Juan el Bautista, esto hace reconocer que para Dios a partir de la concepción de un niño su vida es valiosa. Además, los pasajes que mencionan la genealogía de cada familia, para denotar el evento de la llegada de un nuevo integrante, lo hacen diciendo “…concibió y dio a luz un hijo” dando igual importancia al primer momento como al último y no contemplando la posibilidad de vida sólo tiempo después de la concepción o hasta el nacimiento. “El aborto, entonces, es una práctica inaceptable desde el punto de vista de Dios. Él considera la vida prenatal de infinito valor. Destruirla voluntariamente significa destruir algo que él considera precioso. La sociedad […] puede tener el derecho legal de practicar el aborto […], pero no tiene el derecho ético delante de Dios” (NYENHUIS & ECKMAN, 2002, pág. 227).

Mujeres como Sarai, Rebeca, Raquel, la esposa de Manoa, Ana y Elizabeth, al ser estériles se sentían olvidadas y castigadas por Dios por no haberles dado descendencia y uno de los motivos es que la esterilidad “era un castigo espantoso para una sociedad que tenía en tan alta estima la prole numerosa” (Brown, Fitzmyer, & Murphy, 1971, pág. 263). Por tanto, considerar la posibilidad de interrumpir un embarazo intencionalmente sería rechazar las bendiciones de Dios que mujeres infértiles no tenían el privilegio de disfrutar.

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