El Gran Dilema

El gran dilema: convivir o casarse

En la actualidad se puede observar muchos casos en los cuales las parejas escogen la convivencia en lugar del matrimonio, por lo general, son parejas que piensan que el matrimonio no es sinónimo de felicidad y temen a una relación comprometida. Elegí este tema debido a su gran controversia y para resolver la siguiente cuestión: ¿Qué es lo más conveniente?

Sócrates decía que la verdad debe hacer del hombre un ser Virtuoso, el cual es: feliz, conoce y domina sus pasiones, etc. Por esto, basándonos en lo que dijo este gran filósofo, el hecho de convivir con una pareja significa dejarnos llevar por nuestras pasiones y de esta forma uno no podría llegar a ser Virtuoso y por consiguiente feliz. Entonces, se podría decir que de acuerdo a Sócrates, el matrimonio es la mejor opción, ya que no trata de pasiones frívolas, sino de un sentimiento verdadero: el amor.

De acuerdo a Platón, el alma debe vivir correctamente para ir al mundo de las ideas, y para cumplir este cometido es necesario que la razón domine sobre las pasiones. Al igual que Sócrates habla sobre que nuestras vidas no pueden ser guiadas por nuestros instintos carnales, Platón también menciona a la razón, la cuál debe de estar presente en todas nuestras decisiones más importantes. El hecho de decidir entre convivir o casarse requiere del uso de la razón ya que al casarse, uno demuestra que el amor y compromiso, se sobrepusieron a las necesidades físicas. Se puede usar de ejemplo el mito del carro alado, el caballo blanco que guía el carruaje representa el matrimonio, un acto puro con un sentimiento verdadero y un lazo eterno y el negro representa la convivencia, puede que con sentimientos pero sin ningún compromiso verdaderamente serio.

Finalmente, cabe mencionar a Aristóteles con su teoría del Acto-Potencial, el cual dice que todos los seres tienen la potencia de ser acto. Con lo que respecta al tema principal, el ser humano tiene la potencia de crecer, volverse profesional y entre sus opciones: casarse y formar una familia, pero no es común el hecho de mantener una relación íntima al vivir juntos sin estar en matrimonio.

Se puede concluir en base de las teorías de estos filósofos ya mencionados, que la opción más conveniente para tener una vida plena y feliz, es casarse. La convivencia lleva a dar rienda suelta a los instintos, con la intensión de satisfacer necesidades físicas y banales, sin ningún límite. En cambio, el matrimonio por lo general, es considerado la unión de una pareja que se ha demostrado verdadero amor sin la necesidad de algo físico, sino más bien, espiritual.

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