El Palancar, Hijo De La Escalcez Franciscana

CAPÍTULO I

EL PALANCAR, HIJO DE LA DESCALCEZ FRANCISCANA

1. Introducción.

El Palancar es el convento más pequeño del mundo y es conocido en Extremadura con el diminutivo de él conventino. El motivo de llamarlo de esa manera es la pequeñez de todas sus instalaciones, que en total llegan a medir unos 65 metros cuadrados.

Este convento es fundado por san Pedro de Alcántara, que llevó a cabo una reforma dentro del franciscanismo español en el siglo xvi, casi al mismo tiempo que lo hacía santa Teresa de Jesús en las Carmelitas.

Para saber que impulso a san Pedro a fundar una forma de entender el mensaje de san Francisco de manera tan radical es necesario tener presentes algunos elementos del momento:

La Iglesia que ve nacer a san Pedro de Alcántara supura por todo los lados anhelos de reforma, fruto del humanismo naciente. Se busca dentro d ela Iglesia una vida interior plena y el interés por la oración empieza a ser generalizado, con lo que surgen en esta época los grandes maestro del discernimiento espiritual en España: Teresa de Jesús, Juan de la Cruz, e Ignacio de Loyola, que sin distinguir entre hombres o mujeres o condición social intentan acercar a Dios a todos, encerrado, casi siempre, en las manos de una clase monástico-religiosa.

Así el Palancar se puede decir que es fruto de san Pedro, no solo porque lo fundara sino porque en esa construcción impregno su forma de ver la relación con Dios de una manera radical.

1.2 San Pedro de Alcántara

Nació en la villa de Alcántara hijo de una familia noble, pronto marchó a Salamanca con la intención de hacerse sacerdote, a pesar de lo brillante de su expediente, a los dieciséis años decide hacerse religioso.

En 1515 toma los hábitos de san Francisco en Majarretes dentro de la custodia extremeña, cambiando el nombre de Juan por el de Pedro, como signo de desnudarse del hombre viejo y nacer al nuevo.

San Pedro continuó sus estudios y después fue destinado a Badajoz, donde recibió las órdenes sagradas, dentro de la Provincia de san Gabriel, que destacaba por su amor a la pobreza, a la descalcez y a la providencia divina. San Pedro antes de los treinta años fue nombrado guardián de un convento de Cáceres, a pesar de que en su tiempo la edad mínima para ser guardián era de treinta años.

En los años sucesivos va ascendiendo en cargos, dentro de la estructura provincial, hasta llegar a ser ministro provincial. En esta etapa entra en contacto con san Francisco de Borja y los Jerónimos de Guadalupe.

.En un capítulo san Pedro recibe permiso del provincial para iniciar vida eremítica hasta que en 1557 le niegan el permiso para vivir vida eremítica.

En este mismo año recibe una casa y la fuente del Palancar, en la dehesa del Berrocal en Pedroso de Acim, en Cáceres, donde se va a vivir con un compañero, primero en dos habitaciones y una capilla y, después, en el pequeño convento que él construiría.

Se incorporó a la custodia de san José de los conventuales reformados, donde en 1559 es nombrado comisario general, aunque finalmente se unirán a los observancia, los actuales menores. Años después conoce a santa Teresa.

Muere a la edad de setenta y tres años en la villa de Arenas de san Pedro, en Ávila. Muy pronto se inicia su proceso de beatificación y canonización.

1.3 Historia del Palancar:

San Pedro obtiene ese lugar como regalo así era como convenía a su condición de franciscano, lo tomó en uso simple y de prestado en 1557.

Los primeros habitantes de este lugar son san Pedro y su compañero fray Miguel de la Cadena. Lo que hacen nada más llegar es realizar unas pequeñas modificaciones a la casa de campo ya existente y transformar en capilla alguna de las dependencias existentes.

De esta primera residencia no se conserva ninguna descripción, pero no sería del gusto del santo seguramente porque no podía albergar a una comunidad con una vida regular.

Para que os hagáis una idea de la vida que llevaban los frailes que habitaban los muros que luego veremos, daré unas breves pinceladas sobre sus ordenaciones:

Vida común fuertemente realzada, que vive con sentido providencialista y al día.. Los frailes se sostienen con limosnas, y tiene prohibido almacenar en la despensa más que aceites y legumbres, y en poca cantidad.

Oración: Es la ocupación principal de los frailes, rezando el Oficio Divino completo, además de tres horas de oración mental y también otras de oración vocal. El oficio ha de ser rezado bien, devoto y sobrio. Con semitono siempre que se pueda.

Disciplina: Todos los días del año se ha de hacer la disciplina, excepto domingos y fiestas de guardar.

Pobreza: Concretada en edificios, objetos, descalcez, vestidos, alimentos… Su reglamento decía: «en el edificio donde han de morar los frailes resplandezca toda vileza y pobreza y ninguna madera de él sea labrada a cepillo…..los atajos y tabiques sean de ladrillos o adobes.» Los hábitos debían ser viles, de bajo costo y con tela áspera, además, los sanos, debían ir descalzos.

Todo esto nos hace ver la radicalidad que llevaban, y como ellos veían el entregarse a Dios.

1.4 Arquitectura del Palancar

En este apartado veremos cada uno de los elementos de este convento, decir, que esta englobado en uno posterior del siglo XVIII, con lo que es imposible verlo a primera vista.

1.4.1 Portería

La portería del antiguo convento alcantarino la encontramos comunicando el conventito con la iglesia del siglo XVIII, y esta daba a una explanada, de donde partía un camino hacía el pueblo próximo.

1.4.2 Claustro bajo y alto

Es un claustro de mínimos medidas, si cuatro personas extienden los brazos pueden rodearlo. Esta sujeto por vigas de madera y sus pisos son de cañizo.

Mucho tiempo después de san Pedro se recubrió de mampostería, para evitar el exceso de humedad, en la última reforma se volvió al cañizo.

1.4.3 Refectorio

Es un

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