FALSOS PROFETAS: RELIGIONES A LA CARTA

FALSOS PROFETAS: RELIGIONES A LA CARTA

Comencemos por hacer una breve descripción de los falsos profetas. Al respecto conviene decir que estos se consideran y autoproclaman enviados de Dios, con dones y poderes para redimir y salvar a la humanidad según ellos.

La verdad es que, debiéramos pasar primero revista a la Sagrada biblia y ahí encontraremos que desde hace miles de años se anunció que vendrían falsos profetas.

Retomando el tema de los falsos profetas y ubicándonos en la época actual observamos como proliferan las personas tener la unción de Dios para expulsar males, maleficios y enfermedades. Estos falsos profetas pueden ser demagógicos, demoniacos, con intereses lucrativos y personales.

Esta claramente el caso de Tony Jones afirma que el pecado de Adán y Eva no es responsable del pecado del resto de la humanidad. En cierto modo, esto es cierto, pues cada hombre que sido concebido es responsable de su propio pecado, pero lo que dice la Biblia es que Adán actuó en representación de toda la humanidad, y cuando cayó, con él se hundió toda la humanidad.

Otro ejemplo claro es el de marino Gutiérrez quien violo a una niña de 11 años de edad, este fue condenado a 10 años de cárcel en Santiago de Chile.

Dios dijo:”Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el cristo; y a muchos engañarán…Porque se levantarán falsos cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos” (Mt. 24: 4, 5; 24)

Hay muchos falsos profetas en nuestros días que engañarán a muchas personas. Aunque estos falsos profetas puedan alegar conocer y comunicar la verdad de Dios, están esparciendo mentiras. Los falsos profetas son realmente lobos rapaces, peligrosos y hambrientos, disfrazados de oveja. Por lo tanto, pueden ser tan espiritualmente peligrosos y mortales para los cristianos, como un lobo salvaje y oculto lo es para una manada de ovejas.

Así llegamos a la conclusión de que la autoridad suprema y autorizada por Dios mediante la cual Él habla a su pueblo, es su sagrada palabra.

Preguntémonos: “Si estoy siendo engañado, cómo puedo saberlo? La respuesta es simple: Compare todo lo que le enseñan, con su Biblia, no mediante la lectura aislada de algunos textos, sino mediante el estudio personal y juicioso de las Escrituras. La Biblia nos muestra que nadie es engañado inocentemente, sino que cada uno es tentado usando los propios deseos internos.

No hay excusas. Quien realmente busca al Altísimo Dios, lo encontrará. Esa es una promesa del mismísimo Creador de Todo.

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