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Falso profeta igual a falso maestro


Enviado por   •  10 de Junio de 2014  •  Ensayos  •  1.461 Palabras (6 Páginas)  •  270 Visitas

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Falso profeta igual a falso maestro

En Segunda de Pedro 2:1 hay una declaración impresionante.

“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.” (RVR60)

Pedro aquí declara que el equivalente de los falsos profetas del Antiguo Testamento son los falsos maestros de los tiempos finales. Durante el período del Antiguo Testamento los falsos profetas fueron un grave problema para Israel, hombres que reclamaban hablar por Dios pero que solamente hablaban por si mismos. Pedro dice que aun queda esa clase de personas, solo que ahora existen como falsos maestros.

Esta comparación nos impulsa a indagar sobre la naturaleza de los falsos profetas del Antiguo Testamento, para así tener una mejor idea de qué nos advertía Pedro. Un breve estudio del tema revela las siguientes características destacables de los falsos profetas del A.T. ¿Tenía Pedro razón al compararlos a los falsos maestros modernos? ¿Qué piensas tú?

1. Los falsos profetas decían a la gente las cosas que quería oír, y no las que necesitaba oír.

“Si alguno andando con espíritu de falsedad mintiere diciendo: Yo te profetizaré de vino y de sidra; este tal será el profeta de este pueblo.” Miqueas 2:11

“Y yo dije: ¡Ah! ¡Ah, Señor Jehová! He aquí que los profetas les dicen: No veréis espada, ni habrá hambre entre vosotros, sino que en este lugar os daré paz verdadera.

Me dijo entonces Jehová: Falsamente profetizan los profetas en mi nombre; no los envié, ni les mandé, ni les hablé; visión mentirosa, adivinación, vanidad y engaño de su corazón os profetizan.” Jeremías 14:13,14

Los falsos profetas siempre atraían multitudes. Sabían lo que la gente quería y cómo entregárselo. Les sobraba la personalidad y el carisma. No faltaba gente en Israel que prefería oír un mensaje de bendiciones incondicionales, prosperidad y la condonación de sus pecados, en lugar de una denuncia de sus transgresiones, la amenaza de castigo divino y llamadas al arrepentimiento y al cambio radical en su estilo de vida.

2. Los falsos profetas usaban sus posiciones como medios de lucro personal más que como medios de ministerio.

“Sus jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en Jehová, diciendo: ¿No está Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros.” Miqueas 3:11.

Los falsos profetas “lo hacían por el dinero”. Veían a su ministerio como un negocio, un medio para quitarle el dinero a la gente. Acumulaban riquezas y las exhibían, siempre confiando que el Señor les respaldaba absolutamente.

3. Los falsos profetas vivían vidas marcadas por vicio, licencia y pecado en vez de por santidad.

“Pero también éstos erraron con el vino, y con sidra se entontecieron; el sacerdote y el profeta erraron con sidra, fueron trastornados por el vino; se aturdieron con la sidra, erraron en la visión, tropezaron en el juicio.” Isaías 28:7.

Los falsos profetas no conocían el temor de Jehová. Sus brújulas de la moralidad estaban perdidamente descompuestas. Se habían convencido que podían vivir estilos de vida mundanales y seguir siendo los mensajeros de Dios. Creían que el ministerio era “algo que hacían”, algo que podían encender y apagar a voluntad. Llegaron al extremo de intentar ministrar proféticamente en estado de embriaguez. No creían que una vida de santidad era necesaria para sostener su ministerio.

4. Los falsos profetas se robaban las ideas uno del otro, para así mantenerse “al día” con la última palabra de moda, en lugar de sinceramente buscar y declarar la palabra de Jehová.

“Por tanto, he aquí que yo estoy contra los profetas, dice Jehová, que hurtan mis palabras cada uno de su más cercano.” Jeremías 23:30

Los falsos profetas se copiaban los mensajes, en medida que uno u otro inventaba un mensaje más novedoso y popular. Su estado de bancarrota espiritual personal quedaba evidente por sus flagrantes imitaciones unos de otros. Al producirse este fenómeno, sin duda diferentes “palabras de moda” llegaron a existir entre las creencias del pueblo.

5. Los falsos profetas manipulaban y controlaban a sus seguidores en vez de servirles.

“Así ha dicho Jehová acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, y claman: Paz, cuando tienen algo que comer, y al que no les da de comer, proclaman guerra contra él.” Miqueas 3:5

Los falsos profetas usaban

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