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FUERZA EXPLOSIVA Tú tienes una fuerza explosiva dentro de ti.


Enviado por   •  29 de Noviembre de 2015  •  Ensayos  •  1.755 Palabras (8 Páginas)  •  139 Visitas

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FUERZA EXPLOSIVA

Tú tienes una fuerza explosiva dentro de ti.

Hechos 1:8 “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”

Recibiremos  Poder, que es igual a Dinamita. Los que tienen el Espíritu Santo, tienen dinamita por dentro. No se puede concebir a alguien que habla lenguas y no es explosivo, la dinamita no se usa para otra cosa que no sea para Explotar! para Destruir! O PARA TRANSFORMAR EL LUGAR DONDE SE ENCUENTRE. Nadie que tiene el Espíritu Santo no puede vivir una vida aguada, estéril e insípida, porque dentro de ellos está el Poder, la Dinamita de Dios.

¿Cuántos quieren Explotar? ¿Cuántos quieren destruir las obras del diablo? Ser Dinamita  no se logra con una oración simple y aguada. no puedes explotar afuera, si primero no explota adentro. La Dinamita se le trata con sumo cuidado, y si eres dinamita, no puedes dejarte maltratar por Satanás y por la circunstancias. Explótalos tú a ellos.

Al diablo le gusta que esa fuerza que tiene la Iglesia por naturaleza, sea controlada por él, pero sabes qué?, lo que Dios puso en nosotros es sumamente Explosivo, yo lo comparo con la Nitroglicerina, que con un poco cantidad explota en un gran espacio. Y ese Poder, ni el hombre ni el diablo puede controlarlo. Es que lo que tenemos dentro Explota! El Diablo debe tratarnos con cuidado, porque lo que tenemos por dentro explota en cualquier momento!!!! Todo lo que él ha edificado por años, contra nosotros, contra nuestras familias, contra nuestra nación, va a ser derribado en cualquier instante!!!!

Dile al que tienes al lado: “Tú tienes una fuerza explosiva” Explota al Diablo

La biblia nos narra una historia en Números 13.

Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel; de cada tribu de sus padres enviaréis un varón, cada uno príncipe entre ellos.

Y Moisés los envió desde el desierto de Paran, conforme a la palabra de Jehová; y todos aquellos varones eran príncipes de los hijos de Israel. Los envió, pues, Moisés a reconocer la tierra de Canaán, diciéndoles: Subid de aquí al Neguev, y subid al monte, observad la tierra cómo es, y el pueblo que la habita, si es fuerte o débil, si poco o numeroso;cómo es la tierra habitada, si es buena o mala; y cómo son las ciudades habitadas, si son campamentos o plazas fortificadas;y cómo es el terreno, si es fértil o estéril, si en él hay árboles o no; y esforzaos, y tomad del fruto del país.

Y era el tiempo de las primeras uvas.Y ellos subieron, y reconocieron la tierra desde el desierto de Zin hasta Rehob, entrando en Hamat…. llegaron hasta el arroyo de Escol, y de allí cortaron un sarmiento con un racimo de uvas, el cual trajeron dos en un palo, y de las granadas y de los higos. Y volvieron de reconocer la tierra al fin de cuarenta días.

Y anduvieron y vinieron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación de los hijos de Israel, en el desierto de Parán, en Cades, y dieron la información a ellos y a toda la congregación, y les mostraron el fruto de la tierra. Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella.Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac.

Entonces Caleb (Junto con Josue) hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos. Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros. Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.

En esta historia encontramos 10 espías atemorizados frente a la circunstancia, viendo solo los gigantes y no el fruto de la tierra. Diez espías que al ver los gigantes se les olvido TODOS los milagros que Dios había hecho por ellos.

¿Y cuantas veces tú y yo actuamos así? Vemos la circunstancia que nos rodea, el problema, y decimos no podre con esto, cuando Dios te ha dicho que todo lo puedes en Cristo que te fortalece.  El miedo se apodera de ti, y prefieres seguir como los diez espías pasando trabajo en el desierto, que asumir el reto, vencer a los gigantes y pasar a la tierra que fluye leche y miel.

Y más adelante encontramos en Deuteronomio 1  como Dios les dice:  te dije sube y toma posesión de ella, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho; no temas ni desmayes.

Sin embargo, no quisisteis subir, antes fuisteis rebeldes al mandato de Jehová vuestro Dios; dijiste Este pueblo es mayor y más alto que nosotros, las ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; y también vimos allí a los hijos de Anac.

Yo les dije: no teman, yo peleare por ustedes, y les recordó todo lo que el había hecho por ellos desde que Salieron de Egipto, como un mar se abrió antes ellos y todo lo que hizo por ellos y con todo eso AUN NO CREYERON.

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