Horizontalizacion de una doctrina.,.
mussgo_flexicoEnsayo24 de Marzo de 2017
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Sirviendo a Dios con misericordia
Base Bíblica: Mateo 9:13
hoy en día vemos mucha gente frustrada, esta frustración es provocada por las diversas adversidades o circunstancias de la vida cotidiana que se originan por diversos factores, tales como el divorcio, embarazos fuera del matrimonio, encarcelamiento, enfermedades, abandono, el alcoholismo o cualquier otro tipo de vicio, violencia intrafamiliar, abusos, la pérdida de un ser querido, etc. Podría continuar la lista, pero creo que jamás terminaría, la frustración puede estar en niveles muy bajos, casi imperceptibles, o en niveles muy altos provocando una depresión, algunos han dicho que la depresión es la antesala de la muerte.
En algunos de los casos de frustración o depresión, el individuo afectado entra involuntariamente, es decir que es la consecuencia, el cambio del estado de ánimo, de un suceso que es de fuerza mayor (que no está dentro del control de la persona); en otros casos, la depresión o la frustración es la consecuencia de las decisiones y actos del individuo que han dañado su propia personalidad, integridad moral, estado emocional, salud espiritual, físico, relaciones personales, o relaciones familiares.
La iglesia, el cuerpo de Cristo, lejos de juzgar a estas personas que están en este tipo de situación, ya sea por un suceso desafortunado o por las malas decisiones tomadas por las razones equivocadas, debe de enriquecer la personalidad del individuo, es decir: hacerles el bien según sean sus necesidades físicas, espirituales o emocionales, o bien, si el caso lo demanda, todas.
Muchas de las cosas que hacemos dentro de nuestra congregación local como el orar, el sacrificar nuestro tiempo para estar en nuestro culto, el invertir dinero en la decoración de la casa de oración o los convivios que hacemos como congregación los llamaremos sacrificios, y no están mal, de hecho todo eso tiene un fundamento Bíblico; todo esto lo hacemos porque sabemos que es bueno y lo hacemos para Dios porque nos han enseñado, por medio de la palabra, que Dios es el único digno de que hagamos sacrificios, ofrendas y holocaustos; hoy en día no agradamos a Dios con sacrificio de animales, pues ahora ya no es necesario, ya que lo que Dios nos demanda es OBEDIENCIA A SU PALABRA, el sacrificio por nuestros pecados fue Cristo.
Tenemos una tendencia a contrastar a nuestro Dios, el único ser digno de que hagamos algo en lo que él se agrade y complazca, con el ser humano, un ser pecaminoso el cual no es digno de que hagamos algo bueno por él; ambos razonamientos están en lo correcto, Dios es perfecto, en el no hay falla y es digno de toda hora, loor y poder por su grande amor sustentador, por ser nuestro salvador y por ser nuestro creador; y el hombre es un ser imperfecto, creación y pecador, por lo tanto, es un ser indigno.
Que el hombre sea, por naturaleza, indigno, no debe de significar que no haremos nada por él. Dios nos presenta el hombre como nuestro prójimo; el prójimo es toda la humanidad, pero a una escala micro, el prójimo más cercano a nosotros, como iglesia local, son primero nuestros familiares, después nuestros hermanos en Cristo y después nuestros vecinos de nuestra comunidad. ¿Sería un acto inmoral estar dentro de nuestras casas de oración enfocados únicamente a nuestra liturgia tradicional mientras observamos, sin hacer nada, como la sociedad que nos rodea se destruye por consecuencia de la frustración y depresión que produce el pecado?,
La respuesta no la da claramente el pasaje de Mateo 23:23; no es malo hacer lo que hacemos en nuestra liturgia, pero es importante hacer esto (juicio, misericordia y fe) sin dejar de hacer aquello (sacrificios y holocaustos); G. Bromley Oxnam en su libro “el ético ideal de Jesús en el cambio del mundo” dice:
Jesús creía que la personalidad era de un valor supremo. Puso al hombre sobre todas las cosas. La cuestión sobre el bien y el mal se decidió al referirla a su estimación del valor de la persona. Enriquecer la personalidad es hacer el bien. Destruirla es hacer el mal. El hombre tiene un valor infinito.
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