ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Iglesia, ¿Edificio o pueblo de Dios?


Enviado por   •  22 de Diciembre de 2019  •  Apuntes  •  678 Palabras (3 Páginas)  •  155 Visitas

Página 1 de 3

Temas posibles:

  1. Iglesia, ¿Edificio o pueblo de Dios?
  2. ¿A qué fui llamado?
  3. Métodos de defensa personal.
  4. ¿Arrugado o planchado?


NUMERO 4 – ¿Planchado o arrugado?

Pregunta inicial:

¿Cómo te gusta usar la ropa; arrugada o planchada? ¿Por qué?

Explicación:

(Según respuestas) A aquellos que dijeron que es porque se verán más bonitos, Dios hace eso contigo al momento de plancharte.

Al principio antes de llegar a conocer a Dios y su bondad, nuestras vidas están como la ropa arrugada; con pecado, con preocupación, con dolor, con maldad y con problemas, sin dejar que alguien venga a por nosotros o  a nuestro rescate, con una mano para ayudar y con un corazón dispuesto a acompañarnos durante el viaje e incluso de regreso.

Cuando Jesús llega a nuestras vidas, la ve y conoce que tan arrugados estamos incluso si nosotros no le hemos comentado nada y nos ofrece plancharnos; nos ofrece paz, consolación, amor, protección e incluso amistad. También viene con sus brazos abiertos a darnos aquella esperanza que nuestras vidas necesitan.

Dice la Biblia en 2 de Corintios 5, 17:

‘‘A Dios no le interesa lo que hayas hecho en tu pasado, a él lo que le interesa es Salvarte, Libertarte, Sanarte y Renovarte.’’

Pero que sucede...

Como literalmente pasa en nuestro día a día, una ropa o un papel no permanece siempre limpio o planchado. Por ejemplo, cuando se lava la ropa en una casa; hay personas que las planchan de una vez. Esas ropas que se planchan justo luego de acabar de lavar, al momento de darle uso, no están justo como en el momento que se guardaron en el closet. Y también que cuando vuelven y se lavan, obviamente, ya no están igual.

También se da el caso de que planchamos el pantalón o falda de la escuela o trabajo y vuelve y el filo se deshace, la camisa otra vez no se ve cómo debería y resulta que ese tipo de cosas pasan con nosotros.


Luego de que Dios nos plancha, es decir, que nos cambia, hay momentos en los que volvemos a tener arrugas en nuestras vidas; volvemos a pecar, a caer en tentaciones, a criticar, a hacer y pensar cosas que no deberíamos, no nos preocupamos por nuestra vida tanto espiritual como normal y hacemos cosas que no nos llevan a seguir los pasos de Jesús incluso si ya somos cristianos.

Y paso a paso y de reversa vamos regresando al mismo lugar de donde Dios nos sacó. Pero ¿Qué es lo que nos saca de allí? ¿Qué es lo que nos hace saber a nosotros que estamos mal? El Espíritu Santo es quien obra ahí. Y por eso es que en nuestro diario vivir, cada vez que pecamos, lo reconocemos y decimos como está escrito en el Salmo 51, 1-2:

‘‘Conforme a la multitud de tus piedades, borra mis rebeliones. ¡Lávame más y más de mi maldad y límpiame de mi pecado! 

Me explicare más gráficamente:

Dinámica:

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (4 Kb)   pdf (64.9 Kb)   docx (9.2 Kb)  
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com