JESUCRISTO Y LA PERSONA DE HOY

PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DEL ECUADOR

FACULTAD DE MEDICINA

JESUCRISTO Y LA PERSONA DE HOY

Nombre: Paúl Toapanta

Paralelo 2

Fecha: martes 15 de mayo de 2018

• INFORME DE LECTURA – JESÚS, APROXIMACIONES HISTÓRICAS

En el texto se nos muestras algunas perspectivas históricas en cuanto a los tiempos en los que se movió Jesús, como también explicando acontecimientos importantes de la vida de este profeta. En cierta manera, las motivaciones de Jesús para expandir la palabra y la promesa del “reino de Dios” guardaban una inmensa relación con su contexto desde el punto de vista económico, social y cultural. Además de ser originario de una región casi desconocida para las otras poblaciones o grandes ciudades del Imperio Romano. No estaba de acuerdo con esa desigualdad para los que menos tienen y el empoderamiento de las clases élite a costa del trabajo duro de la clase menos privilegia. En Nazareth, Jesús vivía en carne propia la situación de vida de los campesinos, los artesanos, indigentes y prostitutas. Desde aquí ya se puede entender de mejor manera su ideología en cuanto a predicar un estilo de vida alejada de riquezas y adoptando un actuar más humilde. Él mismo practicaba esto en la medida de que este es una forma de acercarse a Dios, con la clase menos privilegiada que era abandonada.

Se puede decir que esta es otra de las características de Jesús que reflejaba el grado de convicción que tenía con su obrar en la predica de la palabra de Dios. Pero sin lugar a duda el paso definitivo que lo señalo de entre los demás fue el abandonar a su familia para continuar con su trabajo. Esto exponía hacia los demás el grado de entrega y amor hacía lo que hacia y la entrega a los demás para llevarles el mensaje del reino de Dios. En esta etapa de su vida, al viajar a otras tierras surge una persona que serviría de inspiración para Jesús en su labor de predica y convivencia con las personas que adoptaban su mensaje.

En tiempos donde existía un decaimiento social bastante notorio, y en términos bíblicos, el pecado y el alejamiento de la palabra de Dios suponían la llegada de un inminente castigo y juicio Divino, Juan Bautista actuó como el intermediario para que este juicio sea tomado desde el arrepentimiento y acogida del perdón de Dios por parte de las personas. Como todo profeta, suponía un peligro para la estabilidad del rey, por lo que fue encarcelado y posteriormente ejecutado.

Al quedar su labor inconclusa, Jesús se presenta para continuar con esta visión, pero lo hace de una perspectiva distinta a la de Juan. No prepara a las personas a recibir el juicio desde la perspectiva de un castigo por la ira de Dios, sino desde la idea de recibir el perdón de Dios y su reino instaurándose como forma de adoptar cambios para ser encaminados a la salvación.

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