JESUS NOS ENSEÑA A SERVIR ES NUESTRO MAESTRO
yaort15 de Julio de 2015
1.432 Palabras (6 Páginas)283 Visitas
JESUS NOS ENSEÑA A SERVIR EN NUESTRO MAESTRO
Jesús es el maestro que nos enseña a servir. Su vida es todo servicio porque es todo amor. El reina sirviendo. El no vino para ser servido sino para servir, El lavó los pies a sus discípulos, lo cual era un servicio reservado para los esclavos mas humildes. Si somos sus discípulos debemos imitarle. El servicio se fundamenta en la imitación a Cristo, en la escucha atenta para descubrir su voluntad. No solo rezar a nuestra manera sino escuchar a Dios. Cuando oramos solemos hablar demasiado y escuchar poco. Estamos centrados en nuestra propia agenda. Entonces el trabajo se malogra, es activismo que no hace bien. Marta de Betania quería servir pero no sabía que primero debía escuchar al Señor. Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada.» -Lucas 10,41-42 El mas grande es el que mas sirve (y el que mas escucha): Jesús sabía que el era Dios: "sabiendo que el Padre le había puesto todo en sus manos y que había salido de Dios y a Dios volvía," Juan 13,3 Sin embargo sirve haciendo el trabajo mas humilde: "se levanta de la mesa, se quita sus vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó...." Juan 13,4 Servir no se trata de impresionar sino de amar. No se trata de activismo sino de responder a la voluntad de Dios. Los Apóstoles camino a Jerusalén todavía no sabían escuchar. Así es el corazón del hombre. Busca puestos importantes. No entiende que todo puesto es solo en función de servicio y que debemos recibir de Dios la misión. Marcos 10,32-45 Iban de camino subiendo a Jerusalén, y Jesús marchaba delante de ellos; ellos estaban sorprendidos y los que le seguían tenían miedo. Tomó otra vez a los Doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder: «Mirad que subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; le condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles, y se burlarán de él, le escupirán, le azotarán y le matarán, y a los tres días resucitará.» Se acercan a él Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dicen: «Maestro, queremos, nos concedas lo que te pidamos.» El les dijo: «¿Qué queréis que os conceda?» Ellos le respondieron: «Concédenos que nos sentemos en tu gloria, uno a tu derecha y otro a tu izquierda.» Jesús les dijo: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber, o ser bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado?» Ellos le dijeron: «Sí, podemos.» Jesús les dijo: «La copa que yo voy a beber, sí la beberéis y también seréis bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado; pero, sentarse a mi derecha o a mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado.» Al oír esto los otros diez, empezaron a indignarse contra Santiago y Juan. Jesús, llamándoles, les dice: «Sabéis que los que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores absolutos y sus grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será esclavo de todos, que tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos.» El servicio desinteresado fluye del corazón que ama. Servir es una forma de ser antes de convertirse en una actividad. Servimos porque SOMOS servidores. Tenemos el corazón bien dispuesto por la escucha obediente al Señor. Ocurre cuando el corazón
...