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LA ORACION Y EL AYUNO


Enviado por   •  3 de Marzo de 2013  •  642 Palabras (3 Páginas)  •  461 Visitas

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LA ORACION Y EL AYUNO

(1Ts 5:17) Orad sin cesar.

(1Ti 2:8) Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.

1Pe 3:7 Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.

(Sal 10:17) El deseo de los humildes oíste, oh Jehová;

Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído,

Luc 18:1 También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar,

(Flp 4:6) Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

1Jn 5:15 Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.

Jua 14:13-14 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. (14) Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.

Efe 6:18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;

Rom 8:26-27 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. (27) Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.

Ecl 5:1-2 Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal. (2) No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.

Job 1:5 Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días.

Mat 6:5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres;(B) de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

2Sa 6:18-20 Y cuando David había acabado de

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