LA RELIGIÓN Y EL VACÍO MORAL PRESENTE EN LA SOCIEDAD ACTUAL

LA RELIGIÓN Y EL VACÍO MORAL PRESENTE EN LA SOCIEDAD ACTUAL

       En el presente ensayo, se busca determinar si la religión puede llenar el vacío moral presente en la sociedad actual, la cual, luego de la edad media y el paso a la época contemporánea, ha dejado a un lado la religión para dar paso a el racionalismo, la política y la economía como tema relevante en un mundo regido por las comunicaciones y la información que se comparte en cada segundo.

       Actualmente, la sociedad ha puesto la religión como un conjunto de creencias de poco interés, donde la esta solo puede reconocerse a sí misma en un estado de renegación frente a la inmensa cantidad de información que los medios comparten día a día, en especial cuando estos la ignoran y solo la mencionan en ocasiones especificas donde sea estrictamente necesario tomas la posición de la iglesia como punto de referencia frente a determinado debate moral, ideológico o jurídico.

       La religión; independientemente de cual; plantea diferentes valores y principios éticos para que la vida en comunidad se desarrolle de manera óptima. Entre estos suele estar el respetar a los demás sin importar su estado político o social, el estar dispuesto a compartir mis bienes con personas que los necesitan y el reconocer la poca relevancia de una sola persona en un mundo o universo entero. Para bien o para mal, estos principios básicos han sido, casi en su totalidad, olvidados, pero hasta qué punto, en relación con la forma de vida y pensamientos de las personas de la época actual, es necesario seguir estos valores con el fin de pertenecer a una sociedad, donde están presentes normas y leyes establecidas por esta misma con el mismo fin.

       No es nuevo el encontrar personas que ubican a la religión y a la moral como temas irrelevantes en sus vidas atareadas; además de quienes piensan, actúan y viven solo luego de considerar la aceptación de sus actos por parte de la iglesia y sus planteamientos. Pero independientemente de cómo una persona en su individualidad acepte y aplique sus creencias religiosas, no es posible afirmar que esta es necesaria para plantear principios que solucionen la falta de criterios en el actuar de las personas. Todo se podría reducir a aceptar a una persona por su comportamiento es soledad y no en lo que aparenta ser en sociedad. El planteamiento de los principios y valores debe ser personal, en lo posible ubicándose en un contexto social inevitable, y por tanto una decisión de cada persona si desea reconocer sus posibles faltas y corregirlas, pero este proceso indispensable para un ser social como el hombre no requiere ser intervenido por instituciones como la iglesia o el estado (sin embargo, estos pueden ser un soporte en las decisiones que se tomen) y es posible gracia a que el hombre ha sido capaz de definir su razonamiento en relación con el contexto y circunstancias que se presenten.

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