EL MACHISMO DICE “PRESENTE” EN LA SOCIEDAD ACTUAL

EL MACHISMO DICE “PRESENTE” EN LA SOCIEDAD ACTUAL

Rivera, M. & Torres, D.

A través de los años, la mujer ha sido infravalorada, lo cual es notable en el rol que se les impone a las mismas según estereotipos sociales. El género femenino se ve marcado en la niñez con frases tales como “llorar es para niñas”. A medida que la mujer va formándose, se presentan más estos prejuicios, así guiada por el sexismo la sociedad genera una lista de carreras profesionales que “son para mujeres”, provocando que en el campo laboral una mujer que desempeñe una profesión no perteneciente a esta lista sea cuestionada. ¿Son las mujeres tomadas en cuenta de la misma forma que los hombres?, justamente, a continuación se desarrollara de forma clara la respuesta a este interrogante. En este sentido, se pretende explicar qué nuestra sociedad aún sigue teniendo comportamientos machistas

En primera instancia, se puede afirmar que en la sociedad actual prevalecen comportamientos discriminatorios hacia las mujeres. Según Rodríguez (2008), Las mujeres son frecuentemente asociadas a cualidades como la irracionalidad,  dependencia, emotividad y subjetividad. Esta misma autora, dice que las cualidades usualmente ligadas a las mujeres se consideran un obstáculo para que estas desarrollen carreras científicas. De tal manera el pensamiento machista y la salida a flote de comportamientos asociados a él, llevan a la discriminación de género, tomando a la mujer como un ser que no se puede valer por sí mismo.

En una encuesta hecha por Gallup (como se cita en la revista Semana, 2015), a 22 países en Latinoamérica, como respuesta a el interrogante de si las mujeres en sus países son tratadas con dignidad y respeto, alrededor del 35% de los adultos respondieron de forma afirmativa. Colombia y Perú se apreciaron como los países con peor trato hacia el género femenino de América Latina, pues solo 20% de los encuestados dijeron que las mujeres son tratadas dignamente. Los países latinoamericanos con los mejores resultados fueron Ecuador con un porcentaje de 63%, Uruguay con 57% y Venezuela y México con 54%. En Asia, el porcentaje fue de 76%, en Oriente Medio de 65% y en Europa de 72%. Estas cifras representativas, demuestran que a pesar de estar en el siglo XXI y existiendo “la igualdad de derechos para ambos géneros” en algunos países del mundo; el machismo sigue siendo el pan caliente de la sociedad.

Por otra parte, otro generador de este problema recae en que la sociedad se ve envuelta en estereotipos sexistas. Es recalcable que los seres humanos desde el principio de los tiempo han menoscabado a la mujer y, el hecho causal por lo cual se sigue presentando estereotipos sociales es la forma como son enseñadas las nuevas generaciones. Según Harding (1920), a sociedad está tan sumergida en la racionalidad científica y el género, que les impide tomar las críticas feministas no como blasfemias si no como razones que crean un pensamiento más abierto. La imagen formada acerca del rol que “debe” tomar la mujer ha generado barreras dentro del pensamiento social, causando de una u otra forma que el género femenino sea subestimado y la opinión de una mujer no cause tanto peso como la de un hombre.

Calvo (2012) manifestó que en los comerciales donde aparecen mujeres enfermeras con falda y cofia blanca se transmite el estereotipo en la labor o profesión representada, diciendo en instancia que la carrera de enfermería debe ser solo para las mujeres. Este es un hecho relevante, pues es muestra de un pensamiento tradicional, el cual se limita a colocar profesiones respectivas según el género, algo así como lo que decían nuestras abuelas “las mujeres deben atender el hogar, mientras sus maridos trabajan para mantenerlas”, no tomando en cuenta las capacidades que tiene cada persona independientemente de su género y cómo se sienten al hacer una labor respectiva. Es claro que dentro de la sociedad, la imagen de las labores que “debe” hacer un hombre y una mujer está marcada de tal forma que se crea en las mentes, voluntaria o involuntaria, una lista clasificada para cada género, que impide ver más allá de las capacidades que posee algún ser humano en particular.

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