ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

LECCIÓN No. 2 UNA RELIGION RAZ0NABLE Y SOBRENATURAL


Enviado por   •  22 de Noviembre de 2019  •  Síntesis  •  2.376 Palabras (10 Páginas)  •  183 Visitas

Página 1 de 10

LECCIÓN No. 2 UNA RELIGION RAZ0NABLE Y SOBRENATURAL

Nuestra Religión Eleva el raciocinio humano al plano de la fe

El hombre posee dos perfecciones la inteligencia y la voluntad. Por ellas es capaz de conocerse, de comprenderse y de conducirse. Por la inteligencia puede observar y decidir; por la voluntad puede realizar. Por el conjunto de ambas facultades es la única criatura responsable.

LA RAZON NOS LLEVA A DIOS:

El hombre tiene facultades de conocimiento suficientes para poder entender que la creación nos revela inexcusablemente la existencia de su creador con todos sus atributos; el orden del universo desde el astro hasta el átomo, guardando todo una precisa correlación ordenada y armoniosa DIOS ES EL ORDENADOR DE TODO.

La voz de la conciencia, nos hablara de nuestra limitación frente al Creador; de la existencia del mal y bien, siendo el mal el rechazo y el bien la aceptación del plan de Dios

RELIGION NATURAL

Cuando el hombre, siguiendo dócilmente los dictados de la razón se somete con entera aceptación de la voluntad divina, para colaborar con su creador a la realización, de sus planes, practica la Religión Natural, que no es otra cosa que el acto de reconocimiento, asumiendo la actitud de quien ama y trata de agradar.

Desgraciadamente, por la soberbia y el egoísmo (preferencia del yo) muchas veces el hombre no quiere doblegarse para servir y colaborar con Dios en sus planes, de donde, al rechazar su dependencia del Creador, acaba por pensar y actuar tomando posiciones absurdas contra la evidencia que no se puede negar.

POSICIONES ABSURDAS:

La incredulidad: No creo

Ateísmo: Negar la existencia de dios

Panteísmo: La suma de los seres limitados dará al ser infinito

Idolatría: Sustitutos de dios

Materialismo: Riqueza, poder, avaricia

CAUSAS Y EFECTOS

Todo ello es producto del rompimiento de la comunicación con Dios por una independencia ilusoria, pues al final de la vida terrena para estos vendrá inexorable el sometimiento condenatorio por no haber aceptado el orden, la colaboración y el amor para con Dios.

LA REVELACIÓN

Para el hombre creado en un estado original de amistad y unión estrecha con Dios, la religión natural fue comunicación suficiente entre criatura y creador, pero como más adelante veremos esta relación del todo eficiente fue interrumpida, y la mente del hombre se entenebreció y la voluntad del hombre se debilito, con marcada tendencia hacia el mal. En tales condiciones el conocimiento de Dios, el seguimiento de sus designios se dificultó enormemente para el hombre. De este modo la religión natural dejo de ser fácil y atrayente. Pero Dios, sabedor dé las dificultades surgidas por la ruptura de la comunicación Dios - hombre, tuvo a bien acudir en auxilio de éste, haciéndole revelación de su existencia y de sus planes por pasos, cada vez de más claridad y extensión. Estos pasos los conocemos con estos nombres.

REVELACIÓN PRIMITIVA O RELIGIÓN PATRIARCAL

Mediante señales, símbolos, figuras, que ya constituyeron una instrucción divina.

REVELACIÓN PRE MESIÁNICA Y PROTÉTICA O RELIGIÓN MOSAICA

Proporcionada por Dios a través de Moisés y los Profetas o mensajeros, y por la cual se dio a conocer al Pueblo de Israel.

REVELACIÓN MESIÁNICA O RELIGIÓN CRISTIANA

En que Dios nos instruye a todos los pueblos de la tierra en forma clara y precisa, de manera directa por medio de su Hijo Jesucristo, su Mensajero y Dios El mismo quien vino a predicar la 'Buena Nueva' del Evangelio, enseñándonos a creer y obrar según la voluntad del Padre.

RELIGION SOBRENATURAL

La instrucción cada vez más amplia de las tres etapas de la Revelación corroboran, certifican y aumentan todo lo que ya antes la razón nos indicaba. La Revelación en su conjunto constituye la Religión Sobrenatural, la cual no está opuesta a la razón ni a la Naturaleza, antes las eleva al nivel en que, ayudadas por la divina luz, logran alturas sublimes, a las que jamás llegó hombre alguno por sus solas fuerzas.

EL ACTO DE FE

Cuando el hombre, ser limitado, llega al límite de su entendimiento, para adentrarse en el fondo insondable del misterio de Dios cuya esencia infinita la criatura jamás podrá captar, preciso le es dejarse guiar por la Divina Revelación, a la que ha de abandonarse con mayor confianza aun que a su propia razón, en la seguridad de que Dios, Verdad infinita, nunca le engañará. A esta actitud del que cree se le llama Acto de Fe.

LA FE ES RESPUESTA

El acto de fe es la aceptación de lo sobrenatural de nuestra Religión. Si la inteligencia nos convence hasta el límite de nuestra razón, por el acto de fe sobrenaturalizamos esa misma inteligencia finita, ya que, fiados de la verdad de Dios, empezamos a utilizar el entendimiento a la luz de la fe. El acto de fe es la respuesta libre y consciente de la inteligencia apoyada en la verdad revelada.

SIN TERMINO MEDIO

Ante el problema de Dios no podemos ser neutrales o con El, o contra El, sin término medio. Si buscamos a Dios sinceramente, Dios habrá de transformar nuestra convicción en fe.

EL MILAGRO

Solamente quien ha establecido una ley está en posibilidad de derogarla (dejarla sin electo definitivamente) o suspenderla (dejarla sin efecto momentáneamente). A esa alteración del orden natural momentánea o permanente, le llamamos milagro, Dicho de otro modo, por milagro entendemos un hecho en que Dios realiza algo de manera, contraria a las leyes naturales. Pues bien, el milagro puede realizarlo Dios como una vía para concedernos la fe, para que al contemplar el milagro creamos.

EL MILAGRO ES REVELACION

 El milagro, demostración de la existencia y el poder de Dios, constituye una forma de la Revelación, qué con toda su evidencia, no siempre es aceptada por el hombre en el uso de su libre voluntad; he aquí por qué en la parábola del Sembrador Jesus limita la revelación para sólo unos, los de buena voluntad, en tanto que la niega a los no dispuestos a aceptarla. Veamos aquí, en el milagro que narra el Evangelio de San Juan (9,1-41), las diferentes disposiciones para aceptar la revelación entre los que presenciaron directa o indirectamente dicho milagro.

(Jn. 9,1-41) Vio, al pasar, a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos: "Rabbí, ¿quién pecó él o sus padres, para que haya nacido ciego?" Respondió Jesus: "Ni él pecó ni sus padres: es para que se manifiesten en él las obras de Dios. Tenemos que trabajar en las obras del que me ha enviado mientras es de día; llega la noche, cuando nadie puede trabajar. Mientras estoy en el mundo, soy luz del mundo. Dicho esto, escupió en tierra, hizo barro con la saliva, y untó con el barro los ojos del ciego y le dijo: Vete, lávate en la piscina de Siloé (que quiere decir Enviado). Él fue, se lavó y volvió ya viendo. Los vecinos y los que solían verle antes, pues era mendigo, decían: ¿No es éste el que se sentaba para mendigar? Unos decían: Es él. No, decían otros, sino que es uno que se le parece. Pero él decía: Soy yo. Le dijeron entonces: ¿Cómo, pues, se te han abierto los ojos? El respondió: Ese hombre que se llama Jesús, hizo barro, me untó los ojos y me dijo: Vete a Siloé y lávate. Yo fui me lavé y vi. Ellos le dijeron: ¿Dónde está ése? El respondió: No lo sé. Lo llevan donde los fariseos, al que antes era ciego. Pero era sábado el día en que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. Los fariseos a su vez le preguntaron cómo había recobrado la vista. Él les dijo: Me puso barro sobre los ojos, me lavé y veo. Algunos fariseos decían: Ese hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado. Otros decían: Pero, ¿cómo puede un pecador realizar semejantes señales? Y había disensión entre ellos. Entonces le dicen otra vez al ciego: ¿Y tú qué dices de él, ya que te ha abierto los ojos? El respondió: Que es un profeta. No creyeron los judíos que aquel hombre hubiera sido ciego, hasta que llamaron a los padres del que había recobrado la vista y les preguntaron: ¿Es éste vuestro hijo el que decís que nació ciego? ¿cómo, pues, ve ahora? Sus padres respondieron: Nosotros sabemos que este es nuestro hijo y que nació ciego. Pero cómo ve ahora, no lo sabemos; ni quién le ha abierto los ojos, eso nosotros no lo sabemos. Preguntadle; edad tiene; puede hablar de sí mismo. Sus padres decían esto por miedo a los judíos pues los judíos se habían puesto ya de acuerdo en que, si alguno le reconocía como Cristo, quedara excluido de la sinagoga. Por eso dijeron sus padres: Edad tiene; preguntádselo a él. Le llamaron por segunda vez al hombre que había sido ciego y le dijeron: Da gloria a Dios. Nosotros sabemos que ese, hombre es un pecador. Les respondió: Si es un pecador, no lo sé. Sólo se una cosa que era ciego y ahora veo. Le dijeron entonces: ¿Qué hizo contigo? ¿Cómo te abrió los ojos? El replicó: Os lo he dicho ya, y no me habéis escuchado ¿Por qué queréis oírlo otra vez? ¿Es que queréis también vosotros haceros discípulos suyos? Ellos le llenaron de injurias y le dijeron: Tú eres discípulo de ese hombre; nosotros somos discípulos de Moisés. Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios; pero ése no sabemos de dónde es. El hombre les respondió: Eso es lo extraño; que vosotros no sepáis de dónde es y que me haya abierto a mí los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, mas, si uno es religioso y cumple su voluntad, a ése le escucha. Jamás se ha oído decir que alguien haya abierto los ojos de un ciego de nacimiento. Si éste no viniera de Dios, no podría hacer nada. Ellos le respondieron: Has nacido todo entero en pecado ¿y nos das lecciones a nosotros? Y le echaron fuera. Jesús se enteró de que le habían echado fuera y, encontrándose con él, le dijo: ¿Tú crees en el Hijo del hombre? El respondió: ¿Y quién es, ¿Señor, para que crea en él? Jesús le dijo: "Le has visto; el que está hablando contigo, ése es. El entonces dijo: Creo, Señor. Y se postró ante El. Y dijo Jesús: Para un juicio he venido a este mundo para que los que no ven, vean; y los que ven, se vuelvan ciegos. Algunos fariseos que estaban con El oyeron esto y le dijeron: ¿Es que también nosotros somos ciegos? Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; pero, como decís: Vemos vuestro pecado permanece.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (14 Kb)   pdf (75.6 Kb)   docx (12.5 Kb)  
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com