La Confesion Trinitaria En El Tiempo

La confesión trinitaria en el tiempo

La trinidad narrada: la fe de los orígenes narro la Trinidad: proclamando el acontecimiento pascual, lo relató cómo historia trinitaria.

En la mayoría de las narraciones se presentan históricas se presenta una historia de humillación y exaltación pero no solo del hijo que es el que se humilla y resucita a la vida sino también historia del padre que lo entrega a la muerte y la de la vida nueva, e historia del espíritu que entregado en la Cruz, se derramo en plenitud en la victoria pascual.

La narración de la trinidad se hace presente claramente en la catequesis, en la preparación para el bautismo y en el acto litúrgico bautismal.

Los tres atícelos relativos al padre son: historia del padre de quien se afirma la primacía Fontal y escatológica sobre todas las cosas, historia del hijo, densa por la tangibilidad de los sucesos de la vida del Señor; historia del espíritu abierta a un brazo del presente de la Iglesia y del futuro de la vida.

La trinidad narrada en confesión salvífica, memoria actualizante del acontecimiento trinitario pascual, que hace de la vida de los creyentes una vida trinitaria, una existencia pascual.

La trinidad discutida: la provocación de la discusión vino en primer lugar del mundo judío, cuyo riguroso monoteísmo está abierto ciertamente a la inmanencia del Dios de los padres en la historia de su pueblo, pero que no podía menos de sentirse escandalizado frente a la identificación de esta presencia con la del profeta Galileo, condenado por los representantes de la ley como blasfemo.

El monarquianismo afirmación de la unicidad de Dios garantizada por la exaltación de la primacía absoluta de la divinidad del Padre.

En la tendencia subordinacionista deja sentir su influencia la filosofía pagaba, con su concepción del uno opuesto a lo múltiple. Dios es puro e intangible respecto al mundo, y el abismo que se abre entre él y la criatura es el lugar donde cree Arrio que hay q ue colocar la figura colocar la figura cristiana del Hijo, como ser intermedio entre lo divino y lo humano el “primogénito de la creación”. El crisitianismo monoteísta presenta una solución arriana donde la trinidad queda reducida al uno de manera de manera subordinacionista.

El rechazo del escándalo trinitario se resuelve en una dolorosa negación del camino de la salvación, ofrecido a los que están lejos, es decir, a todos los que, prisioneros del pecado y de la muerte, están sin esperanza y sin Dios en este mundo.

La trinidad profesada: ante el rechazo del escándalo trinitario y ante su reducción a la concepción mundana del absoluto, los cristianos reaccionaron con un esfuerzo por expresar la apariencia vivida y litúrgicamente celebrada del misterio en una profesión dogmática explícita.

Si se niega la revelación de la trinidad en la historia, se cierra el paso a la entrada salvífica de la historia de la trinidad. Si el hijo no fuese Dios de nada serviría la cruz y la resurrección no dejarían de ser más que otro acontecimiento humano. Si el Espíritu no fuese Dios su obra no divinizaría al hombre.

Las dos grandes intervenciones de definición del dogma trinitario como reacción al atentado que proyectaron contra el proceso de elaboración dogmatica con las diferentes formas de disolución del escándalo pascual son el concilio de Nicea y de Constantinopla.

La intención de los padres nicenos consiste en iluminar la forma de concebir las relaciones entre el Padre y el Hijo, condenando los errores de Arrio y proclamando a su vez la verdadera y estrecha filiación divina del verbo engendrado de la substancia del Padre y su identidad absoluta con la esencia del único Dios verdadero.

Omousios es el aspecto del escándalo trinitario, basado en el acontecimiento pascual, que la fe de la Iglesia opone como resistencia irreductible a la disolución arriana de la buena nueva.

En contra de la absorción del Padre del Hijo y del Espíritu en el uno, como lo concebía el Espíritu del tiempo, la fe Cristiana vuelve a afirmar el escándalo original de la identidad en la alteridad de los tres, insertado en la estructura narrativa del símbolo categorías propias del mundo en que se había ido inculturando y recibiendo el resultado de la discusión teológica que se había desarrollado en el.

La Trinidad "razonada"

La Trinidad es razonada dentro del horizonte de la primicia del ser o de la objetividad

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