La Iglesia

Centro de formación para laicos

Nivel 5:

La Iglesia, misterio, comunión y misión

María magdalena morales ríos

México DF. A 18 de marzo del 2013

La Iglesia como:

1. Cuerpo de Cristo

Siendo hijos adoptivos de Dios y hermanos de Cristo, unidos por el Espíritu Santo, y alimentados con la Eucaristía, formamos el cuerpo de Cristo. La cabeza de este cuerpo es Cristo mismo, algunos asumen la función de Cristo cabeza y pastor.

La columna vertebral del Vaticano II, la constitución Lumen Gentium en su número 7 basadas en la epístola de San Pablo a los corintios nos afirma que bajo el efecto del bautismo nos añadimos a Cristo. Conformando un solo cuerpo cada uno con diferentes funciones y diversos carismas, todas al servicio de todos, para ayuda mutua hacia la salvación. Dichas funciones y carismas las da el Espíritu Santo, el cual vivifica al cuerpo, que a la vez une y mueve.

La unión que tenemos, con el cuerpo de Cristo, no es manifiesto de forma palpable, sin embargo es tan real y necesaria como el aire mismo.

Con el sacerdocio común Cristo nos hizo consagrados como casa espiritual con el Espíritu Santo anunciar y ofrecer sacrificios espirituales.

2. Pueblo de Dios

Al igual que el concepto de cuerpo de Cristo, el vaticano segundo dedica el capítulo II de ala LG. Es indispensable mencionar, somos miembros del Pueblo de Dios, antes que nada laicos o ministros. Como Pueblo de Dios es fundamental la igualdad de todos sus miembros.

En el antiguo testamento, con la antigua alianza Dios elige a Israel a un pueblo de esclavos, como preparación del nuevo pacto realizado en Cristo. El nuevo pueblo de Dios está unido por el Espíritu que no solamente santifica y dirige al Pueblo de Dios por los Sacramentos y los ministerios y lo enriquece con las virtudes, sino que "distribuye sus dones a cada uno según quiere.

Pedro en su 1er epístola registra los privilegios y compromisos que, como miembros del Pueblo de Dios, creyentes es Cristo nos concierne.

Cristo es profeta, sacerdote y rey como miembros, por el bautismo, de la Iglesias Pueblo de Dios, nos hace participes de sus tres ministerios:

 Sacerdocio común: participan en la oblación de la eucaristía, en la oración y acción de gracias, con el testimonio de una vida santa, con la abnegación y caridad operante.

 Profetismo común: Cristo continúa su misión profética por la participación de todos, hasta la manifestación de la gloria.

 Raleza común: el mundo entero está llamado para cumplir los designios de la voluntad de Dios.

La Iglesia es el nuevo pueblo de Dios. Esta caracterizado por la misión recibida del

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