La Ley

Apreciados amigos, día tras día debemos de caminar con humildad y reflexión delante del Señor. Nuestro destino futuro depende de nuestro propio curso de acción. A todos nos llega el momento en que se nos dice estas palabras: "Escogeos hoy a quién sirváis". "Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él" . Sea una cosa o la otra. "No podéis servir a Dios y a las riquezas. O los intereses de este mundo". Nuestra felicidad. presente y bienestar futuro dependen de nuestra propia elección. El ser humano confunde las cosas. Después del pecado poseemos una naturaleza que no acepta normas, se rebela contras cualquier advertencia que venga de afuera. Cuando se siente presionado a obedecer, hace de todo para escurrirse y evitar el cumplimiento de la ley; cree que toda norma tiene como único fin quitar su libertad.

Para defender lo que considera libertad el ser humano sale a la calle, participa de motines, grita, protesta, produce desorden. Pero es contradictorio. Una vida sin restricciones no es libre, sino libertina. El libertinaje es la distorsión de la libertad. Oscurece el entendimiento y pone los valores de cabeza abajo. Al mal lo llama bien y al bien, mal. Cuando le dio vida al hombre, también le dio el derecho de elegir entre el bien y el mal, entre la obediencia y la desobediencia. “ Deuteronomio 30:19 dice: “A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia;”Pero la libertad que Dios nos concede no es para determinar qué está bien y que está mal, que es lo correcto y qué es lo equivocado. Dios se reserva ese derecho. Y desde la entrada del pecado en el Edén seguimos repitiendo el mismo error del principio. Muchos dicen ¿Homosexualidad? Yo determino lo que es correcto o incorrecto. ¿Aborto? Yo soy dueña de mi cuerpo, ¿Deshonestidad? ¿Por qué no , si todo el mundo lo hace?

Dios sabe que para vivir se necesita orientación. Por eso hay mapas en las librerías y en los puestos de venta de periódicos. Por ese motivo el tránsito de la ciudad tiene semáforos y señales indicadoras. Pregúntate: ¿qué pasaría con un partido de fútbol si no hubieras reglas in árbitro? ¿Cómo funcionaría una empresa si cada empleado u obrero actuara como bien le pareciera? Dice el apóstol: De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno". (Romanos 7: 12).

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