La Religion y su Sentimiento Mexicano

TECNOLÓGICO DE MONTERREY

José Ignacio Zertuche Krausse  A01089474

Ciudadanía y Democracia de México (4)

MCE L. M. Salinas Treviño

1 de Junio de 2016

La religión y su sentimiento en México

1. Los 3 fundamentos más importantes que presenta el autor.

• El autor menciona que los mexicanos tenemos esta idea de la identidad mexicana como algo inmóvil y rígido que no ha cambiado desde que la “perdimos” después de la conquista española. Menciona que desde ese momento nos hemos dado a la tarea de buscar lo que nos identifica como nación cuando en realidad lo que tenemos que hacer es aceptar nuestra situación actual y construir una identidad en base a eso.
• El segundo punto muy importante que menciona es que los mexicanos somos seres que nos basamos más en los sentimientos que en el pensamiento. Menciona también que aquel que pueda controlar los sentimientos del país mexicano, controlará la historia del país. Además, hace énfasis con la religión al observar que los mexicanos aprendimos a sentir la religión y no a pensarla.
• Como último punto, el autor menciona que la religión es algo que nos caracteriza como mexicanos y al mismo tiempo justifica nuestras acciones. Usamos la religión como medio y fin, y debido a que nos enseñaron a aceptar lo que no comprendemos, comenzamos a usar la religión como punto de partida para lograr nuestros intereses sociales.

1. Postura del autor ante el tema tratado.

El autor muestra cierto disgusto por la dependencia que tenemos los mexicanos hacia la religión. Menciona que debido a que la usamos para justificar nuestras acciones, nos convierte en seres mediocres que no razonamos lo que hacemos y simplemente lo hacemos porque “me dijeron” o porque “así siempre ha sido”. Así, el autor demuestra una postura a favor del razonamiento de las cosas y en contra de una autoridad absoluta inmóvil y rígida.

1. Mi postura respecto a la lectura.

En mi opinión, el autor tiene razón en cuanto a que nuestra sociedad está regida por los sentimientos y que eso, por consecuencia, nos vuelve una nación sumamente religiosa en la que obramos sin preguntarnos el porqué de las cosas. La idea de obedecer sin preguntar, desde mi punto de vista, se me hace algo inmaduro en donde la persona que está obedeciendo carece de decisión propia por lo que necesita de alguien que lo guie. A pesar de esto, en ciertas ocasiones esta actitud es necesaria, ya que para aprender ciertas cosas es necesario contar con la ayuda de alguien que haya pasado por lo mismo y confiar en que esta persona sabe lo que está haciendo. De lo contrario caeríamos ante una actitud terca en la que no se está dispuesto a tomar órdenes.

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