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La cruz de cristo


Enviado por   •  6 de Abril de 2017  •  Ensayos  •  5.368 Palabras (22 Páginas)  •  170 Visitas

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Porque no hago el bien que quiero sino, el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya, no lo hago yo sino el pecado que mora en mí. Así que queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal esta en mi. Ro.7:19-21 Pablo describe su situación antes de que sea liberado por la revelación de la cruz. Es la situación de alguien que quiere realmente marchar con Dios. Es lo que alegra el corazón del Señor, es de restaurarme en la comprensión de Su obra, para que yo sepa que mi carne fue crucificada con Jesús, que todas las cosas viejas pasaron, que aquel que esta en Jesús es una nueva creación. Si yo se que estoy muerto y crucificado en Cristo, no voy a tener dificultad de considerarme muerto y crucificado. ¿Usted se conoce en Cristo? Usted un viejo pecador arrepentido, esta muerto a su vida pasada, resucitado a una nueva vida. No tienes derecho a proclamar estas cosas por tu boca si ella no han sido una experiencia profunda en tu corazón, experiencia dada por el Espíritu Santo y recibida en al oración, la adoración y el reconocimiento. “Señor Tú has hecho de mi una nueva creación por la Cruz del Calvario. Esta maldita cruz clavo mi carne de una vez por todas. ¡Yo ando en esta nueva vida, porque aprendí de tu Palabra por la fe!” Entonces recibo algo tan sólido que es la seguridad de mi salvación. Si estas seguro de ser salvo, Satanas o alguien puede ser que venga a decirte: “Estoy seguro que no eres salvo”, pero tú, si sabes en tu corazón que eres salvo vas a decirles:” yo sé que mis pecados fueron perdonados, que la sangre de Jesús borró mis pecados, porque esta escrito que yo lo recibí y que lo tomé por la fe.” De la misma manera tienes la seguridad que estas crucificado con Jesús, y que tu carne, tan mala, causa de todos tus problemas en tu vida, tu familia, tu iglesia, ¿tu carne fue destruida en la Cruz? No es Satanás el culpable de todos nuestros problemas, es nuestra carne no crucificada. Si la carne no es crucificada, es una puerta abierta a Satanás y los demonios. ¡Paremos de echar nuestros problemas sobre la espalda de Satanás! ¡Es la astucia del enemigo para desviarnos de la revelación de la Cruz! ¡Satanás no puede hacer nada en el pueblo de Dios si marchamos en una vida crucificada! El único medio de vencer a Satanás es la Cruz. No sirve de nada si uno comienza a gritar: “Satanás, yo te ato, te hecho fuera….” Siendo que nuestra carne no ha sido verdaderamente crucificada, podemos ser conducidos para hacerlo pero solamente cuando estamos en el terreno de la cruz. No hay que equivocarse de enemigo: Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Ef. 6: 11-12

Todos nuestros problemas son resueltos en la Cruz. Por una parte, porque es allí que los pecados fueron crucificados. Por otra parte, es allí que la bendición del Cielo y la Vida de resurrección pasan. Cuando Jesús murió dijo: ¡Consumado es! Juan 19:30 Esto significa que en la Cruz, Jesús satisfizo plenamente las exigencias del Padre. Él abrió las puertas del cielo para que podamos recibir todas las bendiciones que el Padre tenía reservado para nosotros. Entonces nunca hay que eliminar la Cruz del mensaje del Evangelio, diciendo: “Porque Jesús murió hace dos mil años sobre la Cruz, ¡es muy bueno! ¡Pero es del pasado! ¡Gracias Jesús porque nos abriste las puertas! ¡Pero ahora, pensamos solo en las bendiciones y que ya no necesitamos hablar de la Cruz!” Tampoco se debe hablar de la Cruz simplemente para recordar lo que Jesús hizo en el pasado. La Cruz es siempre actual. Hay que continuar hablando de la Cruz, predicando la Cruz, porque ella es para nosotros hoy día, un poder de vida y de resurrección, por la muerte de Jesús y Su resurrección. ¿Usted sabe de dónde vienen los problemas? Todos nuestros problemas vienen del hecho de que todavía no estamos transformados a la imagen de Jesús. Bien nos gustaría, oramos por eso y decimos:” ¡Yo quiero que tu amor se manifieste! ¡Dame la paciencia, dame el amor, dame todas las cosas que me faltan!” Pero comprendemos que todo esto está junto en la Cruz, y que únicamente por la Cruz Jesús puede responder a esta oración Entonces Dios quiere hacerme entender lo que significa “Jesucristo crucificado.” Jesucristo fue crucificado por nuestros pecados. Él murió para rescatarnos de nuestros pecados, que nos conducían a la muerte y al infierno. Muriendo sobre la Cruz, adquirió el perdón de nuestros pecados, si creemos en Él. Cuando le confesamos como nuestro Señor y Salvador, cuando recibamos Su Sangre por la fe, todos nuestros pecados pasados son borrados, y recibimos la justicia perfecta de Dios, que es perfecta, porque Dios da un pleno perdón por Jesús y por la CruzNi tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumento de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Ro. 6:13 ¿Pero que puedo hacer yo en ese momento? porque tengo la fe de que estoy crucificado en Cristo y que ya no es mi carne quien domina sobre mi, sino el Espíritu del Señor. Yo puedo hacerlo porque creo de todo corazón lo que Jesús me reveló: que yo estoy crucificado y que mi carne esta muerta. Yo voy a andar en esta revelación. Por tanto de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él. Col. 2:6 La calidad de nuestra marcha práctica en el Espíritu es proporcional a la revelación de la cruz que hemos recibido, y en el hecho de que vivamos en esta revelación, teniendo siempre fe en la Palabra. Si pecamos porque hemos cedido a un acceso carnal, esto quiere decir que no hemos quedado firmes, en esta fe en el poder de Dios, para mantenernos en la obra de Jesús. ¡Sin embargo la situación no es tan desesperada! Porque no hago el bien que quiero sino, el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya, no lo hago yo sino el pecado que mora en mí. Así que queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal esta en mi. Ro.7:19-21 Pablo describe su situación antes de que sea liberado por la revelación de la cruz. Es la situación de alguien que quiere realmente marchar con Dios. Es lo que alegra el corazón del Señor, es de restaurarme en la comprensión de Su obra, para que yo sepa que mi carne fue crucificada con Jesús, que todas las cosas viejas pasaron, que aquel que esta en Jesús es una nueva creación. Si yo se que estoy muerto y crucificado en Cristo, no voy a tener dificultad de considerarme muerto y crucificado. ¿Usted se conoce en Cristo? Usted un viejo pecador arrepentido, esta muerto a su vida pasada, resucitado a una nueva vida. No tienes derecho a proclamar estas cosas por tu boca si ella no han sido una experiencia profunda en tu corazón, experiencia dada por el Espíritu Santo y recibida en al oración, la adoración y el reconocimiento. “Señor Tú has hecho de mi una nueva creación por la Cruz del Calvario. Esta maldita cruz clavo mi carne de una vez por todas. ¡Yo ando en esta nueva vida, porque aprendí de tu Palabra por la fe!” Entonces recibo algo tan sólido que es la seguridad de mi salvación. Si estas seguro de ser salvo, Satanas o alguien puede ser que venga a decirte: “Estoy seguro que no eres salvo”, pero tú, si sabes en tu corazón que eres salvo vas a decirles:” yo sé que mis pecados fueron perdonados, que la sangre de Jesús borró mis pecados, porque esta escrito que yo lo recibí y que lo tomé por la fe.” De la misma manera tienes la seguridad que estas crucificado con Jesús, y que tu carne, tan mala, causa de todos tus problemas en tu vida, tu familia, tu iglesia, ¿tu carne fue destruida en la Cruz? No es Satanás el culpable de todos nuestros problemas, es nuestra carne no crucificada. Si la carne no es crucificada, es una puerta abierta a Satanás y los demonios. ¡Paremos de echar nuestros problemas sobre la espalda de Satanás! ¡Es la astucia del enemigo para desviarnos de la revelación de la Cruz! ¡Satanás no puede hacer nada en el pueblo de Dios si marchamos en una vida crucificada! El único medio de vencer a Satanás es la Cruz. No sirve de nada si uno comienza a gritar: “Satanás, yo te ato, te hecho fuera….” Siendo que nuestra carne no ha sido verdaderamente crucificada, podemos ser conducidos para hacerlo pero solamente cuando estamos en el terreno de la cruz. No hay que equivocarse de enemigo: Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Ef. 6: 11-12 L029. El poder… de la cruz. - 7 - http://www.paroledevie.org - 7 - Pablo puede decir esto porque el tiene por adquirido el hecho de que los efesios crucificaron su carne. No voy a luchar contra mi carne, es tiempo perdido, voy a recibir por la fe la crucificción de mi carne. También voy a estar sólido para poder resistir a los demonios y llevar el verdadero combate que Dios me pide de llevar. Nuestro combate no es contra la carne, llevamos un combate perdido en avance. Aquel que dice a su hermano o hermana: “Tú debes ponerte el velo, tú no debes beber o fumar,…”son prescripciones carnales. Esas cosas deben venir del Espíritu Santo, que esclarece la Palabra y nos muestra lo que debemos hacer. Cuando El nos muestra podemos hacerlo naturalmente. Aquel que es crucificado ya no tiene ningún problema para obedecer al Señor. Ya noYa no hay esta resistencia de la carne que rechaza el obedecer a las cosas espirituales. Si la carne no esta muerta, ella siempre va a encontrar el medio de demostrar su rebelión e impedirnos de hacer lo que Dios quiere, con todo tipo de buenas razones” espirituales” y religiosas. Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Col. 2:8 Una filosofía engañosa es un Evangelio donde la Cruz no esta en el centro. La llamada que recibí del Señor es que es necesario volver constantemente al Mensaje de la Cruz, mientras que yo no vea este mensaje manifestándose en nuestras vidas, el trabajo del Espíritu Santo no se va a hacer. Cada cristiano debe llegar a esta realización plena y completa que él es crucificado en Jesús, que él esta muerto y resucitado con El y en El. En la epístola a los Colosenses, Pablo les exhorta a no apoyarse en los rudimentos del mundo, sino sobre Cristo. Porque en él habita toda la plenitud de la Deidad Col. 2:9 En otro pasaje él dice a los Efesios : Y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. Ef. 3:19 Esta plenitud de Dios habita corporalmente en Jesucristo crucificado, El nos abrió la puerta por su muerte sobre la cruz y nos dice: Y decía a todos, si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a si mismo, tome su cruz cada día y sígame. Lc. 9: 23 No podemos ser discípulos de Jesús, obedecer una ley tan perfecta y manifestar el carácter de Jesús si nuestra carne no está crucificada. Jesús no nos pide que crucifiquemos nuestra carne nosotros mismos. El ya lo hizo por nosotros, recibamos esta realidad por fe. Hay personas que quieren hacer todo ellos mismos para intentar crucificar su carne. Se hacen monjes, se privan de todo, de carne, de vino, de relaciones sexuales… esto no lleva a nada sino a gloria para si mismo. Esto solo prueba que su carne no esta crucificada y que ellos se glorían. Pongámonos delante de la Palabra de Dios, y digamos: “¡Señor Jesús, Tu lo has hecho por mí, yo solo tengo que aceptar por la fe lo que hiciste, quiero que esta revelación penetre en el fondo de mi corazón, yo lo recibo! ¡Estoy muerto en Ti y crucificado en Ti, ya no soy yo quien vive, eres Tú quien vive en mí! Se trata de una experiencia vivida y no solamente de una teoría. Sino esas palabras serian palabras en el aire, si no hemos pasado por la experiencia. Y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. En el también fuiste circuncidados con circuncisión no hecha mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo

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