Lágrimas valientes

LAGRIMAS VALIENTES

HUESO DE MUERTOS, MUERTOS SIN HUESO.

VIDA PERFECTA

Este libro tiene como objetivo dar a conocer mi vida, experiencia y aprendizajes, contar mi testimonio personal y servir como instrumento de provocación e inspiración para motivar a todos aquellos que estén atravesando un valle de angustia o un desierto interminable, creyendo que este solitario terreno no tiene salida, final ni límite y sus días tienen fin en un lugar como este, considerando que ya no hay escapatoria, porque sí, si la hay Cristo es nuestra única salida y nuestro único camino al Padre Celestial.

Recuerda que cuando atraviesas un gigantesco desierto es porque Dios quiere formar tu carácter para que cuando salgas victorioso de ese lugar vayas y seas de ayuda a otros.

 PROTECCION

PLAN

VOLUNTAD SANTA

ESCONDIDO EN CRISTO

NADA NOS PUEDE DANARR

Para todos aquellos que suponen o que creen que a los hijos de Dios no les acontece algo malo, no le ocurren accidentes o que no puede venir sobre ellos cierto día la enfermedad como una especie de mantra sagrada o como si cargaran sobre sus espaldas una rama de sábila o amasijo santificador para alejar los malos espíritus que rondan alrededor, la Biblia dice en

Sí, si es posible, Dios a veces permite que pases por estas circunstancias no para avergonzarte sino para llevar él Gloria Mayor.

PRUEBA

DESIERTO

ATAQUE

MALDICION

En mi vida pude experimentar el pasar por un desierto, una prueba, o un ataque del enemigo para los más escépticos a través de la cual logré ver más de cerca a Dios, conocerle en la intimidad, sentir su mano sobre mí, considerar como los demás se van de tu lado y solo él viene a pasar tiempo contigo para recordarte que, aunque todos te dejen el siempre permanece a tu lado. Xxx

Vivía una vida perfecta llena de las cosas más naturales que podía vivir a mi edad, con 33 años y toda una vida por delante llena de sueños, proyectos y mucho por viajar, mi vida cambió en un instante y no sabía lo que me esperaba por los próximos 5 años seguidos, desde niña fui amada, deseada, nací en un hogar muy feliz, rodeada de muchos parientes que siempre me demostraron cariño, vivía en una gran casa, tuve la oportunidad de entrar a la universidad de la ciudad, trabajaba, tenía un sueldo estable, me congregaba sin falta y ministraba a Dios como líder en un campo blanco o una iglesia naciente, todo era perfecto, no le hacia daño a nadie, diezmaba fielmente, ofrendaba y daba a la iglesia con regularidad, ayudaba a los necesitados, tenía buena relación con mis vecinos y era con escasa diferencia siempre la mejor docente de la institución donde entraba a laborar. sí todo era perfecto, nunca imaginé que mi vida cambiaría en un segundo y experimentaría el dolor tan profundo que tuve que sufrir en mi cuerpo, alma, mente y corazón.

Siempre gocé de una bella aceptación en el barrio, tuve una linda familia la cual me apoyaba y en general pensé que terminaría mi carrera universitaria, obtendría un mejor empleo y gozaría de esta vida perfecta por el resto de mis días.

NINEZ

Existen en el mundo muchos niños, hay de los buenos y malos, de aquellos que amas y deseas besarlos desde el primer momento que los conoces o de los que no deseas ver ni en tus peores pesadillas, pero yo calificaba en el grupo de los primeros, mi nacimiento fue muy bueno, fui planeada y deseada, no nací en un hogar disfuncional, mamá siempre recuerda que su embarazo fue habitual, sin caídas, golpes o traumas y conté con la suerte y la riqueza espiritual de conocer al Señor Jesucristo desde mi niñez como dice el Apóstol Pablo xxx

Nunca pasamos carencia de nada, crecimos en un tiempo de bienestar y bonanza económica, progresamos en medio de regalos que nos daban nuestros parientes, y vivimos nuestra niñez en medio de esplendores humanos y una vida económica sin carencias, nuestros abuelos poseían una de las casas más enormes del sector y en ella crecimos con gustos, comodidades, y deleites.

Desde mis primeros días mis padres se preocuparon por darme lo mejor que estuvo a su alcance y brindarme protección, educación y los mejores consejos para servir a mi país. Amante de lo salado y no de los dulces era considerada una niña …

Gocé de buena salud, entre al colegio y desde siempre recuerdo que mamá guardaba una enorme caja de medallas y menciones honoríficas por mi desempeño escolar, desde muy temprana edad me distinguí por mi liderazgo, capacidad para aconsejar a los demás, bondadoso corazón y los tíos más viejos recuerdan que permanecía por mucho tiempo entre libros y recortes el tiempo que a la mayoría de los niños de mi edad les tomaba correr y trepar en el patio de juegos. Fortunas hay muchas, pero gocé de ir con mi abuela materna a la iglesia del barrio donde crecimos y se encargaba cada domingo de llevarme obligatoriamente a la Escuela Dominical asegurándose de que yo Alabara y Adorar a Dios con libertad siendo niña, pero ensenándome cada verso y su significado como dice la palabra en Deuteronomio xxx

Aunque no tuve hermanas mujeres mis primas ocuparon ese lugar y juntas crecimos dentro de la iglesia entre himnos, alabanzas, obras de teatro y especiales de navidad asistiendo casi a diario a un culto donde La Gloria de Dios descendía y aprendimos de la Biblia de una de las mejores maestras de Biblia de Latinoamérica, quien se encargaba de enseñarnos, música, piano técnica vocal, expresión y sobre todo Biblia verso tras verso asegurándose que lo aprendiéramos y lo memorizáramos de acuerdo a nuestra edad.

Entré a una de las mejores escuelas de la ciudad en ese momento y aunque es un plantel de corte Católico Romano desde siempre Cristo puso en mi Espíritu la diferencia entre obligación y libertad y nunca la confusión me visitó gracias a los textos bíblicos que aprendía en casa y que hasta hoy recuerdo, nunca se han borrado de mi mente, es más creo que aprendí más citas en mi niñez que todas las que he podido memorizar en mi vida adulta o en el Ministerio.

Desde mis primeros años en la escuela siempre amé estudiar, aprender cosas nuevas, pero sobre todo leer, podía pasar horas en la Biblioteca escolar y soñar el entrar en esos universos y viajar a mundos fantásticos y desconocidos hasta ser interrumpida por la encargada quien debía cerrar la librería para ir a almorzar.

Estudiaba con esmero, nunca recuerdo el ser castigada por mal comportamiento o el quedarme después de clases por mala conducta, mis amigas eran felices a mi lado y aunque contaba con un liderazgo íntegro no fui de las que sobresalió en desórdenes o manifestaciones escolares, amaba las horas de descanso, las cuales empleaba para hacer deporte con regularidad, practiqué baloncesto, vólibol,  y mi parte favorita era el perseguir mariposas en el patio escolar, obtuve los primeros puestos académicamente desde primer grado hasta la Universidad  y siempre llegaba a casa con una banderita o reconocimiento por mi buen comportamiento o rendimiento académico.

Tuve una tía en específico, Gladys quien en particular acostumbraba a llevarme al centro comercial más cercano a casa y a pesar de ingresarme cargada en ropa interior se aseguraba de vestirme dentro con los mejores vestidos sin medir en gastos o por el valor de las prendas. Amaba los pasteles y las tortas, cuando no estaba horneando, estaba haciendo pastelillos o decorando galletas, y luego casi a diario acostumbraba a darme las paletas decorativas para lamerlas y untar toda mi cara con crema de pastel de diversos colores lo cual le parecía muy divertido a ella, todavía tengo esas imágenes en mi mente como si hubiese sido ayer que sucediese.

Papá y Mamá fueron muy buenos conmigo, pacientes, consejeros, mis maestros primeros de vida en orden, organización y limpieza, mentores espirituales de la Verdad y el sexo, mis mejores guías en urbanidad, no la iglesia, como pretenden los padres modernos, tutores de la cortesía y la amabilidad, esmerados en sus deberes de padres y meticulosos de que desde pequeña aprendiera la honestidad y el valor del trabajo, cuidadosos, de ellos aprendí la simpatía y el ser afectuoso, amables, y cordiales con los vecinos, el ser agradable con las personas y amigos, florecieron a modo de aliados de mis aventuras y protectores fieles, mamá disfrutaba de verme vinculada en cuanta actividad se prepara en la escuela y aunque nunca fui a celebraciones o fiestas mundanas para ella era fácil inventar cualquier disfraz, máscara o personaje para llevarlo al colegio.

Papá mi primer héroe y mi modelo a seguir debido a sus dos mayores virtudes, su disciplina y su buen corazón, el mejor progenitor a título personal, un superhombre en casa cuidó siempre de nosotros y de mamá, un semidiós en lo referente a valores y principios, un ídolo que disfruté cada día de mi niñez y adolescencia desde el amanecer hasta la puesta de sol, pero que al llegar a mi juventud el destino me lo arrancó sin aviso. Una figura paterna de precio y a quien siempre quise imitar desde los pequeños años de existencia. El protagonista de nuestras vidas y linaje quien se interesó en que creciéramos con el corazón en el cielo pero con los pies en la tierra, con sus reflexiones habituales y aun con enseñanzas que sacaba de las cosas más insignificantes de la existencia para darnos una lección, un Personaje casi de ficción con su particular estilo militar de crianza y fieles convicciones del trabajo y el esfuerzo por conseguir cosas mejores cada jornada sin mirar atrás, hacerle daño a alguien o dejarse llevar por las dificultades en el camino, un intérprete de esos romances o narraciones que sobrevivió después de la segunda guerra mundial y titán en batalla pero sobre todo en casa, de los que se sentaba a leer el periódico, a escuchar radio o quien te llevaba a la cama al anochecer en sus brazos enérgicos convencido de que sus hijos estaban dormidos y sonreía al darles un beso en la mejilla porque estos despertaban dando saltos y corrían nuevamente al sillón para ser apapachados reiteradamente.

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