Maria Mujer Y Madre

María fue una mejer sencilla, consagrada al señor y obviamente llena de fe, pero en ocasiones parece no haber entendido con profundidad el plan de Dios no debió ser sencillo para ella ser la madre del Hijo de Dios encarnado, no quería ver sufrir a su hijo, hacía que a veces tomara decisiones erradas, parece que en algunas ocasiones no entendía que hacia Jesús.

María aceptaba la voluntad de Dios:

 La actitud que mostro frente al anuncio de que el Espíritu Santo vendría sobre ella y que concebiría un hijo que sería llamado Hijo de Dios (Luc. 1:26-38).

 Cuando los pastores a los que se les habían aparecido los ángeles contaron a José y María todo lo que les habían dicho, ella tuvo una actitud muy sabia: (Luc. 2:19) “María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón”.

 Cuando presentaron a Jesús en el templo y escucharon el mensaje de Simeón, se maravillaron de las maravillas que decía de niño, María escucho al anciano con detenimiento sobre lo que pasaría en el futuro y lo duro que sería aceptar esa realidad termino …“Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha (y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones” (Luc. 2:21-35).

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Momentos en los que María titubeo en la Fe, poniendo de intermedio su amor de madre:

 Cuando Jesús cumplió sus doce años se quedo en el templo mientras que sus padres sin darse cuenta regresaron a Nazaret sin el , cuan do después de percatase volvieron a Jerusalén, lo encontró en medio de los doctores de la ley y se sorprendió y le reclamo porque has hecho esto tu padre y yo te hemos buscado con angustia, pero Jesús dijo algo que su madre no llegó a entender, aunque lo guardó en su corazón: “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?” (Luc.2:41-52).

 Cuando llegó el momento en que ya era un hombre y comenzó su ministerio, María tuvo que adaptarse a la nueva posición que a partir de ese momento tendría que ocupar en relación a la vida de Jesús, esto, algunas veces le resultaba difícil.

 Cuando Jesús y sus discípulos fueron invitados a una boda en Caná de

Galilea, María parecía querer dirigir a Jesús, lo que él no permitió, y de hecho se dirigió a ella con cierta dureza: “¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido me hora” (Jun. 2:1-4).

También en el pasaje que tenemos delante en Marcos, tal vez estaba ocurriendo algo parecido.

Su amor de madre, preocupada por su hijo, no le permitía dejar que fuera por un camino que le iba a causar problemas.

Pero María era una mujer de fe, y aunque no siempre acertaba en su comportamiento (evidentemente no era fácil ser la madre del Señor), sin embargo meditaba las cosas y tenía un corazón sumiso. Finalmente la encontramos reunida junto a los otros discípulos después de la resurrección de Jesús.

Cuando estaba agonizando en la cruz, sus últimas instrucciones fueron dirigidas a Juan su hermano para que en su ausencia cuidara de su madre (Jun. 19:25-27).

En todo esto, Jesús fue un verdadero ejemplo de cómo debemos cumplir nuestras responsabilidades con nuestros padres (Efesios 6:2) “Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa.”

Sus discípulos hombres y mujeres, que pese a sus limitaciones, obedecían y se sometían a la voluntad de Dios, en tanto que su familia se quedaba afuera. Así pues, el requisito para formar parte de su familia espiritual es hacer la voluntad de Dios.

Podemos resumir entonces que aquellos que constituyen

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