Mi Amigo Dios
camilapfair11 de Marzo de 2014
697 Palabras (3 Páginas)271 Visitas
Mi amigo Dios
He descubierto un amigo, uno que siempre ha estado ahí. En algunos momentos lo supe, y en otros simplemente se me olvidó su presencia, su amistad. Pero el día de hoy, a pesar de que en ocasiones dudo, tengo la certeza de que no se irá, y siempre estará. A veces ha sido un poco difícil verlo, hasta que me propongo observar, escuchar, todo eso que me rodea, las personas que me entregan su amor y confianza. Entonces, lo entiendo, Dios me habla a través de ellos, y no solo de los más cercanos, también a través de personas a las cuales no suelo darles atención. El me guía a través de cada problema, y me enseña.
Suelo cuestionarlo, pues todavía trato de entender las cosas que suceden, y él me responde de diferentes maneras. Me contesta, con pequeños detalles, que a veces simplemente no logro ver, porque estoy tan afligida que su voz se me hace lejana, aunque se encuentre tan cerca.
Sin embargo, yo se que existe y nunca me abandonará. Se puede decir que mi relación con el hoy en día ha mejorado. Desde que nos fuimos de retiro de confirmación, he aprendido muchas cosas acerca de él, y de cómo nos hace llegar su amor.
Existen, algunas maneras de encontrarme con Dios, pero digamos que la más específica es rezándole. Yo antes, solía rezarle más que todo en las situaciones donde tenía problemas que parecía no se iban a resolver, pero ahora sé que debo rezarle también para agradecerle, pues uno siempre se enfoca en los aspectos negativos, olvidando los positivos.
También, siento que otras maneras de encontrarme con mi amigo Dios es siendo solidaria, ayudando y perdonando. Como por ejemplo cuando, a pesar de que me haya dolido lo que alguna persona me haya hecho, lo dejo pasar y lo perdono. O como cuando, he sido generosa, que he dado algo mío a alguien que más lo necesitaba. A veces, no se ha tratado solamente de un objeto material, también, cuando regalo un abrazo, o una sonrisa, que en ese momento hace al otro, muy feliz. Igualmente al ayudar a alguien necesitado, ya sea enfermo, incapacitado de hacer algo, o triste.
Me gustaría que todos pudieran tener la oportunidad de encontrarse y conocer a este amigo. En realidad es una gran ayuda, que en mi opinión todos necesitamos, ya que con su amor logra darnos paciencia, fuerza, felicidad, apoyo, y muchas más cosas que nos ayudan a seguir adelante con cualquier situación.
Es impresionante como la fe verdadera tiene la capacidad de mover montañas. Cuando crees en él, sientes que puedes hacer todo lo que te propongas, y lo haces. Su amor, tiene un poder inimaginable en nosotros, que al dejarlo pasar y hacer efecto, ahí, somos personas “poderosas”.
No es difícil dejarlo entrar en nuestras vidas, porque él es un amigo que nunca te hará desconfiar, y tiene un gran plan para nosotros. Lo difícil es mantener su amistad, porque solemos hacer cosas que nos alejan de él. Cosas que aunque se encuentre al lado nuestro, nos hacen ignorarlo, y olvidarlo.
Puedo decir, que en algunos momentos he sentido que me ha dejado sola. Momentos donde he tenido gran temor, o desesperación. Admito que he dudado de él, de su amor. Porque, hay situaciones en las que uno cree que te ha abandonado, que ya no está a tu lado. Ocasiones donde me he sentido desabrigada por su manto protector. Se puede decir que hubo instantes donde he perdido la fe. Pero, después de que esas circunstancias de angustia y aflicción pasan, entonces me doy cuenta de que nunca se fue de mi lado como creía, y que su amor sigue intacto.
Al ver y sentir el amor incondicional de mi familia y el amor de mis amigos y amigas, y del resto de las personas alrededor de mi vida. En ese momento, siento a Dios, percibo su presencia, y sé que a pesar de todo nunca me dejará sola.
“Dios
...