PINION DE TEXTOS

Leyendo las lecturas asignadas tomo conciencia de mi verdadera relación con Dios y mi compromiso con él. Sinceramente apoyo el concepto de caridad del Padre García Herreros. Resumiendo que la caridad es humildad. Tiene que ver con dar una mano a quien es menos afortunado o está más necesitado que nosotros y esto cubre muchos aspectos, no solo el material. En esta virtud se encierra también la bondad y se expresa en las siguientes palabras de nuestro reformador social que fue Jesucristo: “Haz el bien sin mirar a quien”. Así estas siendo caritativo cuando escuchas los problemas de un amigo en medio de un día ocupado, y le brindes consuelo o un consejo.

Sin embargo las siguientes preguntas que postula el Padre García en una de sus lecturas:

¿Somos simplemente compasivos por una naturaleza emocional e infantil?

¿Somos simplemente tranquilos y mansos porque aceptamos todas las injusticias y no queremos

comprometernos en ninguna lucha para no perder nuestra falsa paz?

me hace pensar que mi práctica de caridad no es digna a su concepto. Pues aunque muchas veces busco ayudar a quien lo necesita acepto que no estoy 100% comprometida, ya que brindo un servicio momentáneo más no constante. Incluso siempre he pensado que si brindo un sustento debe ser monetario mas no de un apoyo de atención, educación, comprensión, etc. De igual manera considero que las veces que he dado el aporte monetario no es significativo a lo que devengo mensualmente; y mal o bien inconscientemente al final de la tarea un piensa que recibirá un favor a cambio por parte del señor.

Es aquí donde considero que toma protagonismo la otra lectura, pues muchas veces nos dejamos llevar por el día a día sin recapacitar que hechos realizamos por voluntad propia buscando reconocernos, llegando a la purificación de nuestro ser. Definitivamente reflexiono que el ser humano necesita de su espacio, interno, con Dios donde se entrega a él y encuentre respuestas.

Finalmente creo que cada acto de clemencia que uno realice lo engrandece espiritualmente y lo hace mejor persona. Porque mientras exista piedad también podrá haber fe, esperanza, amor y enaltecimiento de todos aquellos valores que nos hacen dignos de llamarnos seres humanos.

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