Permanecer, Perseverar Escrito por Claudio Oyarzún Domingo
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Permanecer, Perseverar
Escrito por Claudio Oyarzún Domingo, 11 de Enero de 2009 00:00
Hay una carta en el Nuevo Testamento que creo, es importante que nosotros como hijos de Dios podamos escudriñar y podamos meditar.
Pablo, en muchas de sus cartas, le escribió una carta a un joven que dejó a cargo para administrar y llevar adelante un ministerio. Creo que podemos sacar muchas enseñanzas de esta carta, porque más que darle instrucciones para el ministerio le da muchas instrucciones para el ámbito personal, donde le enseña, le dice lo que debe hacer. Pablo le aconseja y le advierte de muchas situaciones que pueden ocurrir, de lo que podría ocurrir y, cómo deberá comportase. En la primera y segunda carta vamos a encontrar cosas que me gustaría compartir con ustedes.
Pablo le dice a Timoteo: "Debes testificar de Cristo, porque Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino que nos ha dado un espíritu de poder". Pablo aconseja a Timoteo: "Debes testificar de Dios". También le habla en forma personal, a su vida: "Aviva el fuego del don de Dios que te fue impuesto". Ahora le dice a Timoteo: "Retén las sanas palabras, no te enredes en negocios de la vida, y (le advierte) sufre penalidades. No es fácil, esfuérzate en la gracia"; y le señala que para que el labrador pueda gozar de los frutos deba trabajar primero. También le advierte a Timoteo cómo serán los hombres en los postreros días diciéndole: "Serán traidores, cuídate de eso Timoteo , no tendrán afecto, serán amadores de los deleites, más que de Dios, serán libertinos, calumniadores, orgullosos, vanidosos, más amigos del placer que de Dios, van a aparentar que son piadosos, pero con sus acciones, lo niegan". Pablo le da consejos acerca de estos hombres, y son consejos válidos para nosotros hoy día, quizás no como comunidad, no como cuerpo; pero sí, en el ámbito personal. Esto es lo que Pablo nos puede decir esta mañana a cada uno de nosotros: "Testifica de Cristo. Aviva el fuego del don que hay en ti, sufre penalidades. El labrador para participar de los frutos, debe trabajar".
Pablo, después de darle todos éstos encargos a Timoteo, le dice: "Tú has seguido (estoy leyendo la Nueva versión Internacional) paso a paso todas mis enseñanzas: mi manera de vivir, mis propósitos, mi fe, mi paciencia, mi amor, mi constancia, mis persecuciones, mis sufrimientos Estás enterado que sufrí en Antioquia, que sufrí en Iconio, en Listra, las persecuciones que soporté, y de todas aquellas me libró el Señor". De esta misma forma, serán perseguidos todos los que quieran llevar una vida piadosa en Cristo Jesús. Es en esta parte la que me interesa que nos enfoquemos en esta mañana.
Pablo le dice a Timoteo: "Pero tú, permanece firme en lo que has aprendido y de lo cual estás convencido, y sabes de quien lo aprendiste. Desde tu niñez, conoces las Sagradas Escrituras que pueden darte la sabiduría necesaria para la salvación, mediante la fe en Cristo Jesús. Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en justicia; a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra". ¡Qué interesante lo que dice Pablo! "Tú has aprendido, desde pequeño conoces las Sagradas Escrituras, conoces mi sentimiento, conoces todo lo que yo he padecido, conoces mi manera de vivir (Pablo se coloca como ejemplo) conoces mi manera de vivir, conoces mi propósito, hacia dónde voy, conoces mi fe, conoces mi paciencia, mi amor y mi constancia, mi perseverancia". Pablo sigue diciéndole: "Tú, permanece firme en lo que has aprendido".
En esta mañana, Dios nos dice por medio de esta carta: "Cda uno de los que están en esta sala, permanezcan en lo que han aprendido. Si has aprendido poco, permanece; si quieres aprender más, sé constante en querer aprender más de Dios". Permanecer. Reina Varela dice: Persiste. Sé persistente en lo que has aprendido.
Un campesino que trabaja la tierra, tiene que echar la semilla y debe esperar pacientemente a que salga el fruto. A su debido tiempo saldrá. Los estudiantes aquí presentes, todos los que estudian se están esforzando por llegar a la meta. Los atletas, los deportistas, se preparan porque tienen una meta que cumplir. Un atleta se prepara por largo tiempo para llegar a tener éxito en algo que se ha propuesto. El campesino tira la semilla y espera con paciencia hasta obtener el fruto. Todos aquellos que deseen lograr algo; todos nosotros como hijos de Dios que queremos lograr algo: tal vez madurar, tal vez crecer, tal vez tener más conocimiento de Dios, tal vez ser hombres y mujeres más de oración, necesitamos tener una cualidad en esta vida y es: ser persistentes, perseverantes, y permanecer en lo que hemos aprendido. Permanecer y ser constante es tener un accionar para alcanzar con éxito las metas o los resultados deseados. Persistir, permanecer y ser pacientes.
Si yo quiero crecer en la vida cristiana no me puedo sentar en los sillones de mi casa, cruzar los brazos y así permanecer. Hay que perseverar en ciertas situaciones, hay que persistir en ciertas situaciones, hay que permanecer en lo que nos hemos propuesto. Eclesiastés nos enseña que: "es mejor el final de un negocio, en vez del principio" ¿Saben por qué? Porque en ese lapso hay muchas cosas que ocurren, es mejor permanecer, perseverar y lograr. Eclesiastés nos dice esto: el final es mucho mejor. Porque en ese lapso hay mucho paño que cortar. Si nosotros no somos perseverantes en ese paño que cortar, no vamos a llegar al final; es decir, nos convertimos en un refrán que dice: la partida de un caballo inglés (éste se aplica a toda situación que tiene un ganador inicial, pero con el transcurso de la carrera se transforma en un desastre) . En la vida cristiana si queremos lograr, si queremos madurar, si queremos ser diferentes a como el día de ayer, si queremos palpar lo que el título de un libro dice: - Tres pasos para adelante y dos para atrás - debemos perseverar, permanecer, ser persistente en lo que hemos aprendido, en lo que hemos oído.
Se dice que Thomas Alva Edison, inventor de muchas cosas que hoy día disfrutamos: focos, luces, lámparas, era un hombre muy persistente. Pero, no se basó en su inteligencia para llegar a tener éxito en lo que hoy conocemos, como por ejemplo: la pila, que en ese tiempo se llamaba un receptáculo para guardar energía, corriente, una batería. Lo que conocemos hoy como pila, la pila recargable, la que los jóvenes usan para el mp3, la historia y los antecedentes que yo encontré dice, que para que Edison haya tenido éxito en crear, en inventar, en poder guardar energía en esos aparatitos, hizo diez mil intentos. Diez mil esfuerzos que le llevaron al fracaso. Cuando se le preguntó si no se desanimaba con esos diez mil intentos y que no le llevaban a ninguna parte. Edison respondió: - ¿Sin resultado? No. Yo he aprendido mucho de esto, al contrario. Ahora sé, y ahora conozco, diez mil formas de cómo no hacer una pila -. ¡Qué interesante! Qué me demuestra esto. El secreto de sus grandes inventos no fue su gran inteligencia, sino más bien la perseverancia, la insistencia, la permanencia en lo que él creía que le iba a resultar. Diez mil intentos. Al diez mil uno le resultó. Pero él mencionaba: - Yo he aprendido mucho en todo este caminar -. Edison nos puede dar un ejemplo de perseverancia, de perseverar, de mantenerse, de continuar y de llevar a término lo que se ha comenzado.
La perseverancia, dice el diccionario normal, es: mantenerse, continuar, llevar lo que se ha comenzado. Esta palabra, perseverancia, viene del griego "proskarteresis" que significa: constancia, persistencia. "Poskartereo" significa: aprender constantemente, continuar sin sentido; adherirse firmemente; agarrarse bien. Ésta es una cualidad que nosotros debemos tener en nuestra vida, debe estar en nosotros como una cualidad de Dios, es decir: perseverar, ser constante en lo que has aprendido, en lo que hemos aprendido.
Deseo animarlos a que cada uno de nosotros, como hijos de Dios, comprometidos en la obra, podamos ejercitar y tener esta cualidad. En nuestra vida, como hijo de Dios debe haber esta cualidad: perseverar y ser constante.
La palabra a mí me enseña que el hombre (cuando digo hombre también está la mujer) el hombre que es de doble ánimo ¿qué es lo que pasa en su camino? Es inconstante, sube y baja como un tobogán. La palabra nos enseña: "el hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos". Pablo le dice a Timoteo: "Tú, como buen soldado de Jesucristo no te enredes en negocios que no te corresponden". Nosotros como hijos de Dios, y que estamos en el contexto de Reino de Dios, no debemos enredarnos en negocios que no nos corresponden. Para ello, debo tener la actitud de perseverar, de persistir en no quedar enredado. Si soy de doble ánimo me voy a enredar, un día será, sí; y otro día será no. Si somos inconstantes, en nuestra vida no va a ver perseverancia, ni persistencia.
Quiero mencionarles tres cosas en las que debemos perseverar:
1. La oración
Debemos perseverar en la oración, porque la palabra enseña en Hechos 1:14 "perseveraban en la oración". Perseverar, perseverar en la oración. Debemos revisar nuestra persistencia en la oración. Personalmente yo, debo apagar la televisión. Creo que a ustedes no les pasa, pero yo debo apagar el televisor porque es algo que me permite entretenerme, y me desvía mucho de lo que yo debo hacer. La palabra me enseña que yo debo ser un hombre (una mujer) de oración: porque en la oración se ganan muchas
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