Sacramento del Bautismo
gabstucTutorial7 de Agosto de 2012
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Sacramento del Bautismo
Naturaleza del Bautismo
El Bautismo es un sacramento de la Nueva Ley instituido por Cristo para la regeneración mediante el lavado por el agua en la palabra.
El término latino "baptismus", que viene del griego, significa: sumergir, lavar, limpiar.
Este sacramento ya estaba prefigurado en el AT: circuncisión, paso del Mar Rojo, diluvio, etc. Fue anunciado por San Juan Bautista, cuyo bautismo era una preparación para el Bautismo de Cristo señalando las disposiciones necesarias para recibirlo. También fue anunciado por el Señor mismo en su conversación con Nicodemo (Jn 3,5).
En cuanto a la institución del Bautismo el Concilio de Trento afirma que hay dos momentos: institución y mandato de administrarlo. El Catecismo de la Iglesia Católica afirma que "en su Pascua Cristo abrió a todos los hombres las puertas de su Bautismo."
En general, hay consenso en que Cristo instituyó el Bautismo aunque hay diferencias sobre en qué momento y de qué manera. Un buen número de teólogos considera que fue instituido en el momento del bautismo de Cristo en el Jordán porque allí el Señor da al agua la virtud de santificar y porque allí se hace patente que la fuente de la regeneración bautismal es la Santísima Trinidad, que nos hace hijos de Dios y herederos del Cielo.
La promulgación de su obligatoriedad universal tuvo lugar después de la Resurrección: "Id y enseñad a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo" (Mt 28,19).
La materia remota del Bautismo es el agua verdadera y natural, y para que la celebración sea lícita debe estar bendecida.
La materia próxima es la ablución. Hay dos ritos que la Iglesia ha aceptado: infusión e inmersión.
La forma de este sacramento son las palabras: “N.N. Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.
B. Efectos
a. Efectos santificadores:
- El Bautismo es un nacimiento espiritual que nos incorpora a Cristo y conlleva una participación de la naturaleza divina por la que somos hechos hijos de Dios en Cristo.
- Imprime carácter, con el que el bautizado queda constituido en la condición de fiel cristiano y recibe, y es capaz de oír, la llamada a la santidad. Hace partícipe al hombre del oficio sacerdotal, profético y real de Jesucristo.
- Nos infunde la gracia santificante, las virtudes y los dones del Espíritu Santo. Nos concede, asimismo, una gracia sacramental específica.
b. Efectos purificadores:
- Perdona todos los pecados, tanto el original como los actuales.
- Remite todas las penas, tanto las temporales como las eternas, debidas a los pecados.
C. Necesidad
El Bautismo es necesario, con necesidad de medio, para la salvación eterna (Jn 3,5; Conc. Florencia; Conc. Trento, s. VI). También hay una necesidad de precepto, cuando Jesús dice: "Id y enseñad a todas las gentes y el que crea y se bautice se salvará" (Mc 16, 16). Sin embargo, el Bautismo de agua puede suplirse en cuanto a su principal efecto, es decir, en cuanto a la gracia santificante: a) por el bautismo de sangre en los adultos y niños; b) por el bautismo de deseo, en los adultos. El bautismo de deseo es el anhelo explícito o implícito de recibir el Bautismo. El bautismo de sangre se refiere a la muerte soportada con caridad por defender la fe o alguna virtud cristiana.
D. Ministro
El ministro del Bautismo es el sacerdote, a quien de oficio compete bautizar; también el diácono puede administrar el Bautismo solemne (como ministro ordinario). Pero en caso de peligro de muerte, cualquier persona puede bautizar, con tal que guarde la forma establecida por la Iglesia y tenga intención de hacer lo que hace la Iglesia (actuaría como ministro extraordinario).
E. Sujeto
Toda persona viva, adulto o niño, que no haya sido bautizado antes válidamente, es sujeto capaz de recibir el Bautismo.
En el caso de los niños, la fe, necesaria para la licitud del Bautismo, es prestada por la Iglesia a través de los padres y padrinos.
En el caso de los adultos, se requiere la intención - al menos habitual - para recibirlo válidamente; y la fe y el rechazo expreso de todo afecto al pecado con propósito de no voverlo a cometer, para su licitud.
El Carácter Cristiano como Participación en el Sacerdocio de Cristo
Es dogma de fe que los sacramentos del Bautismo, Cofirmación y Orden Sacerdotal no solo confieren la gracia, sino también imprimen carácter en el alma, es decir, un cierto signo espiritual e indeleble en virtud del cual el cristiano se distingue del que no lo es, queda habilitado para el culto e incorporado a Cristo y a la Iglesia. Por razón del carácter estos sacramentos no se pueden repetir. (Concilios de Florencia y de Trento)
El carácter es distinto de la gracia, pero dispone a recibirla. A diferencia de la gracia, el carácter nunca se pierde por el pecado. Son separables, pero no independientes, pues para realizar dignamente las acciones para las que habilita el carácter, se requiere la gracia. Por eso, el carácter es una disposición para la gracia. Cuando se pierde la gracia, el carácter permite recuperarla y urge esa recuperación.
Santo Tomás afirma que el carácter es una cualidad (que adviene a un ser constituido y, por lo tanto, no puede ser una sustancia) y, dentro de que es una cualidad, dice que es una potencia porque es una capacidad para algo. Cuando Dios nos imprime el carácter lo que hace es regalarnos una capacidad (potencia, poder) que nos permite realizar actos que otros no pueden; en concreto, para realizar el culto que agrada a Dios.
Como el carácter capacita para el culto y el culto cristiano deriva del sacerdocio de Cristo, el carácter es una participación, en mayor o menor grado, de ese sacerdocio. Esto tiene como consecuencia que el carácter sea indeleble ya que el sacerdocio de Cristo no pasa.
EL BAUTISMO NOS HACE HERMANOS DE JESÚS
Ser bautizado es como nacer de nuevo. Es comenzar una vida nueva.
San Pablo decía a los primeros cristianos que es como estar injertados en Jesús. Cuando un brotecito es injertado sobre el tronco de otra planta comienza a crecer con la savia y la vida del tronco.
Así debe suceder con el bautizado. Es una persona injertada en Jesús, para que viva como y con El la misma Vida de Dios. ~ bautizados han unido su existencia con la de Cristo en una vida. que trata de imitar la de El. Desde el momento del Bautismo el camino de Jesús es nuestro camino, su historia es nuestra historia. Llevamos su nombre: somos cristianos.
Por el Bautismo fuimos sepultados Cristo en el muerte, para que así como El resucitó, también nosotros llevemos una Vida nueva (Rom.6,4) que desembocará una vez definitivamente en la felicidad completa.
EL BAUTISMO NOS HACE HERMANOS DE JESUCRISTO, nos asemeja a El, nos identifica con El. Intimamente unidos a, El, particularmente en su misterio pascual pasamos del pecado y de la muerte a la VIDA.
EL BAUTISMO NOS HACE HIJOS ADOPTIVOS DE DIOS
Convirtiéndonos en hermanos de su propio Hijo Jesucristo, Dios también quiere "adoptarnos" como hijos suyos. De esta manera nos devuelve la amistad que se había perdido con la soberbia de Adán y Eva, que pensaron que podían prescindir de Dios.
Atrayéndonos hacia si Dios restablece los lasos de amor entre El y el hombre, cons¬truye un nuevo puente sobre el abismo que el hombre ha creado rechazando a Dios: "Nos quita el pecado original". Nos hace herederos de la vida eterna.
EL BAUTISMO NOS HACE MIEMBROS DE LA IGLESIA
Por el Bautismo Dios nos llama a emprender JUNTOS la marcha hacia El. Nos hace hermanos en la gran Familia de Dios para que nos ayudemos y alentemos cuando un compañero está en peligro de cansarse y quedarse fatigado al lado del camino.
El Bautismo es la PUERTA DE ENTRADA EN LA FAMILIA DE DIOS, LA IGLESIA
Cuando entramos en una sociedad o club, se nos dan una célula que significa dos cosas: que la sociedad me acepta a mí y que yo acepto a la sociedad a la que ingreso.
El Bautismo es una señal de aceptación mutua: La Iglesia recibe al que se bautiza y éste acepta a la Iglesia. Es un compromi¬so mutuo: La Iglesia me ayuda a alcanzar la meta de mi vida y yo me comprometo a vivir siempre y en todas partes como miembro activo de ese Pueblo de Dios. Registrar a alguien en el libro de los bautizados es la confirmación escrita de que el bautizado pertenece a la comunidad de la Iglesia, al Pueblo de Dios.
El Bautismo vincula a todos los que lo reciben a la Iglesia que es ante todo comunidad de hermanos que:
* creen en Dios como Padre,
* aceptan a Jesucristo como modelo de su vida, Salvador y Señor del mundo,
* se comprometen a ser luz del mundo y sal de la tierra, impulsados por el Espíritu Santo.
LOS SIGNOS BAUTISMALES
LA SEÑAL DE LA CRUZ
Para nosotros los cristianos la cruz tiene un gran valor; es signo de triunfo y victoria porque en ella murió Jesús para salvarnos de la muerte y del pecado.
AI inicio de la ceremonia del Bautismo, el sacerdote traza una cruz sobre la frente de la criatura e invita a los padres, padri¬nos y familiares a hacer lo mismo ...
Es un gesto y una señal que quiere marcar profundamente esta vida que comienza .
Es ponernos en manos de Dios y recordarle a El que somos cosa suya; que no nos abandone, que nos proteja y defienda.
La señal de la cruz es distintivo del cris¬tiano:
• Es recuerdo
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