Trabajo Individual 1

POR CUANTO EN MÍ HA PUESTO SU AMOR

(Salmos 91:14)

Hasta el final de este salmo el autor sigue hablando de ser librado de los enemigos y las adversidades de la vida, como también ser honrado por Dios. Sin embargo, hay dos frases que condicionan esta bendición. Primera: “Por cuanto en mi ha puesto su amor”; segunda: “Por cuanto ha conocido mi nombre”. En la primera frase la palabra amor implica gran cercanía o intimidad en la relación. Este término significa amar pero en el sentido de abrazar fuertemente. Entonces el salmista está hablando de alguien que está estrechamente unido con Dios, en una relación de amor, de respeto sumisión y servicio. Es a esta persona a quien Dios promete librar.

La expresión: “Le pondré en alto” implica honra, exaltación que, como dice el salmista, son ofrecidas a quienes conocen su nombre, no sólo de manera intelectual y teórica, sino principalmente experimental, en el diario vivir, en cada situación que tenemos que enfrentar. La segunda frase tiene que ver con conocimiento de su nombre e implica conocer el carácter de Dios, cada aspecto de su singular ser: poder, amor, santidad, etc. Por supuesto que será un conocimiento limitado, pues no se puede conocer a Dios completamente, pero será suficiente para confiar plenamente en Él.

Dios promete responder las oraciones de aquellos que le conocen y aman, como también promete ser su soporte en medio de la angustia y el dolor, experiencias inevitables para todos los mortales.

La promesa final: “Lo saciaré de larga vida” (v.16) puede referirse a muchos años en esta tierra o a la vida eterna con Cristo. Como quiera que sea, ambas son bendiciones que Dios concede a sus hijos. La vida eterna es para todos sus hijos, y la vida larga es para quienes ÉL considera necesario según sus planes.

PARA MEDITAR Y ORAR

¿Es Dios tu primer amor? ¿Cómo lo manifiesta en tu vida?

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