Trayectoria y geografía de la tradición petrina

Trayectoria y geografía de la tradición petrina

1. Periodo apostólico (corresponde a la primera generación)

De este periodo no contamos con escritos relacionados con Pe; sin embargo, recuperando algunas indicaciones dispersas en el NT (Hc, Gl y 1 Cor) podemos recupera algunos datos significativos:

Pablo habla de tres visitas a Jerusalén, en cada una de ellas hay indicios de un progresivo distanciamiento de Pe respecto a la comunidad de Jerusalén:

a) (Gal 1, 8) Pe ocupa un lugar principal en la comunidad de Jerusalén

b) Diez años más tarde, con motivo del llamado “concilio” de Jerusalén, Pe sigue siendo una de las columnas (Gal 2, 9), pero su importancia disminuye al tiempo que crece la de Sgo. Por entonces Pe se encontraba ya en Antioquia (Gl 2, 11-14) y según Hc 10-11 ya había anunciado el evangelio en la zona costera de Palestina.

c) Cuando Pablo va a Jerusalén por última vez (Hc 21), Pe ya ni siquiera está ahí. Es Sgo quien se encuentra al frente de la comunidad.

Pe, entonces está con tensión con Jerusalén (Sgo) y con Pl y sus comunidades. Geográficamente Antioquia y sus regiones limítrofes es la zona de influencia petrina, a partir de la cual se extiende hacia otras regiones.

Según una tradición muy antigua Pe llega a Roma y ahí es martirizado.

Conclusión: geográficamente la tradición petrina dirigida por el mismo Pe va de Jerusalén a Antioquia y de ahí a Roma.

Principales acentos:

- Según Póster, el centro teológico de la predicación petrina era el kerigma de la muerte y resurrección de Jesús, de las que Pe es testigo.

- conserva la radicalidad ética

- abre el mensaje cristiano a los no judíos. del movimiento itinerante originario

2. Periodo sub-apostólico (66-100 dC) Se caracteriza por la desaparición de los testigos oculares de la vida de Jesús.

En este periodo las iglesias se ven en la necesidad de dar continuidad al movimiento iniciado por los discípulos del resucitado, y lo hicieron invocando a algún apóstol, como garante de la tradición que habían recibido.

Es en esta época cuando se redactan la mayor parte de los escritos del NT, algunos de los cuales están vinculados con la tradición petrina.

Siria (Antioquia)

En esta región confluyeron tradiciones vinculadas a diversos apóstoles, las cuales se fundieron al paso del tiempo.

Mt resalta notablemente la figura de Pe, porque ve en la tradición vinculada a él el centro moderado y el punto de encuentro para las diversas tradiciones existentes en la comunidad.

Mc, de algún modo, lleva a cabo esa fusión de tradición influido en gran medida por la tradición petrina. De la tradición petrina antioquena, Mc conserva la teología crucis, que el punto central del kerigma petrino e hizo de ella el principio organizativo de su relato. Mt completa esta obra incorporando tradiciones de Jerusalén.

La característica central de esta tradición en este periodo es la de ofrecer un punto de encuentro entre diversas tradiciones en torno a la figura de Pe. Es precisamente esta tradición siria, la que tuvo un intenso acercamiento con la tradición joánica, acercamiento que termina en una vinculación manifiesta en cap. 21 añadido al evangelio joánico.

Roma

El cristianismo en Roma es un hecho que precede al mismo Pablo. Se trata de una comunidad predominantemente judía. Al ser Roma centro del imperio no es difícil que en ella confluyeran diversas tradiciones, las cuales, como sucedió en Antioquia, poco a poco se fueron fusionando en torno a la tradición petrina, como lo muestra la primera carta de Pedro, dirigida desde Roma y en nombre de Pe a algunas comunidades del norte de Asia menor. Sin embargo, la misma carta muestra una presencia innegable del pensamiento paulino. ello es indicio de una síntesis entre dos tradiciones predominantes. Ello se advertirá más claramente en 1 Clem.

Norte de Asia menor

La I Pe está dirigida a comunidades del norte de Asia menor (1 Pe 1,1), apelando a la autoridad de Pedro, la cuestión es si ello se debe a que Pe evangelizó esas regiones, o por sus emisarios.

Estas regiones están precisamente donde según Hc 16, 6-10 Pl y Bernabé no pudieron entrar. Quizá ello sea una velada forma de decir que estas regiones ya habían sido evangelizadas por el grupo de Pe. Recordemos, en este sentido, que Pl no tiene la costumbre de construir sobre otros cimientos (Rm 15, 20; 2 Cor 10, 15-16).

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