Un Hombre Para La Eternidad" En Relación A La Encíclica "Caritas Et Veritate

Un hombre para la eternidad – A man for all seasons

El presente trabajo muestra las relaciones que se pueden obtener en base a la película “Un hombre para la eternidad” con la encíclica “Caritas et Veritate” del Papa Benedicto XVI, además se mostrará como es que hechos históricos de esa época aún repercuten en la actualidad.

La película se centra en los últimos años de la vida de Tomás Moro y cómo es que se mantiene firme en su creencia, con respecto al divorcio del rey Enrique VIII con la reina Catalina, debido a que la reina no había podido darle un heredero varón al trono de Inglaterra, además, se genera otro conflicto cuando el rey Enrique, cansado de esperar la respuesta de la Santa Sede en cuanto a su divorcio, decide auto declararse “Cabeza suprema de la Iglesia en Inglaterra”, exigiendo a los obispos ingleses que renuncien a su alianza con la Santa Sede, y esta posición tampoco es apoyada por Tomás Moro.

En la encíclica nos habla que: “En el ámbito social, jurídico, cultural, político y económico, es decir, en los contextos más expuestos al peligro de la desviación de la caridad, se afirma fácilmente su irrelevancia para interpretar y orientar las responsabilidades morales. De aquí la necesidad de unir no sólo la caridad con la verdad, en el sentido señalado por San Pablo de la «veritas in caritate» (Ef 4,15), sino también en el sentido, inverso y complementario, de «caritas in veritate». Se ha de buscar, encontrar y expresar la verdad en la «economía» de la caridad, pero, a su vez, se ha de entender, valorar y practicar la caridad a la luz de la verdad”(1), y es este punto uno de los más afectados en el reinado de Enrique VIII, dado que no sólo falta a la verdad en cuanto a la ilegitimidad de su matrimonio, sino también en la falsa acusación que se da en contra de Tomás Moro, además de ir en contra de la caridad, en el sentido de amar a Dios sobre todas las cosas, ya que asume un poder el cual no esta en condiciones de poseer, y desde el punto de vista de amar a los demás como a sí mismo, debido a que sus acciones son sólo a favor de sí mismo, sin medir las consecuencias en las demás personas.

En otro punto de la Caritas et Veritate, en la que se hace referencia a la encíclica Humanae se subraya el sentido unitivo y procreador a la vez de la sexualidad, poniendo así como fundamento de la sociedad la pareja de los esposos, hombre y mujer, que se acogen recíprocamente en la distinción y en la complementariedad; una pareja, pues, abierta a la vida(2), por lo que el rey debió asumir su responsabilidad y no velar sólo por sus intereses personales, sino seguir con el plan de Dios y respetar la base de toda sociedad, en este caso, con la reina Catalina.

Además, en una sociedad como la Inglaterra de esa época, en donde se dieron todo este tipo de acciones que iban en contra de la Ley Divina, es

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