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Volviéndonos a Dios, encontraremos paz y salvación para nuestras almas


Enviado por   •  17 de Julio de 2014  •  689 Palabras (3 Páginas)  •  249 Visitas

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Rigoberto Espinoza Leal 19-03-2014 Homiletica avanzada.

Tema: Volviéndonos a Dios, encontraremos paz y salvación para nuestras almas.

Texto: Ezequiel 33; 11 Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?

Titulo: ¡Vuélvete!

Propósito general: Evangelistico

Propósito específico: Convencer a los escuchas de la necesidad de volver su corazón a Dios.

Proposición: Encontrar el camino de regreso a Dios de tal manera que el cautivo obtenga la libertad, el enfermo sea sanado, y aquel que no goza de la salvación, pueda hacerlo en Cristo Jesús.

Oración de transición: Descubriremos algunos pasos que nos pueden ayudar a volvernos a Dios.

Introducción: En cierta excursión de familias, en una zona de montañas, uno de los pequeños, se alejó del grupo. Sin darse cuenta los padres, en un parpadear, el niño había desaparecido. Tal fue la desesperación, que empezó a buscarlo todo el grupo, y a gritar su nombre. Organizaron la búsqueda dividiéndose, para ir en varias direcciones y poder hallarlo. El guía del grupo sale por su lado, y por otro lado iban los padres. El guía mira hacia el borde del cerro, y distingue una pequeña figura, que camina en dirección al precipicio. Le grita de inmediato al niño: -Por allí no! Por allí no! (Y le hace señas que regrese...) Luego a esto llegan los padres de otro grupo, y a coro le gritan al niño: Por allí no! El pequeño perplejo y aturdido, no sabe si avanzar o retroceder. Da unos pasos adelante, y el corazón de todos se paraliza. Nadie sabe que hacer... ya que si van corriendo a buscarlo... el niño podría asustarse y también correr... y podría despeñarse al vacío. ! En eso, llegar el padre del niño... y dice a todos: silencio! silencio! Simplemente, se arrodilla, abre los brazos, y con lágrimas llama al niño por su nombre. Este, al ver los brazos abiertos de su padre, entendió que lo estaba llamando... y corrió sin pensarlo a su encuentro a abrazarlo. !

Ningún consejo lo pudo hacer volver sino solo los "brazos abiertos de su padre."

A. ¿Cuántas veces te han dicho que tienes que dejar tus malos caminos?

1.)? No has querido escuchar el consejo de aquel familiar o amigo, que quería solo tu bien. Te has endurecido, y vas caminando, de forma caprichosa al precipicio de tu vida. Dios que ve el peligro te dice: "Vuélvete, vuélvete! Porque morirás?".

2.) El no quiere tu mal, sino tu bien.

B.

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