Últimos reyes de Judá.

Dominación extranjera. Desde Babilonia hasta Jesucristo.

Cautiverio en Babilonia. Años 605 a 536 a. de J.C.

Últimos reyes de Judá.

Joacaz, hijo de Josías, reino 3 meses, pues Necao, rey de Egipto, se lo llevo prisionero por negarse a pagar tributo.

Joaquín I, hermano de Joacaz, lo reemplazo en el trono.

Nabucodonosor II, rey de Babilonia tomo a Jerusalén, saqueo el templo y se llevó cautivo a Joaquín I (605 a. C) y a varios jóvenes entre ellos Daniel. Con esto empezó la cautividad de Babilonia.

A Joaquín I le permitieron regresar a su reino.

Mientras reinaba Jeconias o Joaquín II, vino otra vez Nabucodonosor II, tomo a Jerusalén, volvió y se llevó al rey y más de 10000 cautivos entre ellos el Profeta Ezequiel.

Sedecias, tío de Jeconìas, habiéndose aliado con los egipcios, se presentó por tercera vez el ejército de Nabucodonosor II y sucumbió a Jerusalén después de un sitio de 18 meses.

Escapo el rey, pero fue preso y Nabucodonosor le reventó los ojos.

Los babilonios saquearon Jerusalén, derribaron murallas, destruyeron el templo de Salomón. (587).

Así acabo el reino de Judá, lo mismo que el de Israel. Subsistió 345 años: desde 932 hasta 587.

Jeremías y Ezequiel.

Jeremías predico contra la idolatría, profetizo la ruina de Judá y Jerusalén. Se quedó en las ruinas de Jerusalén donde dio ánimo a sus compatriotas y compuso sus Lamentaciones, (la iglesia repite todos los años en oficios de Sem. Santa) en las cuales daba desahogo.

Jeremías hombre sencillo y tímido, sufrió grandes persecuciones de los reyes de su patria, pues amenazaba con los castigos de Dios por sus impiedades.

Se cree que murió apedreado por sus mismos compatriotas en Tafnes, Egipto.

Ezequiel, fue cautivo por Nabucodonosor, comenzó su ministerio 5 años antes de la ruina de Jerusalén y lo continuó durante más de 20 años, en el cautiverio. Según la tradición murió a manos de un príncipe de Israel, porque reprendió su idolatría.

Daniel y sus compañeros.

Entre los que marcharon cautivos con el rey Joaquín estaban Daniel, Ananías y Misael, descendientes de David.

Dios recompenso a aquellos jóvenes dándoles sabiduría, y a Daniel don de interpretar sueños.

Daniel salvó de la muerte a Susana, que fue acusada falsamente por dos viejos infames.

Daniel explica un sueño del rey Nabucodonosor.

Sueño de Nabucodonosor.

Nabucodonosor no podía recordar un sueño que había tenido, así que trajeron a Daniel y pudo interpretarlo: has visto una estatua de altura extraordinaria, con cabeza de oro, el pecho y brazos de plata, el vientre de bronce, las piernas de hierro y los pies, parte de hierro y parte de barro. Cuando la estabas mirando cayó una piedrecita sobre los pies de la estatua y se desplomó, y la piedrecita fue creciendo hasta convertirse en una inmensa montaña.

Daniel le explicó el sueño: tú eres la cabeza de oro; Dios te ha dado el imperio, fuerza y gloria. Vendrá después otro imperio menos poderoso; representado por el pecho de plata, seguirá un tercero y será fuerte como el bronce; dominará en tierras lejanas, aparecerá por fin un cuarto reino ; las piernas de hierro, los pies de hierro y barro significan que habrá divisiones en el último reino.

Cuando acabó de hablar Daniel el rey Nabucodonosor quedó admirado y dijo: tu Dios es el Dios de los dioses.

Los tres hebreos en el horno.

Nabucodonosor hizo una estatua de oro y mandó que la adoraran, pero Daniel y sus compañeros no lo hicieron y los acusaron ante el rey, fueron arrojados los tres jóvenes hebreos Ananías, Misael y Azarías en un horno encendido. Pero un ángel del señor los preservó del fuego, en medio de las llamas alababan y bendecían a Dios. En vista de esto Nabucodonosor los sacó del fuego y glorificó al Dios de Israel.

Nabucodonosor convertido en irracional.

Daniel le anunció que algún día habría de verse reducido a la condición de las bestias, pues se hacía adorar con divinidad. A los 12 meses al estar contemplando la magnificencia de sus obras el rey cayó en la embriaguez del orgullo, que perdió

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