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El Estado Social de Derecho, se debe a las trasformaciones que ha tenido la sociedad en los últimos siglos, ya que el nace como reacción a la dictadura, el nazismo y al colectivismo que surgieron en Europa a partir de 1920.

En el caso colombiano, antes de 1991, se definía como un Estado de Derecho, exclusivamente un concepto de igualdad y libertad, marcando una gran diferencia con el Estado Social de Derecho, toda vez que en éste último, promueve la igualdad determinante como principio fundamental que guía las tareas del Estado, es decir, sus políticas, con el fin de corregir las desigualdades existentes, promover la inclusión y la participación de la ciudadanía, y garantizando a las personas, individualmente consideradas o en grupos, que se hallen en situación de desventaja, la satisfacción efectiva de sus derechos fundamentales. Donde los fines del Estado Colombiano no deben ser otros que los del bien a la comunidad.

La noción de Estado Social de Derecho, no la aplican la mayoría de las instituciones públicas, las cuales violan o desconocen los mandatos descritos en la norma de normas, describiéndonos, principalmente, los derechos y facultades que otorgan a la población en general.

El desequilibrio social al cual se ven sometidos algunos colombianos, desde la cotidianidad de su vida diaria, en aspectos de gran importancia, para la supervivencia y la vida digna, como la alimentación, el empleo, la educación, la salud, entre otros; y donde el poder central del Estado Colombiano es nulo para resolver todos estos problemas, no pudiendo garantizar a la nación, el mínimo vital que tanto divulga. Esto, ha contribuido más a su decadencia en cuanto a protección, donde la vemos muy ligada con la clase política y la oligarquía de nuestra patria, ya que en estos años no ha podido avanzar en pro de resolver la inequidad social, y que cobra mayor énfasis en lo pertinente al problema de la salud, la educación, el empleo, la vivienda propia, la alimentación, entre otros.

En este orden de ideas, el Estado debe ser un suministrador de bienes y servicios que compense las necesidades primarias de toda la población, a través de su administración, donde el Estado Social de Derecho juegue un papel fundamental y se diferencie con las Construcciones Neoliberales que proliferan en la actualidad.

Para que el Estado Social de Derecho sea una realidad, esto es, una aplicación en sentido material, debe cumplirse a cabalidad lo anteriormente expuesto, y de éste modo poder predicar con certeza absoluta, el principio de eficacia de la constitución y no se siga quedando solo en una muestra inalcanzable que solo quedo en el papel o en el sueño de todos aquellos que desean un país razonable, sin mayor operancia que la conveniente a para ciertos sectores de la población, que siempre resultan más favorecidos que otros.

El colapso de la Constitución es más que evidente, cuando no ha logrado sus objetivos vitales como garantizar los derechos humanos, una salida política al conflicto

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