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Edwin Oviedo tomó riendas del Juan Aurich y en menos de un año lo tiene puntero

Le dicen el ‘Abramovich’ del norte. Cusqueño y empresario, asegura que asumió el equipo chiclayano por gratitud con el pueblo lambayecano

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*Por Mauricio Gil* Los millones del 'Ciclón'. El empresario Edwin Oviedo llegó a Chiclayo en el 2005. No era su idea ser dirigente deportivo, pero cuatro años después le dicen el Roman Abramovich del norte, aunque no es ruso sino cusqueño y aunque lo suyo no es el petróleo, sino el azúcar. Así de notoria ha sido su presencia en este Juan Aurich que el domingo tumbó a la “U” para ser puntero del Descentralizado ante un estadio lleno. Aquí está el inversionista detrás del líder. *¿Usted es mecenas o empresario?* Como empresario tengo mayor experiencia que como dirigente de fútbol. El equipo se está manejando como una sociedad anónima, y más adelante podría serlo. Es la única forma de crecer futbolísticamente en el país. *¿Qué piensa cuando lo comparan con Roman Abramovich?* No tengo punto de comparación. Aunque sigue siendo un honor. *¿Franco Navarro tiene independencia total?* En cuanto a quiénes deben jugar, yo soy la persona menos indicada para siquiera opinar. Soy respetuoso de las decisiones que el técnico toma. Franco es la persona ideal para hacer el equipo, él tiene la trayectoria y experiencia. *¿Es hincha del Aurich?* Ahora soy 100% del “Ciclón”. *¿De dónde salió Edwin Oviedo?* Yo soy del Cusco, de Urcos. Ahora estoy en Chiclayo por el tema de las azucareras, de las que somos accionistas desde el 2002. *¿Cuando dice “nosotros”, a quiénes se refiere?* Me refiero al grupo familiar, el grupo Oviedo. Somos seis hermanos, yo soy el quinto. Cada uno tiene el manejo de la empresa en distintas zonas del Perú. A mí me tocó venir a Chiclayo para manejar Pomalca y Pomar. En el Cusco y en Lima tenemos nuestra cadena de supermercados Mega. *Es una experiencia de empresa familiar exitosa...* Sí, nosotros comenzamos de abajo. El salto grande lo dimos al adquirir las acciones de las empresas azucareras. Llegamos en un momento muy difícil, cuando eran un caos. Arriesgamos en comprar e invertir en esas empresas y el primer año perdimos el 50% de la inversión. Hoy Pomalca y Pomar tienen cerca de 3.000 trabajadores. Encontramos una empresa que facturaba 28 millones de soles al año, actualmente facturamos 80 millones. De esta manera nos fuimos acercando a la gente chiclayana. *¿Por eso fue que llegó al Juan Aurich?* Fue una de las razones. Por eso en el 2006 nos llamaron para apoyar al club, que entonces estaba jugando la Copa Perú. Ese año apoyamos desde afuera, pero muy poco. El equipo llegó a jugar con Hijos de Acosvinchos, y se perdió por penales. Ahí vi cómo la gente de Chiclayo se frustró. Asistieron más de 20 mil personas al Elías Aguirre para ese partido. A la gente se la veía ansiosa por tener otra vez fútbol profesional. *Lo que se consiguió en el 2007...* Claro, ese año fue distinto. Apoyamos un poco más. Poco a poco fuimos integrándonos al club, conviviendo con los jugadores, pasando momentos difíciles y felices. Hasta que se ganó la Copa Perú. Pensé que ya había acabado mi dedicación al fútbol. Sin embargo, ya en el 2008, asumí la vicepresidencia. *¿Qué lo motivó para hacerse cargo del equipo?* Luego del Apertura 2008, el desconcierto reinaba, debido a la crisis económica y la posibilidad de la baja. Juan Merino (presidente anterior y actual vicepresidente) me preguntó si quería hacerme cargo del club. Yo tengo mucho agradecimiento a Chiclayo por cómo me acogió y había miles de hinchas del Aurich que ansiaban que alguien le diera la mano al equipo. Simplemente, no podía ser ingrato. *Fue como agarrar un fierro caliente...* Sí. Se tuvo que hacer muchos cambios y el primer objetivo fue salvar

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