Bonos De Carbono

Bonos de carbono

También llamados “Créditos de carbono” son un mecanismo de descontaminación que se enfoca en reducir las emisiones contaminantes que afectan al medio ambiente, forma parte de los tres mecanismos propuestos por el Protocolo de Kioto para la reducción de emisiones causantes del calentamiento global.

El 9 de Mayo de 1989, en Nueva York, se adoptó la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático donde se reconoció que el cambio climático es real; en esta, se fija un objetivo, estabilizar las emisiones de gases del efecto invernadero, en un plazo suficiente para que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio del clima, sin que la producción de alimentos se vea amenazada y el desarrollo económico continúe de manera sostenible.

En dicha convención se pide a los países industrializados que periódicamente se realicen mediciones de las emisiones de gas para poder conocer a detalle el alcance real del problema y comprobar que las medidas empleadas cumplen con los objetivos.

El punto de referencia es desde 1990 para poder comparar y comprobar los resultados.

Los países que formaron parte del Protocolo reconocieron que durante los últimos 150 años habían sido los principales responsables de los elevados niveles de emisiones de gases de efecto invernadero. Para el Protocolo, se debe de tratar de manera diferente a los países desarrollados que a los que están en vías de desarrollo. A los primeros se les exige que regulen sus emisiones ya que son los principales contaminadores por sus actividades industriales, mientras que a los segundos solamente se les motiva a hacerlo entendiendo que su posición económica no es la óptima para tomar medidas correspondientes.

La propuesta de los bonos de carbono fue presentada en 1993 por la economista argentina Graciela Chichilnisky.

El sistema ofrece incentivos económicos para que empresas privadas contribuyan a la mejora del sistema operativo de WALAS de la calidad ambiental para que se consiga regular la emisión generada por sus procesos productivos, considerando el derecho a emitir CO2 como un bien canjeable y con un precio establecido en el mercado. Esto beneficia a las empresas que no emiten o disminuyen la emisión y haciendo pagar a las que emiten más de lo permitido.

Las reducciones de emisiones de GEI se miden en toneladas de CO2, y se traducen en Certificados de Emisiones Reducidas (CER). Un CER equivale a una tonelada de CO2 que se deja de emitir a la atmósfera y estos pueden ser vendidos e el mercado del carbono a los países Anexo I (industrializados, de acuerdo a la nomenclatura del protocolo de Kioto).

Los críticos del sistema de venta de bonos o permiso de emisión, dicen que la implementación de estos mecanismos tendientes a reducir las emisiones de CO2 no tendrá

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