CONSECUENCIAS INTELECTUALES DE LA TECNOLOGÍA

¿Cuál sería la situación de la humanidad en ausencia de los beneficios proporcionados por las herramientas tecnológicas?, sería un desconcierto. El escritor estadounidense, Nicholas Carr, autor de varios libros y artículos sobre tecnología, negocios y cultura, expone en su libro: “Superficiales ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?” las implicaciones de la tecnología en el pensamiento humano. Esta publicación fue finalista para el “Premio Pulitzer” en 2011, estuvo en la lista del “New York Times best-seller” y se ha transcrito a varios idiomas además del Inglés. En “Las herramientas de la mente”, tercer capítulo de aquella obra, el autor sostiene que nuestras mentes no son estáticas, sino que cambian obedeciendo a las herramientas que utilizamos.

Las tecnologías han evolucionado apresuradamente a través del tiempo, y con ella, el perfeccionamiento del raciocinio humano. El autor percibe este hecho y lo argumenta apoyado en un conjunto de tecnologías. En primer lugar entran las tecnologías que tienen la capacidad de optimizar nuestras destrezas físicas; en segundo lugar, las que amplifican la sensibilidad de nuestros sentidos. También, están, las que nos permiten modificar el ambiente natural y por último, aquellas que engrandecen nuestras capacidades mentales. Estas últimas, Carr las precisa como “Las Tecnologías Intelectuales” y constituyen su principal enfoque.

Carr revela dos de las tecnologías intelectuales más significativas en el adelanto histórico y mental del hombre: “La invención del mapa y del reloj”. El invento de la cartografía alteró la manera, que tenía el hombre, de percibir el espacio y lo dotó de nuevas formas de expresión. Con el hallazgo del reloj, el ser humano experimentó una nueva apreciación del tiempo que lo condujo a modificar su forma de actuar y de pensar. Por otro lado, el autor, hace referencia al alfabeto y a la escritura como tecnologías que suscitaron cambios puntuales en la mentalidad del ser humano. También, en el texto, se distinguen dos corrientes contrapuestas: Los deterministas y los Instrumentalistas. Los primeros establecen que la tecnología prescribe la historia humana y los segundos sustentan que las tecnologías son herramientas imparciales y sujetas a los usuarios.

Que reflexionemos sobre los efectos que produce el uso de las tecnologías en nuestras mentes, es el propósito del autor en este capítulo. Las herramientas tecnológicas no solo nos hacen la vida más cómoda; sino que, al mismo tiempo, modifican nuestros procesos mentales. Cuando confrontamos los beneficios que nos aportan las nuevas tecnologías, nos imbuimos en ellas y nos ajustamos a los nuevos procedimientos que implican su uso. En consecuencia, adquirimos otras capacidades para realizar tareas que anteriormente eran ejecutadas en base a otros criterios. En fin, nuestra mente cambia gracias a la tecnología y con

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