Caso de ética profesional

Reporte:

Caso de ética profesional

El arquitecto Ernesto dueño del despacho de Diseño arquitectónico, fue participe de cierto acontecimiento que reflexionaremos, el en ese momento se hizo varias interrogantes, ¿que es lo correcto? ¿Existe alguna forma de ganar sin ser tan corrupto? ¿Cual es la diferencia entre una compensación y una impunidad, a veces es mejor perder un proyecto a corrompernos con facilidad y mas por la persona en la que mas confiemos.

Antecedentes del despacho arquitectónico:

Al graduarse de la carrera el arquitecto Ernesto, comenzó en un pequeño despacho y pequeños trabajos, que logro conseguir con sus relaciones que había establecido durante sus estudios lo cual le facilito la entrada al campo laboral y así emprender su negocio. Lo hizo no solo si no junto a cierto personaje que fue el antagonista.

Primer contacto:

En esta primera etapa de la empresa, es donde nuestro personaje hace su aparición, Ernesto necesito llamar a gente de la carrera de arquitectura para la elaboración de sus proyectos, como toda empresa Ernesto fue claro y transparente sobre los trabajos que se llevarían acabo así como las compensaciones que se tendrían y cómo se repartiría el derecho de autoría de cada uno.

Proyectos o Modus operandi:

La manera de realizar el trabajo era sencilla y simple primero se plateaban los métodos y pasos para elaborar nuestro trabajo algo difícil y poco eficaz para una sola persona por lo que el despacho se repartía la tarea en varios sectores, uno era la planeación estratégica del proyecto, las necesidades del cliente, el presupuesto o mano, luego el plano de ingenieros realizaba los cálculos, y se procedía a plasmar el trabajo en un dibujo resultado del trabajo conjunto.

Panorama de 1995:

Este fue su primer proyecto para obras públicas. No era difícil claro pero claro como todo proyecto de gran magnitud es necesario que varios arquitectos trabajaran para la originalidad, el diseño, y modelado de todo.

Decision:

Consiguió el puesto gracias a palancas luego se retiro y suplio el proyecto al ver a los otros arquitectos aceptaron,

El concurso:

Al final el despacho de Ernesto competía contra empresas locales con prestigio y que tenían el mismo ramo de diseño que este por lo que esto dificultaba las posibilidades de salir victorioso sin embargo algo que tenemos que recordar es que nuestra profesión se disfruta sin importar los costos que esto traiga.

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