Como Los Hogares Desperdician La Luz Electrectrica

Como los hogares desperdician la mayor parte energía eléctrica.

El término energía tiene diversas definiciones, relacionadas con la idea de una capacidad para obrar, transformar o poner en movimiento. Nuestra sociedad es una devoradora insaciable de energía. La mayor parte proviene de combustibles no renovables: petróleo, gas, carbón, uranio… Pero desde hace pocos años también se extrae de las denominadas fuentes renovables: el agua, el viento y el sol, principalmente.

Ya que solo un 14% de esta capacidad energética es energía renovable, una mayor cantidad de energía se genera a partir de yacimientos de combustible fósil o gas. Estas reservas se están acabando, lo cual repercute no solo en la producción de energía, si no como también en la parte económica, social y ambiental del planeta.

Teniendo en cuenta que sector residencial ocupa un 42.2% de la energía producida por las centrales eléctricas de nuestro país, gran parte de esa energía es consumida de forma innecesaria. Este problema tiene dos grandes factores:

Ineficacia de las instalaciones eléctricas. Gran parte del desperdicio energético se ve reflejado en los malos arreglos o instalaciones por donde circula el fluido eléctrico. La utilización de materiales de mala calidad como lo son los cables de segunda categoría, materiales eléctricos hechos de metales ferrosos bañados en cobre o latón), causan una sobrecarga en los circuitos lo que a su vez gasta de forma no productiva la energía.

Los malos hábitos por parte de los usuarios del servicio también tienen su impacto en este derroche. Podemos citar ejemplos como el uso de quipos electrónicos conectados sin necesidad alguna, como cargadores telefónicos (sin usar), dejar las luces encendidas, o el uso de luz artificial en recintos donde la luz natural sea optima, el ajuste de aparatos de aire acondicionado y refrigeradores a temperaturas innecesariamente bajas.

Para este problema energético-ambiental muchas compañías han diseñado aparatos electrónicos de bajo consumo. O que si tienen un consumo alto de energía, este se aproveche en su totalidad. Pero esto no solventa dicho problema, si bien antes mencionamos que el mayor desperdicio se encuentra en el hogar, es de ahí donde tiene que comenzar el cambio, creando conciencia de lo que esto repercute al planeta. Para esto hay muchos consejos prácticos y muy sencillos que pueden ayudar al cambio.

Sustituir los antiguos focos incandescentes por lámparas ahorradoras es una muy buena opción, ya que la iluminación representa una tercera parte del consumo, no dejar planchas conectadas por mucho tiempo, no dejar televisores en modo de espera, aunque estén ‘’apagados’’ siguen consumiendo energía, acciones como separar la nevera 15cm de la pared ayudan a un bajo consumo de esta. Utilizar extensiones eléctricas de buena calidad que eviten la resistencia

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