HISTORIA INGENIERIA
ANDPHERK10 de Septiembre de 2013
9.421 Palabras (38 Páginas)410 Visitas
CORCHUELO, Miguel. Una aproximación a los procesos de formación de ingenieros. En: Revista
ieRed: Revista Electrónica de la Red de Investigación Educativa [en línea]. Vol.1, No.1 (Julio-
Diciembre de 2004). Disponible en Internet: <http://revista.iered.org>. ISSN 1794-8061
Copyright © 2004 Revista ieRed.
Se permite la copia, presentación y distribución de este artículo bajo los términos de la Licencia Pública
Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs v2.0 la cual establece que: 1) se de crédito a los
autores originales del artículo y a la revista; 2) no se utilicen las copias de los artículos con fines
comerciales; 3) no se altere el contenido original del articulo; y 4) en cualquier uso o distribución del
artículo se den a conocer los términos de esta licencia. La versión completa de la Licencia Pública Creative
Commons se encuentra en la dirección de Internet: <http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/>
UNA APROXIMACIÓN A LOS PROCESOS DE FORMACIÓN DE INGENIEROS
Miguel Corchuelo
micorcho@unicauca.edu.co
Seminario Permanente sobre Formación Avanzada - SEPA
Departamento de Física
Universidad del Cauca
Popayán - Colombia
INTRODUCCIÓN
Reflexionar sobre los procesos de formación de ingenieros en Colombia implica
además de observar las tendencias globalizantes, las políticas de estado, las
aspiraciones de las instituciones de educación superior y la problemática nacional,
tener en cuenta las propuestas de formación que surgen al respecto. Es una tarea
compleja pero apremiante. A continuación se presenta una aproximación a la
comprensión de la situación a partir de la evolución de la ingeniería tanto en el contexto
mundial como en el caso particular del país. Posteriormente, se considera la necesidad
de introducir transformaciones curriculares a partir de las concepciones de ciencia y
tecnología que se vienen desarrollando en los últimos tiempos y la necesidad de
promover una formación para una participación social activa desde el enfoque en los
estudios CTS, como perspectiva para empezar a proponer soluciones a nuestros
propios problemas y desde allí acceder a la globalidad.
El currículo universitario en ingeniería como el de otras profesiones se ha venido
administrando por vías burocráticas desde una visión administrativa desde las esferas
superiores, llámese gobierno, instituciones del estado, rectorías, comisiones de
especialistas, y se ha restringido a la organización de planes de estudios fragmentados
y focalizados en lo académico reduciendo espacios para la investigación y la
proyección social. Lo evidente es que la capacidad de una sociedad para incorporar la
ciencia y la tecnología como factores dinámicos para su progreso depende
sistemáticamente tanto de las concepciones como de las articulaciones para el
funcionamiento de los sistemas: educativo, productivo, de ciencia y tecnología, y de las
interrelaciones con el sistema social. ¿Qué iniciativa tomar al respecto? Esa es la
iniciativa que conduce a un trabajo de investigación de tesis de Doctorado en Ciencias
de la Educación.
1 de 22
DEL CONTEXTO MUNDIAL
La denominación de ingeniero proviene de los “ingenium”, nombre asignado a las
máquinas de guerra (como la ballesta, la torre de asalto, la catapulta, etc.)
desarrollados por los antiguos romanos. La educación romana transmitió al mundo
occidental el estudio de la lengua latina, la literatura clásica, la ingeniería, el derecho, la
administración y la organización del gobierno. La base de conocimientos se centraba
en las siete artes liberales que se dividían en el trivium (formado por gramática, retórica
y lógica) y el quadrivium (aritmética, geometría, astronomía y música). San Isidoro de
Sevilla aportó materiales básicos con sus Etimologías para el trivium y el quadrivium y
su posterior polémica curricular.
Desde el siglo V al VII estos compendios fueron preparados en forma de libros de texto
para los escolares por autores como el escritor latino del norte de África Martiniano
Capella, el historiador romano Casiodoro y el eclesiástico español san Isidoro de
Sevilla.
El filósofo inglés John Locke recomendaba un plan de estudios y un método de
educación basado en el examen empírico de los hechos demostrables antes de llegar a
conclusiones. En “Algunos pensamientos referidos a la educación” (1693), Locke
defendía un abanico de reformas, y ponía énfasis en el análisis y estudio de las cosas
en lugar de los libros, defendiendo los viajes y apoyando las experiencias empíricas
como medio de aprendizaje.
Así, animaba a estudiar un árbol más que un libro de árboles o ir a Francia en lugar de
leer un libro sobre Francia. La doctrina de la disciplina mental, es decir, la habilidad
para desarrollar las facultades del pensamiento ejercitándolas en el uso de la lógica y
de la refutación de falacias, propuesta a menudo atribuida a Locke, tuvo una muy fuerte
influencia en los educadores de los siglos XVII y XVIII.
Esta visión empírica contribuyó para que en Inglaterra, Francia y Alemania, se
reconociera la profesión de ingeniero a la persona dedicada al estudio de los ingenios.
En esta época los trabajos de construcción a gran escala se ponían en manos de los
ingenieros militares. La ingeniería militar englobaba tareas tales como la preparación de
mapas topográficos, la ubicación, diseño y construcción de carreteras y puentes, y la
construcción de fuertes y muelles. Por ejemplo, en 1678 Francia contaba con unas
fuerzas estables cuyo número superaba los 200.000 hombres. El mariscal Sébastien Le
Prestre de Vauban diseñó un sistema de ataque a posiciones fortificadas, mejoró el
sistema de fortificaciones defensivas y creó el primer cuerpo moderno de ingenieros.
Joseph Cugnot (1725-1804) francés, sirvió como ingeniero en los ejércitos francés y
austriaco, y se hizo famoso por la invención de un fusil y de diferentes materiales de
topografía.
En el siglo XVIII, tras la revolución industrial, el ingeniero comenzó a adquirir estatus de
diseñador y constructor de obras no militares. John Smeaton (1724-1792) fue el
primero en llamarse a sí mismo ingeniero civil en contraposición a los ingenieros
militares de aquellos días. Anteriormente, la ingeniería era sólo una ocupación
vagamente definida. Fue reconocida como ocupación de dedicación exclusiva ya en el
siglo XVII. Por ejemplo en Francia, tal como lo relata Rómulo Gallego – Badillo (1.995),
apareció la escuela de ingeniería de puentes y caminos (1747), de la que egresó
2 de 22
Gaspar Monge y quien en 1794 organizó la Escuela Politécnica, cuyo plan se
desarrollaba en tres años, de los cuales dos estaban dedicados a la enseñanza de las
ciencias. Con base en la geometría descriptiva y en la mecánica newtoniana se
resolvían problemas del maquinismo. Sadi Carnot (padre de la termodinámica) fue
egresado de esta escuela. En Londres se tuvo la apertura del University Collage
promovido por S. Mill y reconocido por la realeza hasta 1833. Thomas Telford (1757-
1834), ingeniero civil británico, utilizó ciertas técnicas por primera vez en la construcción
de canales, carreteras y puentes, y se convirtió en el primer presidente de la Institución
Civil de Ingenieros en 1818. En Alemania se fundó la primera escuela técnica en 1821
por Meter Beuth. Estas instituciones eran miradas como carentes de alcurnia y
prestigio. Los frutos que empezaron a brindar dieron al traste con tal prejuicio. Debido
al aumento de la utilización de maquinaria en el siglo XIX como consecuencia de la
Revolución Industrial, la ingeniería mecánica se consolidó como rama independiente de
la ingeniería; posteriormente ocurrió lo mismo con la ingeniería de minas.
Los avances técnicos del siglo XIX ampliaron en gran medida el campo de la ingeniería
e introdujeron un gran número de especializaciones. Entrado ya el siglo XIX los Estados
Unidos se incorporaron al proceso industrial y comenzaron a hacer aportes sustantivos
a los desarrollos tecnológicos. Por ejemplo, en el Instituto de Tecnología de
Massachussets -MIT- inaugurado en 1865 por el geólogo William Barton Rogers, en un
principio sólo se estudiaban las ciencias industriales.
Las incesantes demandas del entorno socioeconómico del siglo XX incrementaron aún
más los campos de acción. Ello provocó la aparición a una gama diferenciada de
disciplinas, con distinción de múltiples ramas en ámbitos tales como: la aeronáutica, la
química, la construcción naval, de caminos, de canales y puertos, las
telecomunicaciones, la eléctrica, la electrónica, la ingeniería industrial, la geología, los
materiales y la informática.
Tiene particular interés el estudio de los materiales si se reconoce su importante
influencia en el mundo contemporáneo. Tanto de los materiales metálicos como no
metálicos, y de la forma de adaptarlos
...