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Michio Kaku habló con EL TIEMPO sobre el impacto del desarrollo de la tecnología en nuestras vidas.

¿Podremos viajar en el tiempo? ¿Cuál fue el origen del universo? ¿Encontraremos el elÍxir de la eterna juventud? ¿Existirá cura para todas las enfermedades? Esas y muchas otras preguntas que alguna vez nos hemos hecho han sido la obsesión de Michio Kaku desde muy pequeño.

Este estadounidense de 65 años de edad, de padres japoneses, es considerado hoy uno de los científicos en física más brillantes del mundo. Es coautor de la teoría de las cuerdas, uno de los modelos fundamentales de la física que trata de explicar la manera como la materia se relaciona y moldea al interactuar las partículas entre sí.

Físico laureado de Harvard en 1968, Kaku se ha dedicado durante 30 años a enseñar física teórica en la Universidad de Nueva York, al tiempo que ha desarrollado una interesante pasión -poco común entre científicos de su talla- por la divulgación de los temas científicos.

Es el conductor de un programa en Discovery Science y ha escrito siete libros (tres de ellos best sellers), en los que explica las teorías universales y el impacto que el desarrollo de la ciencia tendrá en nuestras vidas en el futuro.

Las predicciones sobre el desarrollo científico y tecnológico de la humanidad que hizo en el libro Visiones, en 1996, se cumplieron a cabalidad.

¿Qué tan difícil es predecir el futuro?

En mi más reciente libro, La física del futuro, explico los cambios que veremos en los próximos 100 años en la humanidad. Para ello, me entrevisté con más de 300 de los más destacados científicos de todo el mundo; son matemáticos, físicos, químicos, etc., que hoy están en un laboratorio creando cosas fantásticas.

¿Y cuáles fueron los hallazgos más interesantes?

En una década, por ejemplo,los chips para computador costarán un centavo. Esto significa que el concepto de computador, tal y como lo hemos conocido, desaparecerá. Internet estará, entonces, en todo lado; por ejemplo, en nuestros lentes de contacto. Directamente, en nuestros ojos veremos información, datos, comunicaciones. El ejército de EE. UU. ya tiene un prototipo de un dispositivo similar, pegado al casco del soldado, que le permite ver en el campo de batalla información de armamento, cantidad de enemigos, etcétera.

Dentro de ocho años, en el 2020, serán comunes los carros autopilotados, sin intervención humana. Para un programa de la BBC probé uno de estos vehículos que ha fabricado en prototipo Google, que se conduce solo con ayuda de mapas GPS, cámaras y radares.

Finalmente, cuando nos enfermemos y necesitemos de un órgano, nuestro cuerpo estará en capacidad de regenerarlo. Hoy podemos hacerlo con piel, huesos, el iris, entre otros. En cinco años será posible que regeneremos partes de nuestro hígado, por ejemplo; también, los riñones y el corazón.

¿La eterna juventud?

Vamos a vivir mucho más, sin duda. Ahora entendemos cada vez mejor la genética del envejecimiento. Envejecemos porque nuestros genes comienzan a cometer fallos. Pero el cuerpo humano posee mecanismos de reparación. En el futuro estaremos en capacidad de usar y activar estos mecanismos. Ahora los científicos han detectado los genes en los animales que los hacen envejecer. No habrá una fuente de la juventud, pero nuestros nietos podrán decidir si quieren extender su proceso de envejecimiento, llegar a los 30 y sostenerse así por varias décadas.

¿Qué tanto se ha avanzado en este campo?

En laboratorio se ha doblado el tiempo de vida de insectos, ratones, conejos, gatos, perros y chimpancés. En humanos será complejo por las implicaciones que tiene. Se dice que un avance así provocaría la sobrepoblación del planeta, pero no lo creo. En Japón y Europa hay una contracción poblacional.

¿Hallaremos la cura para el cáncer y el sida?

Eso será más difícil. El sida muta muy rápidamente, evoluciona biológicamente miles de veces más

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