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Introducción al estudio del audiovisual

aldanaanadla18Resumen4 de Mayo de 2019

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Introducción al estudio del audiovisual

Módulo 1

  • Texto: MITCHELL, William J. T ¿Que es una imagen? En Filosofía de la Imagen de Ana Garcia Varas (ed.). Primera parte. Pag. 107-115. (7p)

Temas centrales:

¿Por qué hay un problema de la imagen?

“Genealogía” de la familia de imágenes.

Definición y diferencias entre distintas “imágenes”

Que imágenes están en la frontera entre lo físico y lo mental

Hubo épocas en las que la pregunta “¿Qué es una imagen?” era algo urgente. En el Bizancio (ciudad griega) de los siglos 18 y 19, la respuesta identificaría a un iconoclasta (rechaza el culto a las imágenes sagradas y las destruye) que busca purificar de idolatría la Iglesia.

   El conflicto de la naturaleza y el uso de los iconos, era como dijo Jaroslav Pelikan, “un movimiento social camuflado” que “utilizaba el vocabulario doctrinal para racionalizar un conflicto esencialmente político”.  En la Inglaterra del siglo 17 aprox. La conexión entre movimientos sociales, causas políticas y la naturaleza de las imágenes era bastante explicita. Por ejemplo: en La Guerra Civil Inglesa se luchaba por el problema de las imágenes. Donde además de los símbolos materiales, entran también los menos tangibles. Por ejemplo: “los ídolos mentales”.

Hoy en día la urgencia de esa pregunta, sobre qué es una imagen, es menor, solamente porque se ha dejado en segundo plano, ya que el problema mayor es el del lenguaje. Tanto el lenguaje como las imágenes, hoy, ya no son lo que prometían ser, para la crítica moderna se convirtieron en enigmas, en problemas que hay que explicar. Las imágenes son entendidas como una forma de lenguaje, no como ventanas transparentes al mundo, se consideran un tipo de signo de apariencia engañosa.

Mitchell no busca aportar una mejor definición de la naturaleza de las imágenes, sino simplemente estudiar los que Wittgenstein llamaría “Juegos del lenguaje”. O sea, analizar las maneras en las que utilizamos la palabra “imagen” en los discursos institucionalizados (en historia del arte, en la filosofía, etc) y criticar como cada disciplina recurre a nociones sobre las imágenes tomadas prestadas de sus disciplinas vecinas.

Las imágenes no son solo un tipo de signo, son como un actor de la historia, una presencia legendaria, que participa de los relatos que contamos sobre nuestra propia evolución.

  1. La familia de las imágenes (Genealogía)

Hay dos cosas que llaman la atención, la primera es: la cantidad de cosas que reciben el nombre de “imagen” (cuadros, estatuas, ilusiones ópticas, mapas, poemas, diseños, recuerdos, ideas, y muchos más) y tal variedad puede hacernos pensar que es imposible una comprensión unitaria. La segunda es: llamar a todas estas cosas de la misma forma, no significa que todas tengan algo en común.

Por eso es mejor considerar a las imágenes como una familia, que migró en el tiempo y el espacio, y sufrió mutaciones.

El árbol sería algo asi:

[pic 1]

Cada tronco de este árbol muestra un tipo de imágenes que es parte importante de alguna disciplina intelectual, por ejemplo: las imágenes mentales pertenecen a la psicología, etc.

Las imágenes perceptivas ocupan una región fronteriza en donde fisiólogos, neurólogos, psicólogos, historiadores del arte y filósofos y críticos literarios están juntos. Es una región habitada por criaturas que van entre la concepción física y la psicológica de las imágenes. Según Aristóteles las “formas sensibles”  se desprenden de los objetos y se impresionan en los receptáculos de nuestros sentidos. Los Fantasmata: versiones revividas de los objetos que las habían estimulado originariamente; Las percepciones, que son analógicamente parte de la psicología; las “apariencias” que se interponen entre nosotros y la realidad y a las que llamamos “imágenes” (personaje creado por expertos para publicidad o las imágenes proyectadas por un actor).

Según Bacon (el panceta) la imagen no es solo un tipo especial de signo, sino un principio fundamental del orden de las cosas. La imagen es un concepto general que se ramifica en varios parentescos concretos, que unen el mundo en un todo, bajo figuras del conocimiento.

Podemos preguntarnos qué miembros de la familia de las imágenes reciben tal nombre en un sentido estricto o literal, y cuáles en un sentido del término amplio o impropio. Seguramente lo más lógico sería pensar que el sentido literal, de imagen corresponde a la parte izquierda del árbol, ósea, las representaciones gráficas, ópticas, pero según Mitchell en realidad no tenemos más que una vaga idea de lo que una imagen es, en el sentido literal de la palabra, y que a partir de esta pobre idea, determinamos que los otros usos de la palabra son impropios.  

Las imágenes mentales y verbales, a la derecha del árbol, parecerían ser imágenes de forma metafórica, ósea en un sentido impropio. La gente afirma que en su cabeza ve imágenes, pero no tenemos pruebas comprobables. Además las imágenes mentales, no son exclusivamente visuales, tal y como lo son las reales, las mentales implican a todos los sentidos.

Texto: Román Gubern: Del bisonte a la realidad virtual. La escena y el laberinto. Barcelona, Anagrama,1996. Capítulo I. Frente a la escena. Pag 7-49 (42 p.)

Temas centrales:

Distinción entre imagen escena e imagen laberinto

Doble realidad de las imágenes

Imagen icónica (definición)

Pulsión icónica (qué es)

La percepción implica un proceso que lleva tiempo y está a cargo de un aparato con

capacidades limitadas.

El acto perceptivo tiene un sustrato/correlato fisiológico

Distinción entre aspectos de la Percepción: fisioperceptual, etnoperceptual, idioperceptual

Imagen icónica: ¿arbitraria o motivada?

Aparición de la perspectiva. Características y causas.

Función ostensiva de la imagen

Mimesis y Phantasia

Capítulo I: Frente a la escena.

1.        La difusión generalizada de la realidad virtual podrá hacer que percibamos en el futuro nuestras  representaciones icónicas tradicionales.

Por una parte, por la voluntad de perfeccionamiento cada vez mayor de su función mimética, por la exaltación de la capacidad ostensiva de la imagen como copia fidelísima de las apariencias ópticas del mundo visible, en una ambición que culmina en el hiperrealismo  de la realidad virtual. Esta ambición ha sido la el engaño d els sentidos y a la inteligencia, como ya avanzó Platón, pues quiere hacer creer al observador colocado ante la imagen como doble ostensivo, como simulacro y como imitación realista, nos encontramos también con otra tradición no extinguida de la imagen críptica, como símbolo intelectual. De manera que frente a la transparencia ostensiva e isomórfica de la imagen- escena en la cultura de masas, se abriría un inmenso territorio ocupado por la imagen-laberinto, por aquella que no dice lo que muestra o lo que aparenta, pues ha nacido de una voluntad de ocultación, de conceptualidad o de criptosimbolismo. Y la hemos llamado imagen-laberinto porque, a diferencia de la explicitud y simbólica de la escena, el laberinto es definido por el diccionario como “construcción llena de rodeos y encrucijadas, donde era muy difícil orientarse”.

Por tanto, que algunas lenguas antiguas, como el latín, utilicen la misma palabra (imago) para designar  la imagen, la sombra y el alma. Ni en griego eidos signifique a la vez idea (como proyecto o modelo) y apariencia (como imagen u objeto), convertida en el origen etimológico de ídolo, idolatría, idolomanía y de la imágenes eidéticas.  Estas leyendas fundamentarían la crítica de Platón hacia  la pintura, a la que reprochaba su engaño a los sentidos y a la inteligencia, y aunque esta constatación ilusionista no sería negada, en muchas ocasiones sería luego valorada como una virtud.

Pero aquellas leyendas griegas eran menos simplistas de lo que aparentaban.

El psicoanálisis  se ha extendido acerca de la pulsión escópica , acerca de ese irresistible apetito de ver que es tan característico de la inteligencia humana y que, como toda fuerza bilógica, sería contemplado con sospecha por todos los rigorismos religiosos, como ejemplariza el castigo bíblico infligido a la mujer de Lot. Leonardo Da Vinci, que tanto nos ha ayudado  a entender la visión humana, expresó antes que Freud la naturaleza de esta pulsión,  al relatar su sueño entrando en una cueva oscura.

Este natural apetito de ver, que cuando se ha convertido en excluyente ha dado origen a la patología del voyeurismo, mironismo, escopofilia, escopolangia o mixoscopia, ha sido a veces hiperbolizado poéticamente por algunos artistas, con claras connotaciones mágicas, como hace Godard con sus protagonistas de Les carabiniers, quiees acumulan fotos, grabados y postales de todos los lugares del mundo para poseerlos vicarialmente, en un acto que confunde su glotonería óptica y su deseo de posesividad de todas las bellezas del mundo. En estos ejemplos nos hallamos, en realidad, ante casos etremos de iconomanía, iconofilia o idolomanía, pues se trata de imágenes representadas sobre un soporte. Pero el apetito vidual humano posee todavía un grado más elevado de formalización cognitiva, manifestada en la que podríamos denominar pulsión icónica, que hace que veamos formas figurativas en los perfiles aleatorios de las nubes, en los puntos luminosos de las constelaciones o en las manchas de las paredes.

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