LA LABOR DOCENTE, UNA PROFESIÓN QUE REQUIERE INNOVACIÓN EDUCATIVA Y TECNOLÓGICA.

El mundo cada día es más cambiante y en materia tecnológica lo que hoy es innovación mañana es obsoleto. Esto refleja la rapidez con la que el hombre crea nuevas cosas, hasta incluso llegaría a pensar que ciertas cosas se vuelven obsoletas antes de ser conocidas.

Esto es la realidad que vivimos hoy en día y por ello el ser humano debe estar siempre presto al cambio. La innovación tecnológica ha acelerado los procesos históricos en la medida en que ha ayudado a cambiar los modelos socio-económicos de la población, es decir, que las nuevas tecnologías inducen cambios en las formas de vivir, hablar, actuar y sobre todo aprender.

En nuestro contexto las innovaciones tecnológicas han incorporado cambios profundos en nuestro modo de vivir y de comunicarnos. Es así como los computadores, la televisión, los celulares y el internet son elementos hoy casi que de la canasta familiar, y los hemos incorporado en nuestras vidas de una forma insospechada, cambiando nuestros hábitos, que van desde la comunicación a sitios remotos hasta cursos virtuales.

Como ven la educación también se ha visto beneficiada por las innovaciones del hombre, lo que implica que se esté transformando la enseñanza tradicional hacia la propuesta de nuevos ambientes de aprendizaje enriquecidos no sólo por la tecnología, sino por las nuevas técnicas y metodologías didácticas, moviéndonos de un aprendizaje pasivo a uno totalmente activo. La "sociedad de la información" en general y las nuevas tecnologías en particular inciden de manera significativa en todos los niveles del mundo educativo. Las nuevas generaciones van asimilando de manera natural esta nueva cultura que se va conformando y que para nosotros conlleva muchas veces importantes esfuerzos de formación, de adaptación y de "desaprender" muchas cosas que ahora "se hacen de otra forma" o que simplemente ya no sirven.

Grandes retos se tienen en educación al abrazar la tecnología en vez de sólo incorporarla en un modelo rígido y tradicional, esto significa proponer cambios en el proceso de enseñanza-aprendizaje y no meramente hacer ajustes menores. Significa pensar en diseñar muy selectas experiencias de aprendizaje en vez de meramente un montón de actividades de aprendizaje; significa diseñar nuevas rúbricas de evaluación en ambientes digitales e interactivos en donde se promueva el aprendizaje significativo, siendo el estudiante capaz de utilizar todas las herramientas a su alcance (incluyendo Internet y dispositivos móviles), en vez de seguir ofreciendo instrumentos de evaluación que fomentan la memorización y castigan la creatividad, incluyendo el pensamiento crítico.

Es aquí donde nace la verdadera innovación, los maestros no somos innovadores porque construyamos cosas, no, nuestra innovación se sujeta en las técnicas, en la didáctica, en la metodología de trabajo, en la forma de llevar el conocimiento a sus educandos. Este es precisamente el reto que muchos de nosotros debemos afrontar, sin embargo, también sabemos que la implementación de las TICS en los procesos, hacen de la escuela un espacio dinámico y ameno para los agentes educativos. Recordemos que al hablar de innovación tecnológica es hablar de la utilización de ésta como medio para introducir un cambio en la educación.

Olvidémonos de dictar clases, de predicar el conocimiento, de volver al estudiante un banco pasivo, donde solo tienen oportunidad de memorizar lo que día a día repite, olvidémonos de todo eso; mejor seamos innovadores, creativos y orientadores de proceso, donde sea el estudiante el protagonista de su propio aprendizaje, llevémoslos de la mano por el camino correcto y dejemos a un lado la monotonía y la educación pasiva, convirtamos de nuestras clases un ambiente de aprendizaje agradable para todos, pero eso sí, incluyamos en nuestros

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