MAQUINAS INTELIGENTES
MRKSTEC11 de Marzo de 2013
4.070 Palabras (17 Páginas)650 Visitas
¿ Máquinas inteligentes ?
Enrique Soto Eguibar
Instituto de Fisiología, Universidad Autónoma de Puebla
A Julio y Antonella.
Una pregunta que se hacen los estudiosos de las neurociencias y de la computación es sobre la posibilidad de desarrollar sistemas inteligentes. Esta pregunta es relevante no sólo desde el punto de vista tecnológico, que es el más evidente luego de treinta años de robots televisivos, sino en sus aspectos teóricos, ya que una respuesta afirmativa implica adherirse a la idea de que no existe en nuestros cerebros nada semejante a "un soplo divino", un alma o espíritu. Una respuesta negativa, si bien no necesariamente representa que se adopte una postura idealista, sí implica que la estructura de la entidad que da origen a nuestra conciencia es tal que, en principio, es irreproducible y, más aún, con toda probabilidad incognoscible.
El problema no es trivial y tiene que ver también con la posibilidad de conocernos a nosotros mismos, de entender cómo es que pensamos y tenemos conciencia, cómo se origina la imaginación, nuestra memoria, gustos y pasiones. En última instancia las neurociencias pretenden entender la inteligencia y la conciencia humana.
Es importante distinguir entre lo que pudiera ser una "máquina pensante" y lo que son las computadoras. Al hablar de máquinas inteligentes la mayoría de nosotros tendemos a pensar en nuestra computadora personal y su increíble necedad. De ninguna manera es a éstas que me refiero. Las computadoras con las que usualmente tenemos relación son capaces de realizar ciertas operaciones básicas a muy alta velocidad y nada más. No es válido hacer trivial el asunto preguntando por ejemplo: ¿si acaricio una computadora le gusta y le excita o no? Claro que no se trata de saber si una microcomputadora responde a mis caricias, o si las computadoras con windows son más sabias que aquellas que usan MS-DOS. Se trata de imaginar y entender cuáles son los elementos básicos que constituyen eso que llamamos inteligencia, y discutir si es posible generar sistemas altamente organizados capaces de reproducir dichos procesos.
La inteligencia natural
Como punto de partida acordemos que la inteligencia se refiere a la capacidad para resolver problemas. Esta capacidad se desarrolla a lo largo de la evolución y ofrece a las distintas especies mejores niveles de adaptación a su medio ambiente. Ciertamente queda aún sin respuesta una pregunta básica: ¿qué ventajas precisas ofrece la aparición de la conciencia del yo a la especie humana?
Desde el punto de vista de las células que participan en los procesos mentales, podemos decir que el sistema nervioso está formado por neuronas y células gliales. Las neuronas son las células que forman circuitos y redes, y tienen propiedades que permiten explicar los principios de organización del cerebro. Las neuronas pueden concebirse como unidades operacionales que modifican su actividad en función de ciertos cambios en el medio. Estas células reciben influencias de otras neuronas o de células sensoriales por medio de conexiones denominadas sinapsis. Las neuronas tienen propiedades de tipo no lineal que les permiten responder de forma compleja y, si bien está aún pendiente caracterizar exhaustivamente sus propiedades, el conocimiento que tenemos de ellas, permite construir modelos capaces de reproducir la actividad de algunos conjuntos neuronales.
El cerebro debe sus propiedades al conjunto de elementos que lo constituyen y a las relaciones estructurales y funcionales que entre ellos establecen. Tenemos así varios factores que caracterizan lo que podría denominarse como la complejidad del sistema nervioso: desde el punto de vista numérico está constituido por billones de elementos (neuronas); éstas poseen una dinámica no lineal que les permite responder en función de su historia y estado actual; existe un complejo lenguaje químico por el cual los elementos del sistema se comunican entre sí y con su medio externo; las neuronas están organizadas estructuralmente en forma de redes y conjuntos de redes que forman subsistemas funcionales; la organización del sistema es flexible y puede modificarse en función de sus interacciones con el medio, desde el nivel de las unidades constitutivas, hasta el nivel de las redes y la manera como éstas interactúan conformando grandes sistemas funcionales (véase Figura 1).
¿De dónde surge esta complejidad estructural y funcional, cómo fue diseñada? La respuesta la concibo en el marco de referencia de la teoría de la evolución: la selección natural en el transcurso de millones de años ha llevado a la organización celular desde un simple conjunto con algunas interacciones elementales, al desarrollo del cerebro. Su sorprendente adaptación al medio ambiente es explicable ya que es precisamente el medio el escultor de esta obra.
El sistema nervioso, si bien está formado por unidades sencillas, tiene propiedades que son completamente diferentes a las de sus elementos constitutivos. Todavía más, difícilmente podemos, a partir del conocimiento de las unidades que forman el cerebro, entender los procesos psíquicos, ya que estos no son reductibles a aquellas. Se requiere de un acercamiento multidisciplinario y en varios niveles, para poder desentrañar los procesos funcionales y las interacciones que determinan en el cerebro la emergencia del pensamiento y la conciencia.
La unidad de la mente y el pensamiento.
Una idea muy difundida cuando se piensa en la actividad mental es la de concebir a la mente como un todo indivisible. Esta concepción es natural, sobre todo si hacemos un poco de introspección; en la imaginación nos aparece nuestro yo unitario y podemos pensarnos ahí, plácidamente, asoleándonos en una playa, pensándonos. En ningún momento requerimos de esfuerzo alguno para unir elementos que nos conformen; nos concebimos como un ser único e indivisible. Sin embargo, las funciones psíquicas superiores están organizadas de una forma a la que podríamos denominar modular, esto es, que hay regiones del cerebro que procesan únicamente cierto tipo de información, y que áreas diferentes de procesamiento pueden funcionar en forma independiente del resto. Existen reportes en la literatura que apuntan en esta dirección. Por ejemplo, sujetos que luego de una lesión cerebral pierden la capacidad de reconocer alguna parte de su cuerpo o de su entorno (véase la Figura 2).
Aún más relevantes para el estudio de la inteligencia y la conciencia son los individuos que a pesar de estar completamente ciegos, cosa que puede demostrarse por la carencia de todo tipo de reflejos visuales y por las lesiones que poseen, niegan estar ciegos; es decir, de alguna forma han perdido la conciencia de que existe un mundo suceptible de ser observadol. Igualmente hay sujetos en los que puede demostrarse una cierta capacidad visual, por ejemplo, cuando van a cojer un objeto desconocido ponen la mano en posición adecuada antes de tocarlo, y afirman, sin embargo, que no pueden ver.
Son muchas las variantes de alteración parcial de la conciencia por lesiones cerebrales. Un fenómeno notable es el del "miembro fantasma". Esto sucede en algunas personas que han sufrido una amputación y sienten dolor en el miembro inexistente, a pesar de tener una conciencia explicita de su ausencia. Respecto a las funciones ideativas más abstractas hay también ejemplos que indican su modularidad; destacan, entre otros, los casos de sujetos con retraso cognitivo profundo que, sin embargo, poseen habilidades sorprendentes para realizar operaciones matemáticas, o una extraordinaria capacidad de interpretación musical, o aquellos en que lesiones de las regiones occipitales les producen una incapacidad para reconocer visualmente caras conocidas.
Todos estos casos indican que eso que llamamos inteligencia, no es indivisible, sino que tenemos inteligencias: diferentes capacidades para resolver problemas y que, muy probablemente, la actividad mental se realiza en módulos que operan de forma paralela y semi-independiente. Finalmente, de forma que aún nos es desconocida, toda esta actividad se integra dando su unidad a la actividad mental.
Quizá el ejemplo más sobresaliente de unidad es el que se deriva de la percepción visual, que nos permite apreciar claramente los objetos como un todo y que, sin embargo, se genera a partir de un mundo constituido de pequeños puntos coloreados. Es más, las imágenes visuales se proyectan en las regiones occipitales del cerebro divididas en dos mitades, de forma que los extremos están representados en las regiones centrales. A pesar de ello, el mundo visual aparece mentalmente como un todo, y podemos reconocer claramente los objetos, su continuidad, textura y color; sin embargo, la actividad sensorial que produce esta percepción es discontinua estructural y temporalmente. Más aún, nos resulta invisible un área del campo visual en la que carecemos de receptores sensoriales (conos y bastones). Todos poseemos esta región denominada punto ciego; sin embargo, no experimentamos su presencia. La "impresión" de unidad que tenemos del campo visual se debe a las propiedades de nuestra actividad mental, pero puede claramente ser disecada en elementos constitutivos independientes.
Otro aspecto relacionado es el que tiene que ver con el surgimiento de la inteligencia a lo largo de la evolución. Existen corrientes que ven en el pensamiento abstracto y en la inteligencia algo exclusivo del hombre; nuevamente aparece la inteligencia y la conciencia como un todo, que se posee o no.
Si atendemos a los procesos fisiológicos y características estructurales de diversos mamíferos, así como a las evidencias
...