Productos Basados En Tecnologia
kpoper10 de Diciembre de 2012
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¿QUÉ ES LA BIOTECNOLOGÍA?
Podemos entender por biotecnología la serie de procesos industriales que
implican el uso de organismos vivos, bien sean plantas, animales o
microorganismos. La biotecnología es la nueva revolución industrial. La idea
que subyace en ella es sencilla: por qué molestarse en fabricar un producto
cuando un microbio, un animal o una planta (los verdaderos protagonistas de la
biotecnología) pueden hacerlo por nosotros. Así, se pueden lograr desde
combustibles a medicinas, pasando por plásticos, alimentos, vacunas, recursos
minerales, etc. Millones de años de evolución les capacitan para ello.
Existen microorganismos para todo: los hay que son capaces de vivir en agua
hirviendo, y los que habitan hielo, pasando por los que existen en el interior de
la corteza terrestre. Son capaces de comer petróleo, madera, plástico, e incluso
rocas sólidas.
Pero pese a todo, no siempre es fácil encontrar el organismo o célula
adecuados para producir un determinado producto. No hay problema: se crean.
Para ello la biotecnología cuenta con una poderosísima herramienta, la
ingeniería genética. En muchas ocasiones, la propia biotecnología se confunde
con ella.
Productos biotecnológicos inundan nuestra vida ya. No hay que esperar al
futuro. Es verdad que los más célebres y comercializados son los que atañen a
la salud: insulina, linfocinas, interferón, hormona del crecimiento, eritropoyetina,
factores de coagulación sanguínea, múltiples vacunas, antibióticos, vitaminas,
etc. Pero también hay insecticidas, combustibles renovables, cultivos
resistentes, plantas y animales mejorados en su producción, sistemas de
control de la contaminación, colorantes, alimentos para ganado, etc. Y muchos
más que pronto se comercializarán. La prueba del brillante futuro que aguarda
a la biotecnología es el que empresas como Shell, Exxon, Glaxo, Standard Oil,
Unilever, y muchas otras, cuentan con su propia división biotecnológica en la
que invierten grandes sumas.
¿Qué relación tiene la biotecnología y los alimentos?
Todos los alimentos que consumimos en nuestra dieta tienen un origen animal
o vegetal. Una pata de pollo o la lechuga de nuestra ensalada son alimentos
que consumimos directamente, sin ningún otro proceso que no sea la
elaboración culinaria, y su origen es animal o vegetal. Pero, hay otros alimentos
que, partiendo de una primera materia de origen vegetal o animal, necesitan
una transformación microbiana para generar el producto final. En este caso se
encuentran los alimentos fermentados como el yogurt o el pan. En el primer
caso, a partir de la leche, un producto de origen animal, unas bacterias
producen el derivado lácteo. En el segundo, una levadura transforma la harina
de trigo, un derivado vegetal, en la producción del alimento. Podemos llegar a
la conclusión que la producción de alimentos, ya sean de consumo directo o
fermentados, es un proceso biotecnológico, ya que intervienen organismos
vivos.
Después de hacer estas consideraciones, podemos definir la biotecnología de
los alimentos como la parcela de la biotecnología que se ocupa,
específicamente, de los procesos agroalimentarios. Si nos atenemos a ésta
definición, el hombre ha practicado la biotecnología de los alimentos desde los
inicios de la civilización.
2. INGENIERÍA GENÉTICA: CONCEPTO Y APLICACIONES
GENERALES
En julio de 1980, diecisiete voluntarios recibieron inyecciones de insulina en
el Hospital Guy de Londres: se trataba de las primeras personas a las que se
administraba una sustancia elaborada mediante técnicas de ingeniería
genética. Dos años más tarde, la insulina procedente de cultivos bacterianos
recibía autorización para administrarlo regularmente a humanos; fue el primer
compuesto logrado mediante organismos modificados genéticamente.
Finalmente se demostró que los microorganismos pueden producir proteínas
extrañas a ellos, y que éstas son de uso tan seguro para el hombre como las
originales.
La ingeniería genética no es otra cosa que introducir información genética
nueva en un organismo para dotarlo de capacidades que antes no tenía. Para
ello hay diversos procedimientos, no sólo uno. Pero podemos afirmar que toda
aplicación biotecnológica de la ingeniería genética consta de cuatro
operaciones principales: obtención del gen en cuestión; introducción del mismo
en el organismo elegido; su inducción para que elabore su proteína; y, al
acabar, la recogida del producto.
Una molécula de ADN contiene cientos, miles de genes. No poseemos técnica
alguna que nos permita distinguir entre uno y otro. Por tanto, el aislar al gen
debe partir de su producto. El más inmediato es el ARNm. Se seleccionan
aquellas células en las que el gen se exprese en mayor cuantía, y de ellas se
aísla el correspondiente ARNm. Existen diferentes métodos que permiten
efectuarlo. Ahora hay que convertir la información almacenada en el ARNm en
un fragmento de ADN. Hasta hace pocos años, no se sabía cómo lograrlo; pero
las transcriptasas inversas de los virus han sido la herramienta definitiva.
5 vez efectuado, se emplean ADN polimerasas para convertir el filamento sencillo
de ADN en un segmento de doble hélice. A éste se le denomina ADN copia o
complementario (ADNc) y es el objetivo final de la primera etapa.
Una vez conseguido el ADNc correspondiente, se introduce en un plásmido.
Normalmente se usa uno que confiera resistencia a algún o algunos
antibióticos. Las enzimas que catalizan tal proceso son las enzimas de
reducción, de las que se conocen unos trescientos tipos distintos, cada una con
capacidad para reconocer una secuencia específica de bases en el ADN. Una
de sus propiedades es no cortar los dos filamentos del plásmido en el mismo
punto, sino que lo hacen con un desfase de cuatro bases. Así quedan extremos
“pegajosos”, en los que se puede unir el ADNc. La actuación posterior de una
ligasa asegura dicha conexión y hace que la molécula recombinante sea
estable.
Ahora se puede introducir el plásmido recombinante en la bacteria, y una vez
dentro, el plásmido se reproduce, y con él el ADN. Cuando la bacteria se
divide, puede legar copias a las dos bacterias hijas, aunque también es posible
que sólo una se quede con todas. De entre todas las bacterias, hay que
identificar cuáles portan plásmido recombinante. Se suele hacer adicionando
aquellos antibióticos ante los que el plásmido confiere resistencia. De entre las
bacterias con plásmidos recombinantes, algunas portarán un ADN que no sea
el del gen buscado. Mediante anticuerpos marcados radiactivamente se
identifica qué cepas sí producen la proteína deseada.
No basta con esto, hay que lograr que el gen se exprese en el microorganismo.
En este sentido nos enfrentamos a una dificultad: el control génico en
procariotas es muy diferente del de eucariotas: un gen eucariota incluye tanto
intrones (secuencias no codificantes, presumiblemente reguladoras) como
exones (segmentos codificantes) en su ARN; así, las secuencias reguladoras
no serían entendidas como tales por la bacteria, que las transcribiría tal y
como, resultando una proteína inadecuada. Por ello, el ARN que se debe
usar es ARN maduro. También se suelen insertar, con él, secuencias de
control bacteriano que indiquen que el microorganismo ha de expresar la
proteína que sigue a dicha secuencia, de manera ininterrumpida.
Finalmente, algunas bacterias tienen modos de exportar sustancias al exterior
a través de sus cubiertas, y así se puede inducir a que lo hagan con los
productos recombinantes. Pero a veces hay que lisar la bacteria y extraer la
proteína adecuada.
La ingeniería genética resultó profundamente modificada con el descubrimiento
de la estructura de los genes eucariotas, a base de intrones y exones. Así,
fragmentando el ADN en varios trozos y reempalmándolo al azar, es posible
construir proteínas completamente inéditas.
2.1 ¿Para qué se utiliza la Ingeniería Genética?
Una utilidad de la ingeniería genética es el empleo de enzimas en
lugares, y para propósitos, muy diferentes. Así, un producto biológico puede
aparecer en un detergente, en un proceso industrial metalúrgico, etc. Pero
muchos de los enzimas tienen el inconveniente de desnaturalizarse en
condiciones relativamente duras. La ingeniería genética permitirá modificarlos
para lograr versiones más resistentes, más adecuadas a las condiciones
químicas, térmicas, de pH, etc, en las que va a actuar en la industria. Para
conseguirlo, una de las técnicas más útiles va a ser la mutagénesis puntual
dirigida, que consiste en mutar un gen en un punto específico, de modo que la
proteína difiera ligeramente de
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