Sistemas de Filtrado ara equipos de riego

Sistema de filtrado.

        El sistema de filtrado es fundamental en los sistemas de riegos por goteo y está compuesto por diferentes tipos de filtros, como por ejemplo, los filtros de arena, de mallas, anillas, entre otros.

        El sistema de filtrado tiene por función filtrar el agua, además de la disolución de fertilizantes y otros productos, de manera que la solución llegue a los goteros en las mejores condiciones de limpieza, de modo que el agua se aproveche de la mejor manera posible por el cultivo.

        Los filtros más utilizados en el riego por goteo son: los filtros de arena, como filtros principales, y los filtros de malla o anillas como filtros secundarios.

 Mantención del sistema de filtrado.

Filtros de arena.

        La limpieza de los filtros de arena puede ser manual o automática, se realiza cuando se reduce el paso de agua. Para ello, se hace retroceder el agua en sentido ascendente, lo que permite el desplazamiento y agitación de la arena por efecto de la corriente de agua, debido a esto, la suciedad es expulsada por la parte superior del filtro.

        En sistemas con un solo cabezal de riego, éste se limpia con agua que no ha sido filtrada previamente. Para evitar este problema, se instalan dos o más filtros de arena, de modo que el agua filtrada de uno, sirva para limpiar el otro.

        Los filtros de arena deben limpiarse como mínimo una vez por semana, o antes, en caso de que el manómetro indique una caída de presión superior a 0.2 atm con respecto a la producida en condiciones normales. Esta diferencia se produce por la acumulación de suciedad, ya que se dificulta el paso del agua a través del filtro.

        Cuando la suciedad no desaparece con la operación de lavado, entonces se debe cambiar la arena. Es recomendable reponer la arena o grava cada 2 o 3 años, o antes, si las condiciones del trabajo realizado por el filtro así lo requieren.

Imagen - Lavado de un filtro con agua previamente filtrada: el agua penetra por A. La válvula C permanece abierta, produciéndose el filtrado. El agua limpia pasa al otro filtro, provocándose el contralavado, para ello la válvula B está cerrada. El agua sucia se evacua hacia el exterior, fuera del cabezal de riego.[pic 1]

Recomendaciones.

Diariamente

• Comprobar que la presión de trabajo está comprendida entre 1 y 6 Kg/cm2 para filtros metálicos y entre 1 y 2,6 Kg/cm2 para los de fibra de vidrio.
• Comprobar que la diferencia de presión entre el colector de entrada y de salida es inferior a 0,4 Kg/cm2. Si no fuera así, limpiar el filtro por el contralavado durante 5 minutos.

Anualmente

• Comprobar que la altura de la arena ocupe 3/4 partes de la altura de su recinto
• Comprobar que no existen aglomerados o terrones, ni canales directos en la arena.

Filtros de malla

        La limpieza puede ser manual o automática. Si es manual, se recomienda limpiar la malla al menos una vez al mes, o antes, en caso de que el filtro esté obstruido. Para realizar la limpieza, es necesario desmontarlos y someterlos a una corriente de agua, o abriendo la parte inferior para que, el agua, a través de la presión, arrastre las impurezas. Si es necesario, pueden usarse cepillos de plástico para la limpieza de las mallas, es importante recalcar que nunca deben emplearse cepillos de púas, ya que dañarían las mallas.

        Si el lavado es automático, se produce una inversión del flujo de agua, de tal forma, que al invertir el sentido del recorrido normal del agua a través del filtro, este arrastra toda la suciedad acumulada. Este sistema se realiza por medio de la apertura de válvulas, que hacen que se invierta el sentido del agua. Esta apertura y cierre de válvulas puede ser por medio de válvulas automáticas, o motores eléctricos que, por diferencias de presión, abren válvulas, mientras cierran otras, permitiendo la inversión del flujo de agua mencionado anteriormente.

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