7 Pecados Capitales

Capítulo VI

Incongruencia

El sistema fiscal federal es incongruente con los lineamientos de la política general que a ese mismo nivel federal tiene trazados el gobierno, como también resulta serlo en mismos contornos, por las contradicciones que implica, según se procede a analizar. Toda la corriente actual de la federación tiene una marcada tendencia a la descentralización, de talmanera que los estados de la república y sus munición asuman un papel activo en áreas que tradicionalmente estuvieron reservadas a la administración central, nuestra constitución es bastante imprecisa en cuanto a los campos de imposición federal y municipal por no delimitarlos en forma plena y por admitir inclusive que algunas fuentes puedan gravarse concurrente mente en esos tres estadios, años más tarde cuando toba vigente le ley federal del impuesto sobre ingresos mercantiles, se fue logrando paulatinamente que los estados de la república se coordinaran con la secretaria de ascienda en materia fiscal mediante la suscripción de convenios que les aseguraban la percepción en sus propios beneficios y en el de sus municipios de una tasa adicional hasta del 1.2% sobre ingresos, según lo decretaran las legislaturas locales, ala del 1.8% que estaba establecida en beneficios exclusivo de la federación. En 1990 para sorpresa de todos, pero sobre todo de las entidades federativas que materialmente se quedaron “colgadas de la brocha” ese sistema de administración delegada que de impuestos federales, en su totalidad quedo repentinamente abrogado, de manera que la secretaria de hacienda recupero en forma integral el manejo de esos gravámenes sin importar que pasaría con el aparato burocrático que para esos efectos se había constituido en cada uno de los estados de la república. En medio de tanta incertidumbre, la única definición que se ha logrado en esta materia y que es justo reconocer, es la de la asignación del impuesto predial a los municipios, según una acertada reforma constitucionalidad al, sistema de coordinación fiscal cuya finalidad es la de uniformar al máximo la tributación nacional, motivando la derogación de impuestos locales a cambio de las participaciones otorgadas por la federación, debe tomar se en cuenta que estas participaciones se han venido regulando en la ley con tal diversidad de criterios que también es incongruentes en cuanto a la redistribuciones la riqueza, que es otro postulado de la política general del país, más aun cuando nuestro régimen tiene un origen revolucionario, debe decirse que la instrumentación tributaria no ha probado una completa eficacia para esos propósitos. Los programas de solidaridad social en que estos momentos estas siendo promovidos por el gobierno, a fin de que las clases desvalidas aporten trabajo directo para beneficiarse con los servicios públicos más elementales en una sociedad moderna, revelan claramente que las contribuciones no se han destinado a esos fines, como seria propios hacerlo de haberse respetado tal política redistributiva de la riqueza. Fomentar el empleo es otra de las directrices generales de absoluta prioridad; pero quien contrate a un trabajador, además de sufrir las consecuencias del paternalismo laboral con que esta concebida nuestra legislación y de las fuerzas desmedidas de los sindicatos tiene que a afrontar un sinnúmero de obligaciones contributivas entre las que deben citarse cuando menos, las siguientes retenciones y pagos de impuestos de la renta resulta inexplicable que la suprema corté de justicia de ante la urgencia de crear fuentes de trabajo, haya declarado la constitucionalidad del impuesto

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